Contra el silencio de la desmemoria
Al cumplirse este 18 de julio los 82 años del cruel Golpe de Estado que cercenó la II República y el inicio de la Guerra Civil, el emotivo acto congregó al caer la tarde a varios cientos de personas en un homenaje a las víctimas del terror franquista.
Un sentido minuto de silencio, mientras tocaba el violín Alicia Ibáñez con la partitura principal de “La lista de Schindler”, música de John Williams, inició el acto, convocado por la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación; la Asociación por la Memoria Histórica 14 de Abril de Motril; Foro de la Memoria; Colectivo Alfacar y Lorca; Romero y Luna; Plataforma Granada Abierta; Andalucía Republicana y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica del Zenete y Guadix.
Francisco Vigueras, como conductor del homenaje, recordó la lucha del movimiento memorialista para que la tapia del cementerio, donde aún permanecen agujeros de disparos de los fusilamientos, sea declarado Lugar de la Memoria, lo que se logró el 10 de octubre de 2012.
Emotivo acto en la tapia del cementerio. P.V.M.
Y antes de eso, los encuentros que comenzaron en 2005, durante os años del gobierno municipal del PP, que retiró la placa que pusieron para recordar el lugar, donde los fusilamientos duraron 20 años, hasta 1956. Entre los más de 4.000 fusilados, la más joven, una niña de tan solo 13 años, hasta el último de ellos, Ricardo Benítez, el comandante de la guerrilla antifranquista.
Vigueras, como los intervinientes de las asociaciones convocantes, exigió a la Junta de Andalucía que aplicara en todos sus extremos la Ley de Memoria Democrática y que avanzara en ella al señalar, como ejemplo, que recientemente –revelado por El Independiente de Granada- se descubrió una nueva fosa en Güevéjar que no está incluido en el mapa oficial de fosas.
La portavoz de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación defendió la celebración del acto, separado del institucional convocado para este viernes al señalar que el otro es para "el lucimiento de las instituciones" en el que se sienten "invitados de piedra".
Frente a ello defendieron la celebración de un acto reivindicativo en el que exigir la reforma de la Ley de Amnistía para permitir a la jueza Servini que investigue los crímenes del franquismo, y lamentó que PP, PSOE y Ciudadanos votaran contra en el Congreso contra la reforma de esta ley, lo que permite que "el torturador Billy El niño pueda pasearse libremente por las calles de Madrid, lo que supone un grave insulto para las víctimas".
Una de las numerosas banderas republicanas presentes. P.V.M.
En el acto, también amenizado por el acordeón republicano, se celebró un hermanamiento de dos alcaldes republicanos, represaliados por la dictadura, de Huétor Tájar y Vélez de Benaudalla.
En su recuerdo hablaron Rafaela Molina Ortega y el gran cantaor Juan Pinilla, hija y bisnieto de Rafael Molina Mantas, último alcalde republicano de Huétor Tájar; y Antonio Gijón, hijo de José Gijón Lorente (Pepe el Vito), último alcalde republicano de Vélez Benaudalla.
Para cerrar el acto, Juan Pinilla, el flamenco; la música del pueblo. Pocos como Juan Pinilla para expresar la lucha por la Memoria. Juan Pinilla evoca la estrecha relación entre grandes cantaores y la República, manipulada y transformado por el franquismo. Y allí que se arrancó, acompañado a la guitarra por Francisco Manuel Díaz.
