Los trabajos en el sarcófago romano de Granada se centran en la extracción del cráneo
Los trabajos en el sarcófago romano hallado en Granada -datado entre los siglos II y IV- se han centrado este viernes en la extracción del cráneo aparecido tras la retirada de la tapa, que se encuentra en una posición forzada y apoyado en un ladrillo a modo de almohada. A la espera de los análisis, los restos presentan un buen estado, incluida la dentadura.
El equipo de expertos coordinado por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico tiene previsto excavar el interior del sarcófago -colmatado de tierra húmeda- a través las zonas más accesibles: los pies y la cabecera. La pieza sufre un pinzamiento muy acusado en su zona central -hasta el punto de tocarse los extremos de la coronación de las paredes laterales- y cualquier intervención podría ser “agresiva”.
La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha asegurado que, con la información actualmente disponible se trata de “un hallazgo excepcional que puede aportar un importante volumen de información histórica sobre el individuo inhumado, los rituales de enterramientos e, incluso, el medio ambiente de la Granada romana”.
Debido a la laboriosidad de la tarea de excavación, el estudio del sarcófago -hallado en una cata rutinaria vinculada a unas obras privadas en un inmueble de la plaza Villamena de Granada- continuará la semana próxima a la búsqueda de nuevos restos óseos, así como posibles elementos textiles y piezas de ajuar que puedan proporcionar más información.
Si los restos óseos se hallan en buen estado de conservación se podrá obtener el perfil biológico de la persona inhumada, de la que se podría conocer el sexo, la edad, la talla y el grupo humano. También se analizarán las variaciones esqueléticas que pueden proporcionar información sobre hábitos, desarrollo músculo-esquelético y condiciones de salud y enfermedad.
El estudio del sarcófago comenzó este jueves en las dependencias del Museo Arqueológico de Granada con la retirada de la tapa, de la que se tomaron muestras con el fin de analizar estos fragmentos para conocer su procedencia y el proceso de fabricación. Además, en el interior, se localizaron restos de las grapas de hierro que sujetaban la cubierta, además del cráneo ahora extraído.