Vota
Es una invitación, ni siquiera es una sugerencia, pues ya somos todos y todas mayorcitos para recibir sugerencias. La invitación, sin embargo, es algo que dificilmente se rechaza en nuestra tradición cultural. Confiado en esa afirmación, me atrevo a invitarte a que votes el 20 de Diciembre. Supongo que conoces lo que pienso, lo que siento y lo que defiendo. Y también la forma en la que lo hago. Por tanto, no se me ocurre indicarte a que opción política has de votar. Tan sólo que votes, que ejerzas esa posibilidad, y lo hagas con alegría y confianza.
Han sido, y aún lo seguirán siendo, semanas y días seguramente densos en cuanto a contenido electoral en los medios de comunicación, en tus conversaciones cotidianas, en tu actividad diaria. Es posible que en algún momento hayas desconectado del vendaval de opiniones, críticas, argumentos, eslóganes, etc. Yo lo he hecho, la verdad. Cansado de verborrea vacía, de debates que no son debates, sino ejercicios de egolatría a mayor gloria de la cadena organizadora del mismo. De saber, con antelación, el ganador de los debates, antes de que empezaran. De asistir incrédulo a la catarata de encuestas sobre los pre-debates y los post-debates, en los que mucho más importante que lo que pudieran expresar los candidatos (y la suplente de uno de ellos), era la cantidad de tiempo empleado en cada turno, el color de la camisa o el corte de las patillas tras el afeitado.
Por eso, te invito a que votes al margen de toda esa parafernalia en la que algunos y algunas quieren convertir nuestra democracia. Que te tomes la molestia de leerte los programas electorales, o al menos las ideas básicas de cada uno. Que dejes a un lado la ristra de bobadas que hayas podido escuchar estas semanas o días, incluso si alguna de ellas ha salido de boca de alguien de mi formación política, incluso de mi mismo. Que olvides la frase fácil, el halago o el auto-halago, el anuncio apocalíptico o la noticia sorpresa. Y que dediques un rato a echar la vista atrás, con perspectiva, y valores, tu mismo o tu misma, cómo vives, cómo trabajas si es que trabajas, como te diviertes, que anhelos te quedan por cumplir o cuales ya cumpliste, y cual es la situación que te rodea. La de tu familia, tus amistades, tus vecinos, tus paisanos. Y que después de eso, que votes el día 20. Merece la pena. Te lo aseguro