La víctima asegura que el motivo del asalto y brutal agresión que recibió se debió a que en una ventana de la casa lucía una bandera republicana.
Imagen extraída de Youtube
El músico Javier Cuesta.
Javier Cuesta, músico comprometido con la Memoria Democrática, ha denunciado una brutal agresión por parte de cuatro ultras de derechas que sucedió en su domicilio -durante la cuarentena vive con sus padres en el centro de Granada- en la noche del pasado sábado, según sostiene, porque en un balcón de su domicilio del centro de Granada, lucía una bandera tricolor, desde la muerte de Julio Anguita, el pasado día 16 de mayo.
Este es el relato de los hechos contado por la víctima:
"Me llamo Javier Cuesta, vivo en Granada con mis padres en una calle tranquila del centro, soy músico y también me gano la vida en el sector de la venta de maquinaria de hostelería. Escribo esta carta abierta para explicar lo que pasó el sábado 23 de mayo a las 21.30 horas, pero antes quiero dar las gracias a toda la gente que me ha escrito para darme ánimos y preguntar por mi salud y la de mi familia, y pedirles perdón porque entre la preocupación y los nervios no he podido responder a todos.Gracias.
En cuestión de segundos, los tres hombres que habían salido corriendo volvieron y empezaron a darme puñetazos y patadas entre los cuatro. Tras un golpe en el estómago perdí el equilibrio, caí al suelo y siguieron agrediéndome a patadas. El parte médico da cuenta de los hematomas en la espalda y la cara, y del dedo meñique derecho roto que me dejaron estos cuatro desconocidos
El sábado recibí una paliza por parte de desconocidos que entraron a mi casa. Fue una situación muy desagradable que no le deseo a nadie. Eran aproximadamente las 21.30 horas, yo iba a meterme en la ducha, en el segundo piso, y de pronto empecé a escuchar gritos de mi hermana y mis padres, que estaban abajo. Todo tenía que ver con la bandera republicana que colgué en la ventana el pasado 16 de mayo, el día que murió Julio Anguita, pero yo no lo supe hasta más tarde.
Nada más escuchar los gritos de mi familia, bajé las escaleras y encontré a cuatro hombres desconocidos saliendo del salón hacia la calle con prisa. Pude agarrar al último justo cuando estaba saliendo y en voz alta le espeté: ¿qué pasa? ¿qué hacéis aquí?. Acto seguido ese desconocido empezó a agredirme, dentro de mi casa, y yo traté de defenderme. Fue una situación terrible porque además estaban delante mis padres, que están mayores. En cuestión de segundos, los tres hombres que habían salido corriendo volvieron y empezaron a darme puñetazos y patadas entre los cuatro. Tras un golpe en el estómago perdí el equilibrio, caí al suelo y siguieron agrediéndome a patadas. El parte médico da cuenta de los hematomas en la espalda y la cara, y del dedo meñique derecho roto que me dejaron estos cuatro desconocidos.
Cuento estos hechos en el orden en que yo fui conociéndolos. Después de la paliza también supe que los agresores habían entrado en mi casa (la casa de mis padres) tras romper la puerta principal a patadas. Mi sobrino había visto a uno de los agresores orinando en la puerta de casa, debajo de la bandera republicana, y le llamó la atención. El agresor respondió con violencia. Mi sobrino hizo amago de usar un cubo de agua si no dejaba de orinar en la puerta de casa. En poco tiempo mi sobrino vio que ese hombre y otros tres le estaban esperando en la calle. Tuvo miedo y se escondió en una habitación, pero estos hombres también rompieron la puerta de ese cuarto.
Siguiendo el consejo de mi abogado, este lunes por la tarde puse una denuncia ante la Policía por posible delito de odio y agresión
Siguiendo el consejo de mi abogado, este lunes por la tarde puse una denuncia ante la Policía por posible delito de odio y agresión.
No quiero que esta agresión quede impune, pero sobre todo no quiero que mi familia sufra, así que de antemano agradezco la paciencia, comprensión y respeto de los profesionales de la información que se interesen por mi caso.
Aprovecho para un mandar un mensaje de convivencia y contra todo tipo de violencia".
Condenas a la agresión
La agresión fue condenada por diversas entidades y colectivos, entre ellos la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación, que se refirió a “agresión fascista”.
"Nuestra Asociación se solidariza con Javier Cuesta, músico comprometido con la Memoria Histórica y la República. Todos los años, caminamos juntos en el Último Paseo, desde Viznar hasta Alfacar, para rendir homenaje, con su acordeón republicano, a Federico García Lorca y a las víctimas del franquismo", recuerda.
El portavoz de la asociación memorialista Paco Vigueras ha dirigido el siguiente mensaje a la víctima: "Javier, estamos contigo. Contra el fascismo ni un paso atrás. Esta vez, no pasarán".
CCOO de Granada exigió “mesura y responsabilidad, entre los representantes públicos de la derecha, en momentos los que una crisis sanitaria y económica está llenando de sufrimiento a la clase trabajadora”. Para este sindicato, “la intolerancia y el odio no pueden ser el camino hacia un mundo más justo, algo por lo que siempre ha luchado Javier Cuesta”.
“Desde CCOO, se traslada al músico toda la solidaridad y apoyo de las personas que componen el sindicato, y el firme compromiso de luchar contra actitudes fascistas que desgraciadamente están prendiendo en nuestro país y nuestra provincia”.
El PCA de Granada también condenó enérgicamente la agresión "fascista sufrida por el compañero Javi Cuesta", en un comunicado que señala que "la violencia no es un recurso, ni una respuesta a nada, es simplemente violencia, y sin lugar a duda genera más violencia".
"El PCA de Granada recibió con pesar la agresión sufrida por el compañero Javi Cuesta, con el que hemos compartido multitud de momentos festivos, reivindicativos… siempre desde el ejercicio de la Libertad y desde la premisa de la convivencia pacífica. Es por ello, que desde el PCA de Granada condenamos enérgicamente esta agresión, que no es sino muestra de los difíciles momentos que vivimos, y de cómo los mensajes de algunos incitando a dicha violencia están calando en una sociedad maltrecha, de manera muy especial desde el inicio de esta crisis. Por eso condenamos la violencia, a quienes la ejercen y a todas aquellas personas que incitan al ejercicio de la misma como una manera de amedrentar, de presionar, de volvernos a inculcar el miedo, al que hace ya muchos años vencimos".
"Por otro lado mostrar nuestra solidaridad con el entrañable Javi Cuesta, con el que seguro nuevamente volveremos a las calles a celebrar con alegría el ejercicio de nuestros derechos y libertades, a las que no renunciamos ni renunciaremos, como muestra clara de nuestro deseo de vivir en paz y libertad".