El padre Román recibe con satisfacción su absolución, que las acusaciones estudiarán si recurrir
El padre Román ha recibido este martes con "satisfacción" la sentencia de la Audiencia de Granada que le absuelve de supuestos abusos sexuales a un menor, mientras que las acusaciones particular y popular, que ejercen el denunciante y la Asociación Pro Derechos del Niño (Prodeni), han comenzado a estudiar la resolución para decidir sobre un posible recurso.
La Audiencia de Granada ha absuelto al padre Román en el conocido como caso Romanones tanto por la falta "total y absoluta" de pruebas contra él como por la "inconsistencia del relato" del denunciante, que a juicio de la Sala incluye "graves contradicciones" y aspectos "absolutamente inverosímiles", según consta en la sentencia notificada este martes a las partes.
El abogado del padre Román, Javier Muriel, ha relatado a Europa Press que el sacerdote se ha mostrado "aliviado", "tranquilo" y "satisfecho" al conocer la decisión del tribunal, que "por esperada no deja de ser grata".
El padre Román defendió su inocencia durante el juicio y su letrado afirma que no esperaban un resultado distinto, lo que a su entender evidencia que el principio de legalidad se ha mantenido "inquebrantable".
La acusación particular, que ha ejercido el denunciante de los supuestos abusos, pedía 26 años de prisión para el padre Román por tres delitos de abuso sexual y una indemnización de 50.000 euros por daño moral.
Su abogado, Jorge Aguilera, ha empezado a analizar la extensa sentencia, de 80 folios, para poder decidir sobre un posible recurso de casación ante el Supremo, puesto que tanto él como su cliente esperaban que fuera condenatoria, según ha señalado el letrado en una primera valoración.
Juan Pedro Oliver, presidente de Prodeni, que ejerce la acusación popular, ha argumentado que "respeta" la sentencia pero no cree que sea "justa", pues opina que han existido elementos de prueba que podían haber cambiado la valoración de la Sala respecto al relato del denunciante.
Oliver ha llamado además a cambiar la ley, los plazos de prescripción en los abusos sexuales a menores y la manera de tomar testimonio a las víctimas para favorecer que salgan a la luz estos casos y las sentencias "sean más justas".
Prodeni atribuía al Padre Román un delito continuado de agresión sexual, con intimidación, violencia y prevalimiento y con acceso carnal y pedía para él 15 años de prisión, así como una indemnización de 75.000 euros por daño moral.
En la última sesión del juicio, la Fiscalía retiró su petición de nueve años de cárcel para el sacerdote y solicitó la libre absolución al entender que no estaban acreditados los abusos sexuales contra el denunciante.