Verdad, Justicia y Reparación pide a la UGR que conserve la antigua Jefatura de la Plaza de los Lobos como Lugar de Memoria
La Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación pide a la Universidad de Granada, como propietaria del inmueble en el que estuvo la antigua Jefatura de la Plaza de los Lobos, que conserve y señalice este Lugar de Memoria.
"No basta con poner una placa para recordar a los que sufrieron torturas", advierte el colectivo memorialista. "Apelamos a la sensibilidad democrática de Pilar Aranda, rectora de la UGR, para organizar también visitas guiadas, con el fin de que no se olvide que esta Comisaría fue escenario de una violación sistemática de los derechos humanos, durante 40 años de dictadura".
"No basta con poner una placa para recordar a los que sufrieron torturas", cree el colectivo
La asociación recuerda que, "en los calabozos de la Plaza de los Lobos, la Policía Armada y la Brigada Político Social o policía secreta del régimen, apaleaban a comunistas, sindicalistas y estudiantes, hasta reventarles los riñones. Las detenciones, interrogatorios y palizas estaban dirigidas por mandos fascistas como “el girafa”, de triste recuerdo en la ciudad, y podían prolongarse durante más de quince días, hasta que el juez ordenaba el ingreso en prisión, que suponía un alivio para el detenido". Víctimas de estas palizas fueron históricos dirigentes del PCE, como Paco Portillo, Emilio Cervilla, Antonio Ruiz Valdivia o Nati Bullejos, y sindicalistas de Comisiones Obreras, como Pepe Cid de la Rosa, agrega el colectivo.
Los sótanos de este inmueble, "donde los gritos de los torturados se escuchaban desde la calle", deben ser conservados "por respeto a todos los que pasaron por este siniestro lugar".
Según el portavoz de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación, el periodista Paco Vigueras, "ya hemos perdido demasiados lugares de memoria, como la antigua Prisión de Granada, el Cuartel de Las Palmas o el temible cuartelillo del Abaicín, donde torturaba el sádico sargento Colomera. Ahora, tenemos el deber moral de salvar la antigua Comisaría de la Plaza de Los Lobos, como símbolo de la lucha contra la dictadura y por la libertad".