El Juzgado de lo Contencioso Administrativo 3 de Granada ha condenado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a indemnizar con 6.500 euros a una paciente de Granada por los daños que sufrió tras aplicársele una inyección intramuscular en el glúteo.

Así consta en una sentencia de 22 de abril de 2019, consultada por Europa Press, de la que ha informado este lunes la asociación El Defensor del Paciente, tras ser estimada totalmente la demanda presentada por sus servicios jurídicos acerca de este caso.

Dicha paciente de Granada presentó una reclamación patrimonial contra el SAS, que dictó resolución desestimando la misma, tres lo que presentó una demanda a través del abogado Damián Vázquez, colaborador de los servicios jurídicos de la asociación.

Los hechos, según se detallaba en la demanda presentada, se remontan al 9 de agosto de 2016, cuando acudió al servicio de Urgencias del centro de salud de La Zubia (Granada) aquejada de dolor de estómago, ya que estaba en tratamiento farmacológico por una lumbociatalgia y trocanteritis, por lo que el médico le prescribió tratamiento con una inyección intramuscular de Metamizol y Primperam.

Según explica el letrado en su demanda, "a pesar de la insistencia de la paciente rogando" que no se le aplicara un inyectable intramuscular en el glúteo izquierdo, la enfermera se lo administró "pese a estar totalmente contraindicado hacerlo, ya que existía inflamación en dicha zona".

Ello ocasionó un absceso en el glúteo del que tuvo que ser intervenida la lesionada el 22 de agosto de 2016, lo cual le "ha ocasionado un período de incapacidad permanente y una cicatriz antiestética".

Vázquez ha mostrado su satisfacción, en nombre de la afectada que ha considerado que tuvo "un trato inhumano" y ha solicitado que se tomen medidas correctoras por parte del SAS en relación con "todos los problemas que habitualmente se dan en la atención en Urgencias y saturación de las mismas, que afectan a numerosos paciente andaluces".