Emotivo acto para reclamar que La Colonia de Víznar sea Lugar de Memoria
Varios colectivos memorialistas se concentraron anoche en La Colonia de Viznar para reclamar, un año más, que sea declarada por la Junta como Lugar de Memoria Histórica de Andalucía. Eligieron el 18 de agosto para hacer esta reivindicación, fecha en la que fue asesinado Federico Garcia Lorca, hace 84 años.
El periodista Paco Vigueras recordó que en La Colonia pasaron sus últimas horas de vida más de 2.000 víctimas del franquismo, entre las que estuvo el poeta García Lorca: "y sin embargo, los caminantes que vienen por aquí no saben lo que sucedió en este antiguo molino, que actualmente es un lugar abandonado y sin memoria".
Por su parte, Esperanza Gonzalez añadió: "a pesar de las dificultades del momento, es más necesario que nunca mantener vivo este espiritu reivindicativo. Cada vez que nos quiten un cartel, pondremos otro. No conseguirán borrar la memoria".
Con este fin, los colectivos memorialistas volvieron a colocar el cartel informativo que el año pasado, según denuncian, arrancó un grupo vinculado a la extrema derecha. También exigieron a la Junta que "reactive el expediente para declarar La Colonia como lugar de memoria". Un expediente "paralizado desde que gobiernan el Partido Popular y Ciudadanos, con el apoyo de Vox, que es contrario a la memoria histórica".
Durante el acto, los colectivos manifestaron igualmente su apoyo al músico Javier Cuesta y al cantaor Juan Pinilla, que han sufrido ataques y amenazas de la ultraderecha, por u compromiso con la memoria democrática y republicana.
El biógrafo lorquiano Ian Gibson no pudo asistir al acto, pero envió un mensaje de apoyo, leído por el profesor Juan Antonio Díaz:
“Aquellos ojos míos de mil novecientos diez
no vieron enterrar a los muertos.
Ni la feria de ceniza del que llora por la madrugada,
ni el corazón que tiembla arrinconado como un caballito de
mar.
Aquellos ojos míos de mil novecientos diez
vieron la blanca pared donde orinaban las niñas,
el hocico del toro, la seta venenosa
y una luna incomprensible que iluminaba por los rincones
los pedazos de limón seco bajo el negro duro de las
botellas..”.
Federico García Lorca, “1910 (Intermedio)”, Nueva York, agosto de 1929.
Queridas amigas, queridos amigos: nos reunimos un año más en este lugar de la ignominia -unos físicamente, otros desde la distancia, que por desgracia es mi caso- para recordar a Federico García Lorca y a todos los que, como él, fueron vilmente inmolados por el fascismo granadino. Es decir, por “la peor burguesía de España”, como la calificó el poeta, públicamente, dos meses antes de que fuesen a por él.
Este lugar, para los que amamos a Lorca y amamos la democracia, es sagrado. Y queremos reivindicar la exhumación, identificación y decente entierro de los restos humanos que llevan yaciendo aquí casi un siglo, lo cual, a estas alturas, 45 años después de la muerte del dictador, resulta intolerable. Dictador cuyo régimen criminal, por cierto, nunca fue denunciado por Juan Carlos I, ni antes ni después de su abdicación, ni ha sido denunciado tampoco por su heredero. Es vergonzoso, humillante.
Los ojos del Federico García Lorca niño, allá en Fuente Vaqueros, no vieron enterrar a los muertos, pero él, durante su breve vida, siempre se sintió acechado por ella, espiado por ella. Es muy posible, incluso, que al subir al tren aquel fatídico julio de 1936 intuyera lo que le esperaba. Porque sabía que la “peor burguesía de España” le odiaba, por rojo, por gay, por genial, por famoso, por decir lo que decía, escribir lo que escribía y ser como era. Porque sabía que les resultaba literalmente intolerable.
Este lugar es sagrado, sí, y es nuestro deber insistir en que los restos que cubre sean exhumados. Queremos saber los nombres de todos los sacrificados aquí. Queremos saber cuanto se pueda de ellos, de cada uno de ellos, de cada una de ellas. Queremos darles decente entierro, honrarles. Os ruego a todos y a todas que sigáis con esta lucha, con este empeño, con esta obligación moral. Y os mando desde Madrid, y a las familias de las víctimas, mi más fuerte abrazo fraternal y solidario.
Ian Gibson
Tampoco faltó la poesía en la voz de Ángel Zapata, que dedicó sus mejores versos a Federico y a todas las víctimas del franquismo
El cante flamenco de Juan Pinilla y el acordeón republicano de Javier Cuesta cerraron este acto reivindicativo y simbólico, que ha sido convocado por:
- Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación.
- Asociación Memorialista La Desbandá.
- Asociación 14 de Abril para la Recuperación de la Memoria Histórica.
- Grupo Memorialista del Zenete y Comarca de Guadix.
- Colectivo Alfacar y Lorca, Romero y Luna.
- Asamblea Memorialista de Andalucía.
Este es el vídeo del acto:
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