El cambio de lugar de la estación de tren que avanza el PGOU demora otra vez el gran proyecto pendiente de Granada
Espectacular imagen de la estación de tren de Andaluces. indegranada archivo
El cambio de ubicación de la estación de tren, un debate que vuelve a plantearse ahora con la redacción de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para Granada, demora otra vez la mayor operación urbanística pendiente en la ciudad: acabar con el gran obstáculo que representa para La Chana, y los barrios del entorno, las vías del tren. El soterramiento de las vías, tantas veces reivindicado como prometido, una vez más se aleja, como cualquier solución alternativa que se plantee.
Como ocurre con la mayoría de grandes proyectos para Granada, que terminan acumulando problemas e incumplimientos que los eternizan, la solución a la integración del AVE se torció
Como ocurre con la mayoría de grandes proyectos para Granada, que terminan acumulando problemas e incumplimientos que los eternizan, la solución a la integración del AVE se torció. Ocurrió cuando se decidió anteponer la llegada de esos trenes de Alta Velocidad a las dos grandes reivindicaciones: el soterramiento en La Chana y la Variante en Loja, desechada en su momento por el PP. Este segundo proyecto, afortunadamente, terminó recuperándose en 2019 -aunque habrá que esperar para su finalización al entorno de 2026-. Los trenes frenan tanto en Loja, donde se reutilizó el antiguo trazado, con túnel del siglo XIX incluido, que difícilmente puede hablarse de velocidad alta en ese tramo. El primero, de nuevo, queda en el aire.
Esto ocurre cuando el nuevo estudio informativo sobre el soterramiento ya debiera estar presentado. Pero no ha sido así. Su redacción se encargó en 2018, con un plazo de elaboración de dos años. En 2020, con el plazo a punto de terminar, se cruzó la pandemia, con los estados de alarma, que trastocaron todos los trámites. Dos años después, el ahora Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana -antes de Fomento- no ha presentado aún el resultado de ese informe.
Y ahora esgrime el argumento del cambio de plan municipal respecto a la estación para evitar despejar su posicionamiento.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana admite que la posible reubicación de la estación supone "una modificación sustancial de los accesos ferroviarios a la ciudad" y deberá "ver si finalmente el Ayuntamiento de Granada propone esta modificación para seguir impulsando los trabajos del estudio informativo de la integración del ferrocarril"
El Independiente de Granada ha preguntado al Ministerio por la situación en la que queda el proyecto de integración, al barajarse el cambio de ubicación de la estación. Tras apuntar que "tiene en marcha" ese estudio informativo, responde que esa propuesta de nueva localización para la estación conllevaría "una modificación sustancial de los accesos ferroviarios a la ciudad". Por ello, deberá "ver si finalmente el Ayuntamiento de Granada propone esta modificación para continuar impulsando los trabajos del estudio informativo de la integración del ferrocarril". E insiste en que "no es posible por el momento avanzar ninguna solución de integración".
A las plataformas ciudadanas que reivindican el proyecto les pidió tiempo en la última Mesa del Ferrocarril para cerrar los detalles de la conexión de Granada al Corredor Ferroviario para abordar, ya en verano, las soluciones. Los representantes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana también apuntaron que tienen distintas alternativas. Ya deslizan que el soterramiento tiene un coste difícilmente asumible.
En estos largos años de debate se han puesto sobre la mesa todo tipo de cantidades. Desde los 700 millones del estudio de 2010, cuando se llegó a proyectar una estación de Moneo que se esfumó, a los 100 considerados 'low cost' que trajo el Gobierno del PP en 2017, antes de posponerlo definitivamente. Y también la opción de financiar el proyecto, calculado sobre un coste de 350 millones de euros, a través de una macrooperación urbanística. Idea lanzada en 2017, en el anterior mandato de Francisco Cuenca, que también fue cortocircuitada.
Y no es la primera vez que se ha hablado de "alternativas". Lo hizo Luis Salvador como alcalde, poniendo el énfasis en el coste que supondría para un Ayuntamiento que arrastra una complejísima situación económica. Entonces Salvador pidió un debate sincero y alejado del populismo al respecto. Pero las críticas que recibió por romper el consenso en torno al soterramiento le hizo modificar su mensaje y reclamar que la financiación fuera asumida, al completo, por el Gobierno central. En ese momento, el bipartito de Cs-PP había sacado esa responsabilidad a la Junta, a diferencia de lo que planteaban cuando la gobernaba el PSOE.
El punto de vista del gobierno local difiere a lo trasladado desde el Ministerio a este diario. "A día de hoy esa propuesta no invalida ninguno de los trabajos para la integración de las vías del tren". Así lo trasladan fuentes del equipo de gobierno, que insisten en que el traslado es una propuesta del equipo redactor del PGOU. Si esa idea sale adelante, llevaría aparejada una alternativa al soterramiento, que ya no sería necesario. Se trataría de convertir las vías en corredores verdes. Lo que ganaría la ciudad sería un gran parque y dos grandes corredores verdes sobre el trazado de las vías.
Pero mientras se cierra la planificación urbanística, reiteran, se sigue trabajando en la integración y en la conexión con el Corredor Mediterráneo.
Y, ¿qué opinan los vecinos y vecinas de La Chana? La Asociación de Vecinos es consciente del impacto que este giro tiene en su reivindicación. Ya aceptaron, no sin decepción, que se antepusiera la llegada del AVE. Partidos como PP, Ciudadanos y el empresariado pusieron el grito en el cielo ante la posibilidad de que Granada exigiera cerrar la integración al tiempo de la llegada. De nuevo ven que su reivindicación se desdibuja.
Lo que tienen claro es que las vías no pueden seguir siendo un muro de separación y contención para el barrio. El presidente de la Asociación de Vecinos de La Chana, José Fernández Ocaña, en una conversación con este diario se muestra contundente: sea cual sea la alternativa, se debe dar una solución al barrio. La posibilidad de convertir todo el emplazamiento actual de la estación y las vías de entrada en un parque y un corredor verde es asumida como una gran alternativa. Nunca van a renunciar a su reivindicación, que ven demorar mientras otras salen adelante, como la Variante de Loja o el estudio sobre el tren Guadix-Baza-Lorca. De todos esos proyectos se alegran. Han remado también para que sea una realidad. Pero la integración de las vías del tren, o su alternativa, sea la que sea, sigue otra vez en el aire. Como el cambio de ubicación de la estación de tren que se plantea y que, por su envergadura, no será una opción económica.