Stephen Hawking encantó a sus seguidores en Granada, en 2001

E+I+D+i - G.P.F. - Miércoles, 14 de Marzo de 2018
El famoso astrofísico británico ha muerto la pasada madrugada. El periodista y escritor Gabriel Pozo Felguera recuerda su paso por Granada en 2001, cuando predijo que antes de 2999 el hombre colonizará otros planetas y estrellas; también que podrá acabar autodestruyéndose por enfrentamientos nucleares.
Auditorio de Caja Rural, completamente abarrotado de estudiantes.
Fotos: Aniceto Porcel y Archivo de Fundación Caja Rural
Auditorio de Caja Rural, completamente abarrotado de estudiantes.

El científico Stephen Hawking estuvo dos días en Granada en el año 2001. Tras cinco años de continuas invitaciones por el Instituto de Astrofísica de Andalucía, al final accedió a venir a participar en dos importantes actividades científicas; fue el 24 y 25 de abril. La primera de ellas fue impartir un seminario de Cosmología pura a los científicos y becarios del Instituto. Allí mismo dio una multitudinaria rueda de prensa para los medios de comunicación nacionales.

Pero sin duda, la actividad que más interés suscitó fue una conferencia para algo más de setecientas personas que abarrotaban la Auditotorio de la Caja Rural. Las 466 butacas se quedaron pequeñas; se llenaron los pasillos y los palcos. Además, fue habilitada una pantalla en el vestíbulo. También fue desplegada otra pantalla en el Parque de las Ciencias, donde sus asistentes pudieron ver y oír el sonido metálico del sintetizador con que se expresaba. 



El astrofísico durante su conferencia. 

Hawking fue presentado por Rafael Rodrigo y Víctor Aldaya, entonces director del Instituto de Astrofísica de Andalucía

La conferencia versó sobre el origen y futuro del universo, bajo el título “La Ciencia en el futuro”. Hawking fue presentado por Rafael Rodrigo y Víctor Aldaya, entonces director del IAA. Al comienzo de su conferencia, Stephen mostró una imagen de uno de los nuevos episodios de "Star Trek", en la que aparece él mismo jugando a las cartas con Newton, Einstein y uno de los protagonistas. Con este toque humorístico (que mantuvo a lo largo de toda su conferencia) quiso llamar la atención sobre la visión que siempre se ha tenido del futuro, desde las novelas de H.G. Wells a la saga de "La Guerra de las Galaxias" o la serie "Star Trek". El punto común de todas ellas es el hecho de encontrarnos ante una sociedad estacionaria, esto es, una sociedad en la que los problemas sociales están en muchos casos solventados, y la ciencia es un cuerpo totalmente cerrado, del que sólo se pueden extraer innovaciones tecnológicas. Pero desde que el hombre apareció sobre la faz de la tierra, no se ha tenido dicha sociedad estática, sino una sociedad en continuo avance y revolución, aunque en ocasiones ocurrieran retrocesos culturales como en la Edad Media. 

De esta manera resumió el IAA sus palabras. Para seguir diciendo que “la población de la Tierra sigue un crecimiento exponencial del 1.9%. Esto significa que la población se duplica en 40 años escasos. Podríamos poner como medidas del desarrollo científico el consumo de electricidad o el número de artículos científicos publicados. Ambos también se duplican en 40 años. Sin embargo, no se han alcanzado las visiones utópicas que se tenían sobre el año 2001 al principio o a mitad del siglo pasado. Por ejemplo, en la película "2001: Una Odisea en el Espacio", el hombre ya poseía colonias en la Luna y viajaba a Júpiter. No ocurrirá esto en los próximos años, sea quien sea el que gobierne.

Hawking estaba seguro, en 2001, de que antes de 2999, el hombre se extendería por el resto de planetas del sistema solar, e incluso viajará a algunas estrellas cercanas. Y que será muy posible que nos encontremos con otras civilizaciones mucho más avanzadas que la nuestra, también mucho más primitivas. Pero también dijo que quizás lo único que nos sobreviva en el futuro serán las bacterias, ya que las civilizaciones humanas del futuro acaben autodestruyéndose entre sí por guerras nucleares. No obstante, expresó su optimismo de que la inteligencia del hombre le impida llegar a ese extremo.

Fotos: Aniceto Porcel y Archivo Fundación Caja Rural