'Adrianne Lenker depura al máximo su arte'

Blog - Un blog para melómanos - Jesús Martínez Sevilla - Miércoles, 3 de Abril de 2024
Adrianne Lenker – 'Bright Future'.
Portada de Bright Future, de Adrianne Lenker.
IndeGranada
Portada de Bright Future, de Adrianne Lenker.

Pocos grupos surgidos en los últimos años en la escena indie tienen el poder unificador de Big Thief. La banda formada por cuatro estudiantes de Berklee y radicada en Brooklyn asaltó primero el trono del indie folk en 2019, año en que sacaron dos discos muy aplaudidos. Hace dos años, fueron más allá: su monumental Dragon New Warm Mountain I Believe in You no solo fue uno de los mejores discos de 2022, sino también uno de los más disfrutables, celebrado por todo tipo de aficionados a la música. Las claves de este éxito siempre han estado claras: por un lado está el buen hacer y la indudable química de la banda a nivel instrumental; por otro, y en lugar destacado, está el antológico talento de Adrianne Lenker como compositora y cantante. Por si no nos había quedado claro en su precioso disco en solitario de 2020, el inacabable torrente de canciones maravillosas de Dragon New Warm Mountain... demostraba sin lugar a dudas que estábamos ante una figura irrepetible, alguien que iba a marcar a una generación con sus composiciones preñadas de emoción.

En contraste con la expansividad jubilosa del último disco de su banda, la de Minnesota ha desnudado aquí sus canciones casi por completo para que resplandezcan con luz propia

Ahora que esto ya es más que sabido, Lenker ha lanzado Bright Future, un nuevo disco en solitario en el que menos es más. En contraste con la expansividad jubilosa del último disco de su banda, la de Minnesota ha desnudado aquí sus canciones casi por completo para que resplandezcan con luz propia. La práctica totalidad de los cortes contienen como único adorno a la voz de Lenker una o dos guitarras acústicas, un piano, coros y, en ocasiones, un violín; solo un par de temas contienen percusión o guitarra eléctrica, y uno incluye un banjo. Acompañada en la grabación por Nick Hakim, Mat Davidson y Josefin Runsteen, que hacen un trabajo excepcional aportando los toques justos con sus instrumentos y sus voces, Lenker demuestra estar en un estado de gracia que empapa todo el álbum y le da la textura de un milagro. La prueba más evidente la encontramos nada más empezar: ¿quién más podría escribir y cantar algo como “Real House” y que funcionase así? Sobre unas notas libres de piano, que ni tan siquiera forman una melodía, Lenker le canta a su madre rescatando una serie recuerdos de su infancia y evocando emociones desbordantes y trascendentales. La austera grabación en vivo deja que todas las imperfecciones sumen al producto final. Con estos escasos elementos recogidos en bruto, Lenker consigue hacerte llorar sin remedio.

Escuchar “Vampire Empire” es un excelente experimento para mostrar lo bien que le sienta a las canciones de Lenker esta presentación tan austera. Esta misma canción fue lanzada como single por Big Thief en una versión electrificada en julio pasado y fue un éxito

Escuchar “Vampire Empire” es un excelente experimento para mostrar lo bien que le sienta a las canciones de Lenker esta presentación tan austera. Esta misma canción fue lanzada como single por Big Thief en una versión electrificada en julio pasado y fue un éxito. La versión de este disco, totalmente acústica y con ligeros cambios en la letra, destaca por la frescura y espontaneidad del piano de Hakim, el violín de Davidson y la percusión de Runsteen, que la hacen más ligera y divertida. Esta química, tan bien captada por la grabación sucia y naturalista de Phil Weinrobe, hace que no se eche de menos en absoluto un mayor trabajo de estudio. Así, las canciones de Lenker pueden brillar con una naturalidad que les sienta de maravilla, especialmente teniendo en cuenta que las letras expresan, precisamente un deseo por encontrar y mantener esa naturalidad en su manera de amar y estar en el mundo.

O también esa miniatura que es “Cell Phone Says”, donde la inspiración dylaniana se hace evidente en todos los aspectos

Y es que el amor es el tema por excelencia de Bright Future. Especialmente, aunque no solo, el amor romántico; pero no tanto como algo que llena a Lenker por completo, sino más bien en tanto fuente de conexión y de apertura radical al mundo. Las palabras dedicadas a sus amantes se combinan con imágenes de la naturaleza en un auténtico festín sensorial. Ahí está “Free Treasure”, que empieza invitándonos a ir a bañarnos a un río rodeado de manzanos y frambuesas para después retratar un delicioso idilio doméstico, rematado con versos como “Just when I thought I couldn't feel more/I feel a little more” o “You show me understanding/Patience and pleasure/Time and attention/Love without measure”. Todo ello transmitido a través de melodías exquisitas, de una sencillez engañosa; el tipo de melodías que denotan la verdadera maestría en el arte de la composición. Véase la repetición de la misma melodía básica una y otra vez en “Already Lost”, hasta que llega el estribillo con esa melodía ascendente hasta una conmovedora nota aguda, para que después la propia Lenker se armonice a sí misma; un esquema que repite en “No Machine” con resultado igualmente brillante. O también esa miniatura que es “Cell Phone Says”, donde la inspiración dylaniana se hace evidente en todos los aspectos.

Aunque la cima absoluta del disco es claramente el single “Sadness as a Gift”. La letra acerca de una ruptura está perfectamente medida, con la mezcla exacta de tristeza y de agradecimiento por lo vivido

Aunque la cima absoluta del disco es claramente el single “Sadness as a Gift”. La letra acerca de una ruptura está perfectamente medida, con la mezcla exacta de tristeza y de agradecimiento por lo vivido (“We could see the sadness as a gift and still/Feel too heavy to hold”) y usando de nuevo sencillas imágenes de la naturaleza para ilustrar su vida emocional (“Snow fallin'/I try to keep from callin'/Watch the spring turn to winter/Fireflies all frozen”). La dulce melancolía de la música, especialmente del violín de Runsteen, acompaña a la perfección esa intención de la letra, y las armonías vocales de Hakim aparecen en los momentos justos para elevar la fuerza de la canción. Incluso el repentino final es perfecto: inmediatamente después de preguntarse por última vez si “Maybe the question was too much to ask”, esa conclusión sin ceremonias añade incertidumbre y deja con un sabor de boca agridulce que redondea una canción intachable.

No obstante, lo que hace de Bright Future un disco redondo es la forma en que incluso las canciones que se alejan del patrón mencionado son también fantásticas

No obstante, lo que hace de Bright Future un disco redondo es la forma en que incluso las canciones que se alejan del patrón mencionado son también fantásticas. “Fool”, por ejemplo, tiene mucho más trabajo de estudio, con la guitarra eléctrica y el piano eléctrico, el uso puntual de efectos y la peculiar sonoridad de la guitarra acústica, que le dan un aire juguetón como de mundo de fantasía que recuerda a “Time Escaping”, una de las cimas de Dragon New Warm Mountain... “Evol” es una balada de piano con un aire mucho más solemne y una letra mucho más doliente que el resto del álbum. El disco se cierra con “Ruined”, también guiada por el piano pero con unos arreglos mucho más atmosféricos, y donde Lenker se presenta más desnuda y vulnerable que nunca: “You come around, I'm ruined”, repite en el estribillo, despidiendo el álbum con una rendición absoluta. Dada la forma en que nos ha tenido colgados de cada palabra y cada nota, no cabe duda de que sus oyentes estamos igual de rendidos ante ella.

...este es una colección de cuentos, donde la gracia está en la perfección de cada canción singular

En conclusión, Bright Future es un álbum cuyas limitaciones autoimpuestas son su mayor fortaleza. Quizás no tenga la riqueza y diversidad de Dragon New Warm Mountain..., ni transmita la misma sensación de incontinencia creativa, pero precisamente por ello nos presenta las habilidades de Lenker en su forma más pura. Reducidas a su mínima expresión, estas canciones llegan sin intermediarios a los oídos y al corazón del oyente. Podríamos decir que, si el último disco con su banda era una novela larga y compleja, donde parte del encanto estaba en perderse entre tantos personajes y emociones distintas, este es una colección de cuentos, donde la gracia está en la perfección de cada canción singular. Estamos, en fin, ante el mejor disco de lo que va de año y una nueva obra maestra de una artista que, cuando pensabas que no podía hacerlo mejor, vuelve a superarse. A tus pies, Adrianne; no puedo esperar para verte con Big Thief en el Canela Party este verano.

Imagen de Jesús Martínez Sevilla

(Osuna, 1992) Ursaonense de nacimiento, granaíno de toda la vida. Doctor por la Universidad de Granada, estudia la salud mental desde perspectivas despatologizadoras y transformadoras. Aficionado a la música desde la adolescencia, siempre está investigando nuevos grupos y sonidos. Contacto: jesus.martinez.sevilla@gmail.com