En Navidad, consume productos de Granada.
Concluye la investigación de la Unidad de Medio Ambiente

La Policía Local identifica al autor de las pintadas con mensaje en fachadas del Albaicín y da cuenta al Juzgado

Ciudadanía - IndeGranada - Jueves, 20 de Agosto de 2020
Los agentes, que le han informado de las diligencias instruidas instándole a que cese en sus acciones, recuerdan que estos hechos pueden constituir un delito contra el patrimonio, castigado con penas de entre 6 meses y 3 años de cárcel y multas.
Pintadas con mensajes que han ido apareciendo en fachadas del Albaicín.
IndeGranada
Pintadas con mensajes que han ido apareciendo en fachadas del Albaicín.

La Policía Local de Granada ha concluido la investigación sobre las pintadas con letra cuidada y mensajes que vienen apareciendo en los últimos meses en fachadas del Albaicín, incluidos inmuebles protegidos.

El autor, un hombre mayor de 60 años, ha sido informado e las diligencias que se instruyen y de las consecuencias, al poder constituir un delito contra el patrimonio, castigado con penas de entre 6 meses a 3 años de cárcel, además de multa.

La Policía Local alerta de que estas acciones "ponen en riesgo la continuidad de la inscripción del barrio en la lista de Bienes Patrimonio de la Humanidad de la Unesco"

Según ha informado la Policía Local, el pasado 30 de junio la unidad de Medio Ambiente puso en conocimiento del Juzgado de Guardia la investigación efectuada a lo largo de varios meses en relación a la aparición de unas pintadas en numerosas fachadas de edificios del Albaicín, entre los cuales, muchos de ellos especialmente protegidos por tratarse de inmuebles catalogados como Bienes de Interés Cultural, tales como la iglesia de San José, el Aljibe del Rey o la Casa Morisca de la calle Horno del Oro. La Policía Local ha llamado la atención sobre el hecho de que estas acciones "atentan contra la imagen del entorno y ponen en riesgo la continuidad de la inscripción del barrio en la lista de Bienes Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (desde el 17 de noviembre de 1994)".

Las pintadas, recuerda la Policía, consisten en textos rimados que indujeron a pensar en su día que su autor "pudiera ser una persona con cierta formación en literatura y dominio del lenguaje".

El pasado 18 de mayo se recibió una llamada telefónica a la Sala de Coordinación del 092 informando que una mujer vecina del barrio había sorprendido a un hombre mayor de sesenta años realizando una pintada en su fachada haciendo alusión a las conductas de propietarios de perros que no recogen los excrementos de sus animales. Al lugar se desplazó una patrulla de la unidad de Medio Ambiente para recabar más información que pudiese orientar la investigación, si bien las sospechas pesaban sobre un individuo que ya en 2009 fue acusado por acciones similares.

Fotografías de las pintadas distribuidas por la Policía Local de Granada. 

Se da la circunstancia, apunta la nota de la Policía Local, "que el propio sospechoso ha sido denunciado por los hechos que ahora recrimina mediante los grafitos en las paredes conductas incívicas de otros ciudadanos, fue denunciado por agentes policiales hasta en cinco ocasiones en el año 2014 por negligencias similares con su propio animal".

A partir de la citada llamada, "se retomó la investigación realizando visionados de cámaras de seguridad de edificios, así como una intensificación de la vigilancia policial, resultando en principio infructuoso, posiblemente por un conocimiento de la orografía del barrio por parte del presunto autor toda vez que es vecino del mismo".

El pasado 17 de junio los agentes contactaron con un testigo que manifestó haber observado a una persona mayor realizando unas pintadas en una fachada y, aunque no pudo facilitar facilitar el nombre del presunto autor, sí ubicó su lugar de residencia.

Posteriormente, el 28 de junio una patrulla contactó con otro vecino del barrio que igualmente declaró cómo pudo observar a un señor de edad avanzada acompañado de un perro (indicando la raza del mismo) realizando unas pintadas en la calle Frailes de la Victoria, "habiendo sido grabado mientras llevaba a cabo tal acción".

La descripción del sujeto coincidía "plenamente" con la de la persona sobre la que recaían las sospechas de los agentes que efectúan las diligencias.

Con la información recopilada, los agentes se personan en el domicilio del investigado que en un primer momento no se encontraba en su interior, apareciendo a los pocos minutos acompañado del perro descrito por los testigos y que aparece en la grabación de vídeo.

Esta persona es instada a que cese en las acciones que viene llevando a cabo desde hace ya bastante tiempo, siendo informada sobre la instrucción de diligencias para poner en conocimiento de la autoridad judicial los hechos, pudiendo estos constituir un delito de daños contra el patrimonio histórico castigado con pena de prisión de seis meses a tres años o multa de doce a veinticuatro meses, además de poder ordenar los jueces o tribunales la adopción de medidas encaminadas a restaurar en lo posible el bien dañado, con cargo al autor del daño.