“Ha llegado a Granada, procedente de Llanes, como técnico en desórdenes revolucionarios Ángel González Lastra”

Ángel González Lastra había llegado a Granada en mayo de 1934 de una forma casi “accidental” después de ser declarado inútil temporal en el batallón ciclista de Palencia. Tipógrafo desde los 14 años, de extracción humilde e hijo de madre “soltera”, busca trabajo en su oficio, como atestiguan los informes que llegan al juzgado tanto desde la Editorial de Artes Gráficas Granadinas, como de la imprenta Rosillo firmado por Juan Fernández Rosillo[1]. “Me informé por el periódico mensual El Obrero Gráfico que no había parados en mi oficio siendo este el motivo que me decidió a venir a esta ciudad con esperanza de trabajar en alguna imprenta.[2]”.

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Batallón ciclista.

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Ficha de Ángel Gonzalez Lastra, registrada en el Centro Documental de la Memoria Histórica del Gobierno de España.

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Documento en el que Juan Fernández Rosillo atestigua que Ángel Lastra ha buscado trabajo en su imprenta.

En Granada frecuenta la Casa del Pueblo, el “Café Maison Doreé” y participa tanto en el sindicato U.G.T. como en el partido socialista, como lo había hecho en su localidad de origen, en la que fue secretario del Sindicato de Oficios Varios[3].

Fue detenido el 16 de agosto de 1934, “por insolentarse con la fuerza de Asalto al querer entrar a la vista de una causa en la Audiencia” y sometido a la Ley de Vagos y Maleantes teniendo como abogado a Francisco Torres Monereo[5] también socialista y presidente del Jurado Mixto Rural. Los días 16[6] y 17[7] de agosto se celebró el juicio contra Narciso González Cervera y otros por tenencia de explosivos e incendios, acusándoles de las violencias ocurridas en una reciente huelga, siendo sus abogados Pabón, Sánchez Chacón, García Quesada y Ricardo Corro Mocho[8] que conseguirán la absolución de los acusados. 

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Reglamento para la aplicación de la Ley de Vagos y Maleantes de 1933.

Según la Comisaria de Investigación y Vigilancia “es un elemento peligroso para el orden público y gran agitador y propagandista, tomó parte muy activa en la huelga revolucionaria de campesinos que tuvo lugar en junio”, huelga general que había dejado, según los profesores Mario López Martínez y Rafael Gil Bracero, agotadas a las sociedades obreras y que trajo consigo lo que ellos denominan “desmoche” de los ayuntamientos republicano-socialistas[9]. Se produce “un proceso de persecución de estos líderes que son encausados a la vez que se extrema el control social sobre la población”.

Acusado de ser secretario de las Juventudes Socialistas, cargo del que había dimitido “hace tres meses”, se encontraba en ese momento como simple afiliado

Acusado de ser secretario de las Juventudes Socialistas, cargo del que había dimitido “hace tres meses”, se encontraba en ese momento como simple afiliado. Ha ejercido del cargo de Recaudador de Arbitrios del Ayuntamiento circunstancialmente hasta el momento de su detención ya que su oficio es el de tipógrafo.

El 16 de enero de 1935 el juzgado falla que no debe aplicársele ningún precepto de la Ley de Vagos y Maleantes.

Cuando estalla el golpe participa activamente formando parte del Comité de Enlace UGT-CNT constituido la mañana del día 19 presidido el alcalde Manuel Fernández Montesinos, integrado por los cenetistas[10] Francisco Santamaría Fuentes y Ramiro Muñoz Garcia, los ugetistas Ángel González Lastra y Manuel Martin Lupiáñez[11]. De este comité saldrá un manifiesto el día 20 que, según Joaquín Arrarás, es redactado por Ángel González Lastra “en el que se insulta al Ejército que se pone al servicio de “la bestia marxista.”[12]

Este comité será aniquilado. Francisco Santamarina, secretario general de la Federación de Sindicatos afecta a la C.N.T. desde mayo del 36, y Ramiro Muñoz, tesorero del sindicato de la construcción afecto a la C.N.T., fueron fusilados en 25 de julio y el 2 de agosto respectivamente según consta en sus expedientes fuera de plazo. En el caso de Manuel Martin Lupiáñez, los testigos declaran que vieron el cadáver en el “deposito del Hospital de San Juan de Dios” el día 2 de agosto, siendo posteriormente enterrado en el Cementerio de Granada.

Según documentación que obra en poder de la AGRMH, pudo ser parte del grupo de 17 hombres que fue sacado de la cárcel provincial y llevado a Viznar en la noche del 6 de agosto

Ángel González Lastra nunca fue inscrito. Sabemos que fue asesinado por un documento que el día 3 de septiembre de 1936 se remite a la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista, un informe de la Federación Provincial de Agrupaciones socialistas de Granada desde Guadix, en el que se recoge el relato del militante de la CNT Francisco Jeromo y del socialista José Raya Fajardo, hijo de Raya Hurtado, que se evadieron de Granada el 29 de agosto, en el que se le nombra como uno de los dirigentes del Partido Socialista en Granada asesinados[13].

Según documentación que obra en poder de la AGRMH, pudo ser parte del grupo de 17 hombres que fue sacado de la cárcel provincial y llevado a Víznar en la noche del 6 de agosto. Junto a él serán fusilados, entre otros, Vicente Almagro Sanmartin, Pedro Fernández Sánchez, Diego Machado Granados, Antonio Dalmases de Miguel, o José Diaz Ruano la madrugada del día 7 de agosto de 1936.

Citas bibliográficas:

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Por Silvia González, Vocal de Familias e Investigación de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica.

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Este es un espacio para el recuerdo y el homenaje a las víctimas del franquismo.

Para que nunca se olvide. Para que nunca se repita.

En colaboración con y las asociaciones memorialistas de la provincia de Granada.

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