Análisis de Rocío Fajardo Fernández, doctoranda y profesora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UGR

¿Fue siempre Granada una provincia atrasada económicamente?

E+I+D+i - Rocío Fajardo Fernández - Lunes, 29 de Octubre de 2018
Un análisis de la profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Granada Rocío Fajardo Fernández, para tenerlo en cuenta.
Un anciano observa el paso del metro.
María de la Cruz
Un anciano observa el paso del metro.
El pasado martes 16 de octubre tuve la ocasión de asistir a la conferencia así titulada, impartida por el profesor Manuel Titos Martínez, Catedrático del Departamento de Historia Contemporánea de la Universidad de Granada. Lo que en ella se comentó me resultó de gran interés para el conocimiento público, por lo que presento a continuación un resumen de la información que Manuel Titos Martínez, del que tuve la suerte de ser alumna hace ocho años, nos compartió. Para entender mejor, nos entregó un papel con datos elaborados por él y extraídos del Instituto Nacional de Estadística, la Contabilidad Regional de España y los Padrones Municipales de Población (son las tablas que se incluyen).

Lo primero es situarnos un poco. La provincia de Granada ocupa el 14,45% y el 2,48% del territorio de Andalucía y España respectivamente. Si la distribución de población y riqueza fuera igualitaria, los porcentajes de población y de PIB serían los mismos. Pero esto no es así; observando los datos vemos que Granada es una ciudad más despoblada que su entorno y cuyos habitantes cuentan con una riqueza proporcionalmente menor. El PIB por habitante de Granada es un 73,32% del de España. Si nos vamos a los sectores productivos, vemos que la agricultura granadina supone 4,6 puntos porcentuales más que la española, sobre el total de sectores. Y que en el caso de la industria, son 9,3 menos. En la ciudad granadina, medinat garnata, casi un 30% de personas obtienen sus ingresos de la administración pública, mientras que para el conjunto del Estado Español no llega al 20%. Esto se debe principalmente al número de pensionistas de nuestra ciudad. Andalucía se sitúa en un punto intermedio en los datos mencionados, entre la provincia y el Estado. Estas cifras de 2015 nos hacen preguntarnos, ¿ha sido siempre así?

Datos en % de Granada sobre Andalucía y España (a 31-12-2015[1])

Unidad

Superficie

Población según padrón 01-01-2016

PIB/pm              INE 31-12-15

Granada/

Andalucía

14,45

10,91

10,74

Granada/

España

2,48

1,97

1,44

PIB en España, Andalucía y Granada (2015)

 

Unidad

PIB/pm      

Mill. Euros

PIB/Habitante

Euros

Índice

 

España

1.079.998

23.160

100

 

Andalucía

145.051

17.270

74,57

 

Granada

15.574

16.980

73,32

 

PIB por sectores de producción en % (INE, 2015)

 

Sector

España

Andalucía

Granada

 

Agricultura, ganadería y pesca

2,8

6,5

7,4

 

Industria y energía

18

12,7

8,7

 

Construcción

5,6

6,2

6,2

 

Servicios

54,8

51,8

48,3

 

Admón. Pública

18,8

22,8

29,4

 

               

Una buena forma de buscar pistas sobre nuestro pasado es recurrir a la evolución demográfica de la ciudad. En el período que va desde 1857, fecha del primer censo oficial, hasta 1900, la tendencia ha sido la estabilidad poblacional. No es así cuando comienza el nuevo siglo. A partir de 1900 empieza una tendencia creciente que volverá a decrecer tras la guerra civil y el periodo de posguerra. Algo pasa entre los años 1900 y 1950 que hace que la gente quiera venir a Granada, porque el ritmo de crecimiento de la población es proporcionalmente mayor al de España y al de Andalucía. A partir del año 1950 vemos que 100.000 habitantes han desaparecido y se han ido a Cataluña, Francia, Suiza… ¿Qué pasaba en el periodo anterior y que deja de pasar? ¿Qué caramelo atrae a 300.000 personas?

Tendencias generales de la demografía en Granada

Periodo

Tendencia

Población final

1857-1900

=

500.000

1900-1950

+

800.000

1950-1985

-

700.000

1985-2011

+

924.500

2012-2017

-

912.938

Por continuar con la búsqueda de pistas, el transporte y las conexiones suelen ser relevantes en los cambios urbanos y demográficos. Dentro de los medios de transporte, quizá sea el ferrocarril el más revolucionario, atendiendo al número de personas que afecta y a la calidad y cantidad de los cambios que se suceden tras su aparición. Si echamos un vistazo a las conexiones ferroviarias del momento, a pesar de que la conexión con Antequera fuera un poco tardía en relación al resto de Andalucía (se abrió en 1874), para 1907 ya había conexiones con Murcia y Barcelona. En medio se habían abierto las líneas de Almería (1898) y Moreda (1904), que a su vez conectaba con Linares, y de ahí a Madrid.

En la ciudad granadina, casi un 30% de personas obtienen sus ingresos de la administración pública, mientras que para el conjunto del Estado Español no llega al 20%. Esto se debe principalmente al número de pensionistas de nuestra ciudad

Siguiendo con las infraestructuras, Granada contaba con unas condiciones excepcionales para la hidroelectricidad y en 1892 el Ayuntamiento otorga una concesión a los hermanos Agrela, que eran banqueros, para abrir la primera fábrica hidroeléctrica en Pinos-Genil. En los primeros 20 años del siglo XX, había 22 empresas hidroeléctricas que cubrían las necesidades de Granada y Almería; a pesar de lo cual, se consumía más energía eléctrica de la que se producía. Esto ocurría probablemente por el exceso de consumo del sector industrial, que suele ser el que más consume; por lo que se importaba más electricidad desde Jaén.

Un dato que nos indica claramente que no siempre hemos estado a la cola en las clasificaciones lo encontramos precisamente a comienzos de siglo. En 1900 Granada era la decimocuarta ciudad de España en pago de impuestos, lo que significa que había una riqueza que estaba siendo gravada. A menudo, el comportamiento de los bancos nos da información para saber de dónde viene o a dónde va esta riqueza en términos monetarios y de inversión. ¿Qué pasaba con ellos, pues? El Banco de España abrió su tercera sucursal fuera de Madrid en nuestra provincia. Y el banquero que estaba a la cabeza en cuanto a volumen y concesión de préstamos en Andalucía era Rodríguez-Acosta. El Banco Hispanoamericano, que contaba con capital de su presencia en Cuba, y un montón de bancos más se instalan en Granada porque hay facilidades de negocio.

Un dato que nos indica claramente que no siempre hemos estado a la cola en las clasificaciones lo encontramos precisamente a comienzos de siglo. En 1900 Granada era la decimocuarta ciudad de España en pago de impuestos, lo que significa que había una riqueza que estaba siendo gravada

Cuba nos da otra clave de a qué se debió ese crecimiento económico. Y es que con la descolonización, cesó el abastecimiento de azúcar del que la isla nos proveía. Por lo tanto, se quedó libre un nicho de mercado que fue aprovechado por empresarios granadinos, que empiezan a sembrar sus vegas de remolacha. En 1900 hay 30 fábricas de azúcar en funcionamiento, 22 en el interior y 8 en la costa. 8.000 personas (generalmente, hombres) trabajan en dichas fábricas y, atendiendo a la composición de los hogares del momento, cabría afirmar que 40.000 personas dependían directa o indirectamente de las mismas. A la más tradicional fabricación a partir de la caña de azúcar se le añade la de la remolacha. Como ejemplo de la implantación de la primera en nuestra provincia, sirva la autorización para permanecer en el territorio que se concedía a los andalusíes que tenían conocimientos en el sector, hasta la expulsión definitiva en el siglo XVII.

Datos producción de azúcar en la provincia de Granada

Año

Toneladas

% Granada/España

1900

25.000

33

1930

71.000

25

1940

35.000

10

1950

10.000

5

Este proceso de enriquecimiento lleva aparejado un nuevo proceso de transformación urbana, siendo uno de los proyectos que más afectarán a la ciudad el de la construcción de una calle que fuera reflejo de los gustos de los nuevos burgueses: la Gran Vía. Un kilómetro de largo y 80 metros de ancho (incluyendo los bloques enteros) que se llevó por delante palacios renacentistas y árabes en el proceso de explanación y expropiación llevado a cabo para su construcción, que duró hasta el 1940. No en vano, uno de los edificios que la inaugura, el de la Caja Rural, imita a otro en París y fue encargado por uno de los empresarios que se enriqueció con el azúcar.





Gran Vía, Nº 2. Oficina principal de la Caja Rural de Granada. Fotografías de Rocío Fajardo Fernández

Los años pasan y tras este periodo de crecimiento, vemos que de forma paulatina el sector vuelve a decaer, hasta que se cierra la última fábrica de remolacha en 1984, la de San Isidro; y en 2006 la última de caña de azúcar en Salobreña. ¿Cuáles son las causas del declive del sector? Por un lado, la competencia empieza a crecer, pues se han instalado fábricas en otros espacios con mejores condiciones de humedad. Por otro, se produce también un agotamiento de las tierras, ya que la remolacha necesita de muchos nutrientes. Esto hace que el rendimiento y la productividad vayan bajando y se vayan abandonando y cerrando fábricas progresivamente. Además, en las políticas industriales del franquismo, el azúcar no se considera de primera necesidad. La innovación económica que se introdujo desde nuestra provincia empieza a copiarse y el modelo se expande, por lo que deja de ser algo particular. La centralidad del azúcar decae también porque las inversiones se empiezan a desviar hacia otros sectores, como los secaderos de tabaco. Mientras que con el azúcar el proceso íntegro se realizaba en Granada, el tabaco es almacenado aquí, pero procesado en Sevilla y transportado a través de Málaga por ferrocarril.

La etapa de crecimiento acumulado termina tras la guerra civil. A partir de los años 40, deja de haber burguesía que invierta en sectores potentes, mientras que de las administraciones públicas no se produce tampoco una compensación. No hay más que observar lo que los distintos proyectos industriales han dejado en nuestra provincia

La etapa de crecimiento acumulado termina tras la guerra civil. A partir de los años 40, deja de haber burguesía que invierta en sectores potentes, mientras que de las administraciones públicas no se produce tampoco una compensación. No hay más que observar lo que los distintos proyectos industriales han dejado en nuestra provincia. El periodo autárquico, con la actuación del Instituto Nacional de Industria, lo único que deja es la fábrica de celulosa en Motril. Los Planes de Desarrollo de los años 60 simplemente colaboran, en el II Plan, con el establecimiento del polígono de Juncaril. Los empresarios que antes trabajaban en el centro se trasladan al mismo, que es donde se están dando las subvenciones. Lo único que ocurre al margen de esto, es que en 1969 una empresa japonesa abre una fábrica de cañas de pescar en Maracena. Posteriormente, en el periodo de 1977 a 1985, la Junta de Andalucía también lleva a cabo una serie de inversiones industriales; no obstante, las subvenciones recibidas por los empresarios granadinos se componen de un 6,55% del total. La población, en este momento, oscila entre el 11% y el 12% de la región, por lo que se recibe casi la mitad en puntos porcentuales.

¿Hemos sido demasiado adaptativos y poco reivindicativos? Quizá. A esto se le suman los problemas de globalización, deslocalización y robotización. A veces da la sensación, como a Alicia, de que corremos pero no nos movemos. ¿Hacia dónde podríamos caminar a partir de ahora? 

¿Hemos sido demasiado adaptativos y poco reivindicativos? Quizá. A esto se le suman los problemas de globalización, deslocalización y robotización. A veces da la sensación, como a Alicia, de que corremos pero no nos movemos. ¿Hacia dónde podríamos caminar a partir de ahora? Por mucho que se hable del sector turístico, este da todo lo que puede dar de sí, si no más. Sierra Nevada ya recibe un millón de visitantes al año y no puede recibir más si no queremos dejar a las futuras generaciones de granadinos sin Sierra. Debemos defenderla de proyectos especulativos que puedan ser irreversibles y vayan en detrimento de su sostenibilidad. Con nuestra Alhambra, nuestra Roja, ocurre algo similar. Deberíamos comprometernos a que si hemos recibido una Alhambra de 10 (es uno de los palacios árabes mejor conservados del mundo), dejar al futuro como herencia una Alhambra de 11. No podemos meter a más de 2 millones y medio de personas al año, que son las que la visitan actualmente. Mientras, se fomenta un turismo de borrachera, con la influencia que tiene en los modos de vida. El turismo no puede ser la salvación de Granada. Es un sector que a menudo lleva a considerar a la cultura como elemento de exportación, y sin embargo, está más que demostrada su importancia en el bienestar de los y las residentes. La respuesta a la cuestión de cómo mejorar el empleo en nuestra provincia deberá ser dada colectivamente, pero por dar una pista desde el análisis histórico, igual es momento de dejar de ver al sector agrícola como síntoma de retraso, y empezar a ver ahí nuestra fortaleza.

 



[1] Los datos son de 2015 porque este es el año del que están disponibles los últimos de PIB por provincia.



Rocío Fajardo Fernández es profesora de la Facultad de Sociología y Ciencias Políticas de la Universidad de Granada