'A Hierro'
Convendría tener muy en cuenta que el PSOE hace Elecciones Primarias para elegir la mejor candidatura para las próximas elecciones en Andalucía. Es decir, para que colectiva (y sinceramente) podamos, las y los socialistas andaluces, debatir y decidir de qué manera resultará más eficaz, más efectivo y sobre todo más creíble, alcanzar el objetivo político de desalojar del poder a las derechas y recuperar las políticas sociales, justas y redistributivas que devuelvan la esperanza a esta tierra.
Un objetivo político que no se debería demorar y que debía configurarse como el único a alcanzar. Ya he dicho y escrito en numerosas ocasiones que para eso son las primarias. El hecho de comprender y asumir (¡qué remedio!) que en el comportamiento humano pueden caber otros intereses u otras intenciones, seguramente ajenas al objetivo principal que he manifestado, no puede convertir a las primarias en ningún ajuste de cuentas, en un ejercicio de servilismo hacia nadie, en una manifestación, a veces obscena, de renovada fe o de renovación de la misma fe (que no es lo mismo, pero puede ser igual), ni mucho menos en un campo de batalla puramente orgánico que se parece demasiado a una hoguera de las vanidades.
Si existe sinceridad en el planteamiento, la gran mayoría de socialistas coincidiríamos en que buena parte de la sociedad andaluza que está llamada a poder votarnos, o a volver a votarnos, no lo va a hacer si le ofrecemos más de lo mismo
Si existe sinceridad en el planteamiento, la gran mayoría de socialistas coincidiríamos en que buena parte de la sociedad andaluza que está llamada a poder votarnos, o a volver a votarnos, no lo va a hacer si le ofrecemos más de lo mismo. Y no hablo de nadie en particular. Me refiero a proyectos, discursos, estrategias y liderazgos gastados. Aunque puedan ser liderazgos que, en lo interno del PSOE, aún despierten pasiones. Aunque sean discursos que dentro del partido, aún emocionen. Pero son palabras, da igual quien las pronuncie, que suenan a lo de siempre, a relatos que la gente ya no quiere oir, porque los ha oído demasiadas veces.
Creo que para volver a ganar en Andalucía sólo cabe un cierto rupturismo sobre lo que convencionalmente ofrece el PSOE en Andalucía, lo ofrezca quien lo ofrezca. Captar la atención de la gente, diciendo, planteando y haciendo cosas diferentes. Que dejemos de ser previsibles y que no nos limitemos a un mero cambio de caras. Que la sociedad andaluza ya nos conoce muy bien. A unos y a otros. A otras y a unas. Y, en mi opinión, lo dijo bien claro en las últimas elecciones. Aunque fuéramos la primera fuerza política. Pues sólo faltaría que el PSOE no fuera la primera fuerza política en Andalucía.
Mucha gente, y yo desde luego, no vamos a cejar en que las primarias sean eso. Única y exclusivamente eso. Porque lo que es estar a contracorriente es, justamente, no creerse las primarias cómo el instrumento político poderosísimo que son. Porque para otra cosa, mejor las quitamos y no perdemos el tiempo. Para demostraciones de fuerza orgánica sin más argumento que la mera fuerza orgánica, no son necesarias las primarias. Para una sucesión de monólogos, tampoco. Para no buscar el objetivo político de ganar en la calle, aún menos.
Por eso, muchas militantes y muchos militantes vamos a votar a Luis Ángel Hierro. Dicen que el tercero en discordia, pues que digan. Creo no equivocarme si afirmo que aún nadie ha introducido en la urna ninguna papeleta. Que aún mucha gente no ha escuchado los argumentos y las ideas que cada cual haya de exponer. Que aún quedan muchos días para que los oídos de quienes han de elegir, se llenen del clamor que demandan nuestros vecinos y que exigen tantas y tantos exvotantes, deseosos de volver a ser votantes. Que los consideremos personas inteligentes, capaces de entender bastante más que los eslóganes. Y que aún se puede recuperar el auténtico sentido de unas elecciones primarias. Yo creo que merece la pena el trabajo y el esfuerzo de apoyar a Hierro.