Artículo de Opinión

'El coronavirus toma Granada'

Ciudadanía - Francisco Vigueras y Juan Antonio Díaz, Granada Abierta - Sábado, 2 de Enero de 2021
Francisco Vigueras y Juan Antonio Díaz, representantes de Granada Abierta, repasan con tono crítico y nuevos argumentos en este artículo la polémica celebración de la Toma de Granada, a la que se oponen, y la participación del Ejército, que rechazan, y que no estará en esta edición por la pandemia.
Imagen de archivo de la celebración de la Toma.
M.Rodríguez
Imagen de archivo de la celebración de la Toma.

Este año, no habrá concentración franquista en la Plaza del Carmen para celebrar la Toma de Granada, a causa del coronavirus. No obstante, el gobierno local se empeña en mantener la misa nacional-católica en la Capilla Real y en rendir homenaje a Isabel y Fernando, los reyes de la Inquisición. En tal caso, hay que recordar a la corporación municipal que está vulnerando el carácter aconfesional de la Constitución, que impide a las instituciones del Estado participar en actos religiosos, también al Ayuntamiento de Granada. Sin olvidar que los Reyes Católicos, a quienes hacen la ofrenda floral, son responsables de un periodo histórico marcado por la intolerancia. 

"Lo que lleva pidiendo Granada Abierta desde hace años, ha tenido que venir el virus para conseguirlo"

El Mando de Adiestramiento y Doctrina (Madoc) tampoco puede sacar al Ejército a la calle para celebrar la Toma de Granada. La crisis del coronavirus también ha dejado sin desfile militar la polémica celebración, así que la tropa se quedará esta vez en sus cuarteles. Lo que lleva pidiendo Granada Abierta desde hace años, ha tenido que venir el virus para conseguirlo. En el año 2000 pasó lo mismo, pero no fue a causa de ninguna pandemia. Hace dos décadas, fue el gobierno tripartito del alcalde José Moratalla el que decidió desmilitarizar la Toma para transformarla en un acto cívico, sin vencedores ni vencidos, más acorde con una sociedad plural y democrática como la nuestra.

Era una forma de evitar que el Ejército se viera envuelto en la agria polémica de todos los años, con broncas y enfrentamientos, que están salpicando la imagen de la institución castrense. El gobierno tripartito intentó convencer al Madoc de que era conveniente suprimir el desfile militar y le pidió una escolta simbólica para custodiar el pendón de la conquista. Pero el Madoc no se conformó con eso. Se negó y prefirió alinearse con la derecha, que ese año boicoteó la celebración.

El tripartito acabó cediendo a las presiones del Partido Popular, apoyado por el Ejército, y dio marcha atrás a los cambios. Decepcionante.

Años más tarde, en 2010, con la derecha de nuevo en el gobierno local, los militares volvieron a tomar Granada el 2 de enero. El entonces jefe del Madoc, Puentes Zamora, rompió el protocolo para encararse con los manifestantes contrarios a la Toma, que estaban llamando “fascista” al ejército. Esto provocó un desafortunado incidente, que fue portada en los medios informativos. 

La identidad cultural de los moriscos

La actuación lamentable del Madoc ha vuelto a repetirse con la edición del libro digital “La rebelión de los moriscos del Reino de Granada y la guerra en época de los Austrias” (Estudio para un debate abierto). Un libro editado por la Universidad de Granada y el Mando de Adiestramiento y Doctrina, que es fruto del congreso internacional celebrado hace dos años, en noviembre de 2018, con motivo del 450 aniversario de la rebelión de la Alpujarra. El congreso se desarrolló bajo el lema “Recordar la guerra, construir la paz”, pero al final sólo ha servido para recordar la guerra, en el mejor espíritu castrense del Madoc, que se olvidó de la paz y la reconciliación con los vencidos.

"Granada Abierta participó en aquel congreso con una comunicación que ha sido excluida del citado libro"

Granada Abierta participó en aquel congreso con una comunicación que ha sido excluida del citado libro. Es decir, que la invocación a un debate abierto fue puro ejercicio de retórica, pues no tienen intención de debatir, que es lo que se espera de un congreso de carácter científico. Más bien al contrario, han vuelto a imponer sus dogmas históricos. Subimos a Bubión, sede del encuentro universitario, y leímos nuestra comunicación, titulada: “Una reflexión sobre la identidad cultural de los moriscos”. En dicha comunicación pedíamos a los organizadores del congreso que reconocieran la injusticia cometida contra aquella comunidad que había sido expulsada de forma ilegal. También planteábamos la necesidad de una reparación por parte de España a los descendientes de los moriscos, como Estado democrático y de derecho. Reproducimos una síntesis de nuestra comunicación, que decía así: 

“El caballero morisco don Francisco Núñez Muley intentó demostrar en su Memorial que las costumbres de la comunidad morisca estaban protegidas por las Capitulaciones de Granada, firmadas el 25 de noviembre de 1491. Que dichas costumbres no tenían nada que ver con el Islam, sino que eran propias de su identidad cultural. El Memorial no tuvo éxito y la nueva pragmática de Felipe II contra los moriscos sería la causa principal de la rebelión de la Alpujarra y posterior expulsión de los vencidos.

Sus descendientes viven hoy en el Magreb, quieren que se reconozca su nacionalidad española y desean volver a la tierra de sus antepasados. El Estado español ha reconocido ya la nacionalidad de los judíos sefardíes, luego sería justo que los descendientes de los moriscos, expulsados ilegalmente al norte de África, recibieran el mismo reconocimiento”.

Las hazañas bélicas del Madoc

La respuesta ha sido el silencio oficial y la ausencia de debate, por parte de la Universidad de Granada. Nos dimos cuenta de que habíamos planteando un tema tabú. Algo impropio de una institución académica, que debería estar abierta a debatir todas las formas de pensamiento bien argumentadas. Del congreso celebrado en la Alpujarra, esperábamos un libro de actas, que recogiera también la comunicación de Granada Abierta, pero nos han sorprendido con un libro de hazañas bélicas, financiado por el Mando de Adiestramiento y Doctrina (Madoc) que, una vez más, ha demostrado ser una institución parcial e ideológica. La misma institución que todos los años participa en la manipulación histórica de la Toma, pues recordemos que no hubo conquista militar de Granada, sino Capitulación pactada, y que años después incumplieron los Reyes Católicos, a pesar de haberse comprometido a respetarla “para siempre jamás” con su firma y sello. 

"El Madoc debería recapacitar y actuar como el Ejército de todos y no sólo de una parte"

Como su propio nombre indica, el Mando de Adiestramiento y Doctrina no ha sido creado para hacer historia con rigor científico, sino para adoctrinar. Y es que el Madoc, más que representar al Ejército de toda la ciudadanía, se comporta como heredero de los vencedores, continuador de los ejércitos conquistadores y admirador de las cruzadas imperiales de los Reyes Católicos y los Austria. El Mando de Adiestramiento y Doctrina debería recapacitar y actuar como el Ejército de todos y no sólo de una parte. Eso es lo que se espera de un Ejército que se supone democrático.