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Presentan alegaciones contra la megaplanta fotovoltaica proyectada junto a la Dehesa de Santa Fe

E+I+D+i - IndeGranada - Viernes, 5 de Agosto de 2022
Ecologistas en Acción y otras dos asociaciones estiman que el megaparque solar incumple varias normativas ambientales y dañará los ecosistemas, que incluyen la Zona de Especial Conservación (ZEC) de La Malahá.
En verde, a la derecha, Dehesa de Santa Fe. En rojo, megaplanta solar y en rosa la ZEC de La Malahá.
Plano extraído del estudio de impacto medioambiental.
En verde, a la derecha, Dehesa de Santa Fe. En rojo, megaplanta solar y en rosa la ZEC de La Malahá.

Ecologistas en Acción de Granada, la Asociación Somos Vega. Somos Tierra y a la Agrupación de Voluntariado Ambiental de Santa Fe, AUCA, han presentador alegaciones a la megaplanta fotovoltaica que la empresa madrileña Ence Energía S.L. proyecta en los términos municipales de Las Gabias, Vegas del Genil y Santa Fe, en concreto, entre el Parque Periurbano de la Dehesa de Santa Fe, espacio protegido perteneciente a la RENPA, y la Zona Especial de Conservación de La Malahá, espacio protegido perteneciente a la Red Natura 2000, cuyo eje en este sector es el arroyo Salado.

Este proyecto, tal y como informó El Independiente de Granada, supondría la instalación de un total de 201.632 módulos o paneles fotovoltaicos ocupando una superficie de 155 hectáreas, más las afecciones provocadas por la línea de evacuación eléctrica que atravesaría toda la Vega de Granada hacia el norte, pasando por Santa Fe, Pinos Puente, Albolote y Atarfe.

Olivares que se verían afectados al NE del Parque Periurbano de la Dehesa de Santa Fe con gran impacto paisajístico en toda la Vega de Granada. remitida por las asociaciones

Entre las alegaciones presentadas las organizaciones ambientales citan las siguientes:

  • La localización de esta megaplanta fotovoltaica afecta negativamente a los ecosistemas del Parque Periurbano de la Dehesa de Santa Fe (RENPA) y de la Zona Especial de Conservación de La Malaha (Red Natura 2000), así como al sector existente entre ambas y que cumple la función de ecotono, con vocación de recibir una posible ampliación de esos espacios protegidos según la Estrategia de Biodiversidad 2020-2030 de la Unión Europea (UE). 
  • Este megaproyecto se ha compartimentado en tres (Ence Atarfe I, II y III) con la intención de eludir las evaluaciones ambientales de proyectos de más de 50 megavatios (Mw), cuya competencia corresponde a la Administración central, al tiempo que se esquiva la evaluación del impacto global del proyecto. 
  • Se produce una invasión y ocupación de estos espacios, provocando la fragmentación y alteración de un entorno con alto valor paisajístico y gran intervisibilidad con otras zonas de la Vega y Depresión de Granada. Por otra parte, las líneas de evacuación poseen un trazado que impacta negativamente en la Vega de Granada, en unas zonas sometidas a restricción de usos y transformaciones en el Plan de Ordenación de la Aglomeración Urbana de Granada (POTAUG). 
  • Se afecta a la hidrodinámica del arroyo Salado, generando una rápida incorporación de las aguas pluviales y sedimentos al curso del arroyo con afectación directa a dicho cauce, así como a las poblaciones y zonas aguas abajo. 
  • Los tres proyectos ocupan la zona de policía de los arroyos. 
  • No se respeta la Zona de Influencia Forestal, ni la Faja de Seguridad, respecto al espacio forestal de La Dehesa de Santa Fe, según se establece en la ley 5/1999 de 29 de junio de Prevención y Lucha Contra los Incendios Forestales de la Comunidad Andaluza. 
  • Los proyectos se plantean en zonas no urbanizables con vocación agrícola, de hecho la mayor parte del proyecto se ejecutaría sobre olivares, por lo que conllevaría la eliminación total de esa vegetación actual, es decir, se cortarían miles de olivos con lo que eso supondría de liberación de carbono capturado por esos árboles, así como la cantidad de CO2 que dejaría de secuestrarse por la eliminación de esta vegetación, además de la pérdida de la actividad agrícola y puestos de trabajo vinculados a ella. 
  • Se considera muy deficiente la Evaluación de Impacto Ambiental, en lo que respecta a flora y fauna.  Por lo que respecta a la fauna no se han realizado muestreos específicos y en las épocas más favorables para la detección de especies. Tampoco se aporta metodología para el estudio de macroinvertebrados, ni se ha llevado a cabo un estudio de detalle respecto a constatar la posible presencia y afección a las aves esteparias. Estas carencias del EIA se hacen muy evidentes al no recoger la presencia de conejo en la zona de actuación, siendo esta especie relativamente abundante. 

Por todo lo anterior, Ecologistas en Acción, Somos Vega-Somos Tierra y AUCA, han solicitado a la Junta de Andalucía que no se autoricen dichos proyectos fotovoltaicos. En este sentido, tanto estas entidades como otras que están mostrando interés por este caso "van a llevar a cabo todas las gestiones que correspondan para procurar que esa megaplanta fotovoltaica no llegue a materializarse".

"Solares sí, pero no así"

Este es el slogan, "solares sí, pero no así", o "renovables sí, pero no así", con el que multitud de colectivos en toda España están reclamando un modelo de transición energética "justo", poniendo la defensa del territorio y su biodiversidad en el centro. 

Según explican las tres asociaciones ambientales, en los últimos tiempos se está constatando la proliferación, por doquier, de proyectos para la producción de energías renovables, sobre todo campos de aerogeneradores y plantas fotovoltaicas. Esto, que parece loable y deseable en un contexto de cambio climático y crisis energética globales, sin embargo, se está encontrando con la oposición de multitud de colectivos, tales como asociaciones ecologistas, naturalistas, plataformas ciudadanas, agricultores/as, habitantes de los territorios afectados, etc.

¿Cuál es la causa de este enfrentamiento? Para acercarse con detalle a la respuesta se pueden consultar diversos documentos, escritos o las webs de muchos de esos colectivos como, por ejemplo, la de la Alianza Energía y Territorio, Aliente, alianza a nivel nacional que aglutina a más de 200 entidades y colectivos diversos, que en líneas generales se han unido "para proponer una transición energética justa, basada en la generación renovable distribuida, el ahorro energético y el autoconsumo, una transición que ponga la defensa del territorio y su biodiversidad en el centro".

El rechazo frontal a estos proyectos se sustenta, principalmente, en tres aspectos:

  • Los megaproyectos de energías renovables que se están promoviendo por toda la geografía peninsular no contribuyen a democratizar el recurso solar, pues persiguen la concentración del mismo en unas pocas manos. 
  • Se proyectan sobre el territorio cambiando su uso, generalmente agrario, con lo que se reduce nuestra capacidad de autosuficiencia alimentaria, aspecto estratégico hoy y de cara al futuro. 
  • Se producen alteraciones graves en los ecosistemas y se afecta a la biodiversidad de los territorios donde se ubican, así como de los paisajes agrarios tradicionales. 

Estas afecciones se evitarían con una práctica basada en la distribución del recurso entre la ciudadanía, fomentando el autoconsumo, así como el uso de todas las superficies disponibles con capacidad para albergar placas solares, tales como tejados de viviendas y naves industriales, equipamientos o infraestructuras de distinta naturaleza pertenecientes a las distintas administraciones, etc., estiman las asociaciones.