Empiezan diez días de cortes en la A-92G, Granada-Santa Fe, por obras de refuerzo del firme
La autovía A-92G sufre a partir de este martes a "cortes puntuales" por obras de mejora de la seguridad vial entre Santa Fe y Granada. La carretera que comunica la capital con la Vega de Granada y es la salida natural hacia Málaga o Sevilla se está sometiendo a trabajos de reparación integral del firme con el uso de Materiales Asfálticos Sostenibles (Masai), que la Junta de Andalucía está utilizando en la mejora de su red viaria en colaboración con la Universidad de Granada por ser menos contaminantes que los asfaltos habituales.
La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda comenzó la semana pasada las obras de refuerzo del firme, aunque es a partir de este martes cuando empiezan los cortes de carril en el tronco de la autovía en ambas calzadas (en sentido Sevilla y en sentido Granada). Estos cortes durarán diez días. La longitud de los cortes de carril se adoptarán en función del tramo que sea necesario sanear. Este pasado lunes se destaparon los carteles indicativos de itinerarios recomendados para, con ello, paliar en la medida de lo posible las retenciones de vehículos ocasionadas por la ejecución de las obras.
A mitad de marzo, toda la calzada
El siguiente paso se producirá en torno a la segunda quincena del mes de marzo, cuando se ejecute la capa de rodadura, momento en el que se deberá cortar al tráfico toda la calzada en la que se realicen los trabajos. Para la intervención se ejecutaran transfers en la mediana para trasvasar el trafico a la calzada adyacente. Durante estos trabajos de extendido de rodadura, la A-92 G funcionará como se si tratara de una vía de calzada única con doble sentido de circulación.
La A-92G soporta 25.000 vehículos al día con un 16 por ciento de tráfico pesado. Su estado de conservación requiere de una nueva capa de rodadura en todo su trazado, salvo en el nuevo enlace con la A-44, de reciente ejecución, los ramales de acceso y salida de la autovía y las vías de servicio a su paso por Santa Fe. Para ello, se están llevando a cabo estas obras, que cuentan con una inversión de 2,4 millones de euros.
Además de esta actuación, la Junta de Andalucía está en plena fase de contratación de otros tres contratos para la reparación del firme con Masai en 35 kilómetros de la autovía A-92 en la provincia de Granada, con una inversión de 18,7 millones de euros. Estos tramos de carretera, situado entre los términos municipales de Loja, Sálar, Huétor Tájar y Moraleda de Zafayona, presentan un elevado tráfico, con una media de hasta 32.000 vehículos al día, de los que un 18 por ciento son tráfico pesado.
Qué son los Masai
Los Masai son unas mezclas bituminosas diseñadas por la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Granada. Estas mezclas asfálticas se producen a una temperatura máxima de 140 grados y con unas características singulares, como que al menos el 20 por ciento del peso sea material fresado procedente de carreteras deterioradas o el 0,5 por ciento de material reutilizado como polvo de neumáticos.
Estos materiales han recibido un impulso decisivo por parte del Gobierno andaluz, que los está utilizando para afrontar una reparación más sostenible de la red viaria de titularidad autonómica. Es más, gracias a esta alianza entre la Junta y la Universidad, Andalucía ha sido la única comunidad autónoma que ha recibido 60 millones de euros de fondos europeos Next Generation para el arreglo de sus carreteras, según la Junta.
La denominación de estas mezclas hace honor a la tribu Masai. Para sus miembros, la tierra y todos sus elementos son sagrados y por ello se niegan a degradarla. Su supervivencia depende de la salud y fortaleza de la naturaleza de su entorno y de aprovechar al máximo todo lo que les proporciona, no generando ningún residuo. Ese es el espíritu principal de los materiales Masai: reutilizar, reciclar y valorizar productos ya preexistentes, incluso de la propia carretera, de forma que no se sobreexploten los recursos naturales, además de imponer nuevas técnicas de producción que permitan reducir drásticamente la temperatura de fabricación, lo que supone un menor consumo de combustible fósil y, por ende, una reducción de las emisiones.