Pese al frío de los últimos días, enero ha vuelto a ser en Granada un mes con temperaturas por encima del promedio histórico y con menos lluvia de lo que debería. Son ya 10 meses consecutivos más cálidos que la media, pues desde el pasado mes de abril del año pasado no se registra un mes más frío de lo habitual. 

En este primer mes de 2023 el promedio de temperaturas máximas ha sido de 14 grados, justo un grado más de los 13º que marca el promedio 1981-2010, el de referencia histórica para la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su estación del aeropuerto de Granada. 

Por su parte, las temperaturas mínimas han promediado 0,6º, también por encima de los 0º de media histórica. De ahí resulta una temperatura media del mes de 7,3º, que supera en cerca de un grado los 6,5º establecidos como normales para enero en Granada. 

A la anomalía de temperaturas, que no hace más que confirmar la evidencia del calentamiento global que sufre el planeta, y sobre todo la cuenca mediterránea, principalmente por la quema de combustibles fósiles, se une la escasez de lluvias. 

Los embalses, al 31%

Tras un diciembre muy lluvioso, en enero han vuelto las precipitaciones por debajo de lo normal. En enero han caído 23,9 litros por metro cuadrado en la estación del aeropuerto, cuando el promedio histórico es de 42 litros. 

Eso ha hecho que el primer mes del año no haya servido para mejorar la situación de los embalses de la provincia, que continúan con menos agua disponible que hace un año por estas fechas. 

El conjunto de los pantanos granadinos está al 31,5% de su capacidad, dos puntos menos que hace doce meses. Así se encuentran los 11 embalses de la provincia: 

Fuente: Junta de Andalucía

Seis de los 11 embalses granadinos tienen ahora menos agua que hace un año. La situación resulta especialmente crítica en el caso del pantano de Colomera, solo al 10% de su capacidad; Bermejales, al 15%; Francisco Abellán (19%) o Negratín, al 21%. También el de San Clemente se encuentra bajo mínimos, al 13%, aunque este embalse suele presentar poco porcentaje de llenado de forma habitual. 

Quizá más lluvia, pero también más calor

Para los meses de febrero, marzo y abril las previsiones de Aemet indican que "hay una mayor probabilidad de que la precipitación acumulada se encuentre en el tercil húmedo en diversas zonas del este, sureste peninsular y Baleares", por lo que, de cumplirse, las lluvias serían más más abundantes que el promedio histórico, lo que ayudaría a los embalses a recuperarse. 

Sin embargo, las predicciones de temperaturas apuntan a "una mayor probabilidad de que la temperatura media se encuentre en el tercil cálido en toda España" y especialmente en la cuenca mediterránea, aún con mayor probabilidad que en el resto, por lo que el exceso de calor podría mermar parte de los efectos de una mayor lluvia en el periodo febrero-abril.