Imagen de Cintia Moreno García

Cintia Moreno García

Historiadora y arqueóloga. Investigadora de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación.

Imagen de Luis Ruiz Ruiz

Luis Ruiz Ruiz

Maestro jubilado e investigador. Es autor del libro 'II República, Guerra Civil y represión en Güevéjar', publicación con la que quiso saldar una deuda con sus familiares represaliados, especialmente, con su abuelo.

Imagen de Mario Ortega

Mario Ortega

Mario Ortega, químico y doctor en ciencias ambientales, de Granada, acunado en el Abayzín, es, según parece, andaluz de nacimiento y de cultura. Le interesa el mundo, la política y todo asunto que demande ser pensado. Lleva años escribiendo opinión en corta, media y larga distancia, en realidad es una forma de dar aire al instinto de participación en los debates públicos, así foga la pulsión política. Es por eso que este blog se llama Loco por incordiar, no se tomen el incordio como molestia, es más bien ganas de llamar la atención con azúcar, sal, pimienta y otros aliños según el caso.

Imagen de Paco Vigueras

Paco Vigueras

Periodista, biógrafo de Constantino Ruiz Carnero y portavoz de la Asociación Granadina Verdad Justicia y Reparación.

Imagen de David Sánchez Chaves

David Sánchez Chaves

Soy granadino de nacimiento aunque mi infancia la viví en Valencia.Abogado autónomo, ni soy jefe de nadie ni tengo jefe. Soy presidente de la asociación AGMADA (Abogad@s Granadin@s por el Medio Ambiente y los Derechos de los Animales), presido también el Grupo Especializado en Derecho Ambiental y Animal del (Ilustre) Colegio de Abogados de Granada; Técnico Superior en Gestión Forestal y del Medio Natural; aficionado a la montaña, a la fotografía, a andar y a viajar en bicicleta y, cuando tengo tiempo, a pensar. Convivo con un perro, cinco tortugas de agua, dos tortugas de tierra, una rana, tres gallinas y una niña humana muy pequeña, mi hija Elvira. Trataré de escribir aquí reflexiones principalmente sobre los vínculos y relaciones entre las personas, la Naturaleza y los animales no humanos (los que hemos elegido como mascotas, los que hemos creado para nuestro aprovechamiento y los que son libres, la fauna), porque hay que recordar lo que constantemente se nos olvida: el ser humano no pertenece al reino vegetal, así que sólo nos queda asumir que pertenecemos al reino animal y, como animales que somos, estamos sujetos a las normas que rigen en nuestro ecosistema, o lo que queda de él.

Imagen de Lucía Torres

Lucía Torres

Lucía Torres es Licenciada en Periodismo y en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Le gustan las Artes Escénicas y la Literatura desde que tiene conciencia (si es que eso existe, tal y como creemos conocerla), inquietudes que la han mantenido relacionada con estos ámbitos en su vida personal y profesional desde diversas facetas.
Ha trabajado como camarera, correctora editorial, cuidadora de discapacitados y periodista. Actualmente es profesora de Lengua Castellana y Literatura en ESO y Bachillerato.
Imagen de Manuel Morales

Manuel Morales

Hijo de padres andaluces, crecí en Madrid y vivo en Granada desde los 19 años. Casado y padre dos hijas.
Me licencié en Física por la Universidad de Granada y realicé un master universitario en energias renovables. Trabajo como funcionario de la Agencia Estatal de Meteorología. Realicé en el Instituto para la Paz y los Conflictos, los cursos de preparación para un doctorado que nunca terminé, al interponerse la política en el camino.
Imagen de Juan Ferreras

Juan Ferreras

Imposible resumir a Juan Ferreras: ha trabajado en tantos medios, en tantos lugares, ha hecho tantas cosas. Y en todos ha dejado su impronta personal y profesional. Es el fotoperiodista: periodista, primero, y capturador de realidades, después. O a la inversa. Un lujo para todos los que han podido disfrutar de su trabajo y su tiempo. Un extraño guía espiritual, que siempre niega ser. Una referencia para todos en esta sociedad tan injusta y descarnada, aunque lo niegue. Puede que la palabra compromiso alguien la inventara para él. Por encima de ideologías, que la tiene muy clara, y tan clara, de partidos o de corrientes. Cuando otros, a estas alturas, repliegan banderas y compromisos, más alta la eleva. En este fotoblog nos regala imágenes de la vida. La vida real y cruda. La que muchos quisieran esconder y que trata de dignificar situándose detrás de esa cámara que ha retratado a reyes.

Imagen de Francis Fernández

Francis Fernández

Nací en Córdoba, hace ya alguna que otra década, esa antigua ciudad cuna de algún que otro filósofo recordado por combinar enseñanzas estoicas con el interés por los asuntos públicos. Quién sabe si su recuerdo influiría en las decisiones que terminarían por acotar mi libre albedrío. Compromiso por las causas públicas que consideré justas mezclado con un sano estoicismo, alimentado por la eterna sonrisa de la duda. Córdoba, esa ciudad donde aún resuenan los ecos de ése crisol de ortodoxia y heterodoxia que forjaría su carácter a lo largo de los siglos. Tras itinerar por diferentes tierras terminé por aposentarme en Granada, ciudad hermana en ese curioso mestizaje cultural e histórico. Granada, donde emprendería mis estudios de filosofía y aprendería que el filosofar no es tan sólo una vocación o un modo de ganarse la vida, sino la pérdida de una inocencia que nunca te será devuelta. Después de comprender que no terminaba de estar hecho para lo académico completé mis estudios con un Master de gestión cultural, comprendiendo que si las circunstancias me lo permitirían podría combinar el criticado sueño sofista de ganarme la vida filosofando, a la vez que disfrutando del placer de trabajar en algo que no sólo me resultaba placentero, sino que esperaba que se lo resultase a los demás, eso que llamamos cultura. Y ahí sigo en ese empeño, con mis altos y mis bajos, a la vez que intento cumplir otro sueño, y dedico las horas a trabajar en un pequeño libro de aforismos que nunca termina de estar listo. Pero ¿acaso no es lo maravilloso de filosofar o de vivir? Tal y como nos señala Louis Althusser en su atormentado libro de memorias “Incluso si la historia debe acabar. Si, el porvenir es largo.”

Páginas