img.rtve_.es_.jpeg

Interior de una oficina de empleo. Rtve.es

Un buen mes para el empleo, pero solo eso, un mes. En mayo el paro bajó en Granada como en el resto de España. Fue la segunda provincia andaluza donde más se redujeron las listas del SEPE, con 2.794 desempleados menos, que dejan el total de parados en 95.417. Y hasta ahí las buenas noticias.

Porque detrás del buen dato de mayo está la cruda realidad del mercado de trabajo granadino. En lo que va de año, enero-mayo, el paro ha disminuido en 816 personas en la provincia, no llega ni al 1% de descenso. En España alcanza el 5%. 

Y si lo comparamos con los últimos doce meses, lo que se llama en términos interanuales, en Granada también se reduce el paro menos que la media (un 6,5% en Granada, por un 7,7% en España).

En una provincia con una de las tasas de paro más altas del país, el ritmo de creación de empleo sigue siendo insuficiente, como recuerdan constantemente los sindicatos, que además también hacen hincapié en la precariedad del trabajo que se crea.

Mientras, los parados se van quedando sin prestaciones. Unos, los más antiguos, porque ya las agotaron, y otros, los más recientes, porque sus contratos temporales y precarios no les dan para tener derecho a ellas. 

Según los últimos datos del SEPE (el antiguo Inem), de los 95.417 parados de la provincia, sólo 12.655 cobran la prestación contributiva. Son apenas el 13% del total. Otros 48.312 perciben diferentes subsidios (hay hasta cuatro tipos: subsidio de desempleo, renta activa de inserción, programa de activación del empleo y subsidio agrario), todos ellos en torno a los 400 euros mensuales, y el resto, 34.450 personas (y sus familias, quienes las tengan) no cobran absolutamente nada.

La cobertura de los desempleados ha alcanzado cotas mínimas en los últimos meses.

Fuente: Servicio Público de Empleo Estatal

La tabla de arriba ejemplifica cómo ha empeorado la situación de los parados en Granada.  En ella se compara el último mes conocido, mayo de 2016, con septiembre de 2011, cuando había prácticamente el mismo número de desempleados registrados que ahora, unos 95.400.

En aquel entonces, 2011, en plena crisis, la cfira de parados que cobraban la prestación contributiva era cerca del doble que ahora. También había unos 5.000 desempleados más que percibían algún tipo de subsidio, y la cobertura de alguna prestación llegaba a unas 15.000 personas más que en la actualidad. Los parados que no cobraban nada estaban por debajo de los 20.000, y ahora hay 34.450.