El árbol de Gernika se hermana con la Desbandá

En Calahonda, junto a la carretera que discurre por la Costa, se ha plantado un retoño del árbol de Gernika, cedido por las Juntas Generales de Bizkaia para el hermanamiento simbólico con la Desbandá, un crimen de las tropas golpistas al que también se le llama el 'Gernika andaluz'. Ese hermanamiento, con la plantación también de un almendro, supone un abrazo entre la memoria de dos pueblos.
Como ha resaltado 14 de Abril Costa, el acto de hermanamiento simbólico con Gernika se ha celebrado en recuerdo de las víctimas de la barbarie fascista de 1937. "Tejiendo alianzas entre los pueblos para combatir el fascismo", ha subrayado el colectivo memorialista.
El acto, que ha contado con la colaboración de la Entidad Local Autónoma, ha sido organizado por la Asociación 14 de Abril Costa en el marco de sus actos dedicados a la memoria de la Desbandá, que incluye una muestra de cine, charlas y debates, un ciclo que homenajea a Manuel José García Caparrós, el joven asesinado en Málaga por un disparo de la policía franquista cuando participaba en las históricas manifestaciones para reivindicar la autonomía plena de Andalucía.
Las Juntas Generales de Bizkaia han subrayado que el joven roble de metro y medio, que crecerá en el Parque de la calle Azahar de Calahonda, incluido en el término municipal de Motril, servirá para que no se olvide esa "masacre sobre la población civil andaluza que aconteció un par de meses antes del bombardeo de Gernika". Junto a él, un almendro florecerá todos los años para recordar también a las víctimas.
El acto de plantación comenzó a las doce del mediodía con un aurresku de honor interpretado por una compañera del grupo memorialista de Euskadi
El acto de plantación comenzó a las doce del mediodía con un aurresku de honor interpretado por una compañera del grupo memorialista de Euskadi, a lo que siguió una actuación musical del grupo de chirigota Los Joyeros Gaditanos. El ejemplar había llegado días antes de un vivero foral, encargado de custodiar los descendientes del Árbol de Gernika.
A petición de la "Asociacion 14 de abril para la recuperación de la memoria histórica de la costa de Granada" y con la colaboración del colectivo memoralista de voluntariado "Somos la Huía" con implantación en todo el Estado, la Cámara vizcaína envió uno de estos ejemplares para honrar la memoria de las víctimas, retoño que llegó con el correspondiente Certificado de Autenticidad, un documento que acredita que el ejemplar plantado es descendiente directo del actual roble de la Casa de Juntas.
Este roble es un reconocimiento de Euskal Herria al dolor del pueblo andaluz que sufrió también la masacre contra la población civil que huía por la carretera N-340 de Málaga a Almería
Junto al árbol, la asociación local 14 de Abril ha colocado una placa con la siguiente inscripción: "Árboles contra el olvido. Retoño del Árbol de Gernika, símbolo de la resistencia frente a la barbarie fascista. Este roble es un reconocimiento de Euskal Herria al dolor del pueblo andaluz que sufrió también la masacre contra la población civil que huía por la carretera N-340 de Málaga a Almería. Un almendro lo acompañará siempre, para dar testimonio con sus flores del recuerdo por cada una de las víctimas".
Las Juntas Generales de Bizkaia han señalado que, gracias al simbolismo del Árbol de Gernika, el parque de esta localidad, próximo a la "Carretera de la Muerte", recordará en el futuro la "Desbandá/Huía", uno de los episodios "más cruentos y menos conocidos" de la Guerra Civil.
Ocurrió en febrero de 1937, cuando miles de andaluzas y andaluces, en su mayoría niñas y niños, mujeres y personas mayores, emprendieron la huída desesperada por la carretera costera desde Málaga en dirección a Almería. Según han recordado las Juntas, en el camino les esperó un ataque orquestado y planificado por el teniente general Gonzalo Queipo de Llano, que contó con el apoyo de los fascistas italianos y alemanes, al igual de lo que pasó en distintas localidades de Bizkaia.
Han añadido que, durante tres días, la columna humana compuesta por miles de civiles (los datos de las últimas investigaciones han elevado "la Huía" a 300.000 personas) fue acribillada por tierra, mar y aire en una acción conjunta de la Legión Condor alemana, la aviación italiana y los buques nacionales. A día de hoy se desconoce el número de personas asesinadas. El historiador Paul Preston cifró las personas fallecidas entre 3.000 y 5.000.