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Polución atmosférica

Granada cierra 2021 de nuevo a la cabeza de Andalucía en contaminación

Ciudadanía - J. M. M. - Domingo, 2 de Enero de 2022
La calidad del aire ha sido algo mejor el año pasado respecto a los niveles anteriores a la pandemia, pero la capital y el extrarradio siguen soportando elevados niveles de partículas en suspensión y de NO2.
Calima de contaminación el pasado julio en Granada, cuando se llegó a los niveles más altos de partículas de los últimos años.
IndeGranada/archivo
Calima de contaminación el pasado julio en Granada, cuando se llegó a los niveles más altos de partículas de los últimos años.

Granada sigue a la cabeza de Andalucía en contaminación. Un triste récord que ha vuelto a confirmarse en 2021, un año en el que la calidad del aire, como ya ocurrió durante 2020 -el del confinamiento y las restricciones de movilidad-, ha sido algo mejor respecto a los niveles anteriores a la pandemia. Pero la polución continúa siendo un grave problema de Granada y su área metropolitana, y sin que hasta ahora se hayan tomado medidas contundentes para ponerle solución. 

Donde más se ha notado la mejoría ha sido en los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), el contaminante causado principalmente por el tráfico de vehículos a motor. Granada ha rebasado sistemáticamente, año a año, el máximo anual permitido por la legislación europea, de 40 microgramos por metro cúbico de media anual. Hasta que la pandemia y sus restricciones de movilidad hicieron que los niveles de NO2 bajaran. De los 42 microgramos de 2019 (periodo enero-noviembre), se pasó a los 32 microgramos de 2020, y en 2021 la concentración de NO2 ha sido parecida, incluso algo más baja: 31 microgramos/m3, también medidos entre enero y noviembre (los datos de diciembre aún no están disponibles) en la estación de Granada Norte (avda. Luis Miranda Dávalos), la que suele registrar los valores más altos de este contaminante. 

Sin embargo, pese a que esos 31 microgramos/m3 no superan los 40 de máximo permitido por la normativa, sigue siendo un valor muy alto, el más elevado de Andalucía, según los datos de la Red de vigilancia y control de la calidad del aire de Andalucía, dependiente de la Junta. 

NIVELES MEDIOS DE NO2 EN ANDALUCÍA 2021
Ciudad Estación con mayor concentración  Concentración media anual (microgramos/m3
Granada Granada Norte 31
Málaga  Avda. Juan XXIII 29
Sevilla Torneo 26
Córdoba Avda. Al-Nasir 25
Cádiz (Algeciras) Algeciras EPS 24
Huelva (Niebla) Niebla 22
Almería Mediterráneo 18
Jaén (Bailén) Bailén 16

Datos de enero a noviembre. Fuente: Junta de Andalucía

Como se ve en la tabla, Granada es la única ciudad andaluza que supera los 30 microgramos/m3, y sus 31 de promedio están por encima de los 29 de Málaga o los 26 de Sevilla. Y muy por encima de los menores valores, que se registran en Almería (18) y la ciudad jienense de Baién (16.

En partículas en suspensión PM10 (se llaman así porque su tamaño es menor a 10 micras), los datos son menos favorables que los de dióxido de nitrógeno. La contaminación por partículas se genera, además de por el tráfico, por las calefacciones, la construcción y la quema de rastrojos, muy habitual en la Vega. Y los episodios de mayor concentración suelen producirse por la llegada de masas de polvo sahariano, que en Granada suelen afectar con mayor virulencia que en el resto de Andalucía, por la situación orográfica de la capital y la Vega, a los pies de Sierra Nevada, que hace de pared y, ante la ausencia de vientos, estanca la polución y favorece que se forme la famos 'boina' de contaminación. 

Los niveles de partículas PM10 en 2021 se han situado muy cerca de los niveles pre-pandemia y por encima de los de 2020. La estación de calidad del aire de Armilla (Ciudad Deportiva), la que suele medir los valores más altos, registro un promedio de 33 microgramos/m3 entre enero y noviembre, por encima de los 28 de 2020 y muy parecido a los 34 microgramos de 2019, antes de la pandemia. Ninguna otra estación de medición andaluza registró una concentración de PM10 más alta el año pasado.

Picos máximos muy elevados

Y peores fueron los máximos diarios de partículas alcanzados en 2021. Llegaron a 161 microgramos/m3 en Armilla y 147 en la estación de Granada Norte de la capital de promedio en 24 horas. También niveles máximos en Andalucía. Fue durante la primera ola de calor de julio, en que se llegarona registrar picos de 368 microgramos/m3 de partículas en suspensión. Esos valores triplicaron el máximo de partículas de media diaria, fijado por la normativa en 50 microgramos/m3, que no debe ser rebasado más de 35 veces en un año. La estación de Armilla registró 32 superaciones del máximo diario, muy cerca del límite máximo; Granada Norte tuvo 26 superaciones y la estación de Palacio de Congresos, 24. Esas superaciones diarias son prácticamente el doble de las que hubo en 2020 y también son muchas más que las de 2019, lo que indica que en 2021 respiramos aire de muy mala calidad más días que en los últimos años. 

Los últimos episodios de aire de muy mala calidad se han producido este mes de diciembre que acaba de terminar. Los días 20 y 21 hubo altístimas concentraciones de partículas, con picos de hasta 185 microgramos/m3, y aire calificado por la Junta como de 'muy mala calidad'. Y el año lo hemos cerrado de nuevo aire de mala calidad por exceso de partículas. Los dias 30 y 31 de diciembre hemos soportado en Granada elevados niveles de partículas en suspensión, de nuevo los peores baremos de Andalucía en estas fechas. 

Qué son las partículas en suspensión y qué efectos provoca en la salud.

Las partículas (PM) están integradas por una mezcla heterogénea y compleja de sustancias orgánicas e inorgánicas de tamaño y composición química muy variable; sólidas y/o líquidas, de origen tanto natural como antropogénico. Según explica el Ministerio de Transición Ecológica, son los contaminantes del aire más importantes en términos de peligrosidad para la salud humana (aquellas de un diámetro aerodinámico igual a las 10 micras, o inferior, conocidas como PM10), ya que pueden ser inhaladas y penetrar así en el sistema respiratorio; las de menor tamaño (de 2,5 micras de diámetro, o inferior –PM2,5-) pueden incluso alcanzar los alveolos pulmonares, lo que les permite de este modo llevar sustancias nocivas a zonas muy sensibles y agravar patologías que pueden conducir incluso a una muerte prematura. De este modo, las partículas (en especial las PM2,5) pueden estar implicadas en el incremento de la mortalidad y de la morbilidad por causas respiratorias y cardiovasculares. Además de PM10 y PM2,5, las partículas ultrafinas (inferiores a 0,1 micras, UFP) pueden incluso alcanzar el flujo sanguíneo y afectar por tanto a diversos órganos, y afectar al sistema nervioso central y al sistema reproductor, entre otros.

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