El transporte público de la capital necesita 21 millones extra para funcionar
Como dijo el alcalde en el último pleno, en unas palabras que captaron los micrófonos del salón de plenos, la situación económica del Ayuntamiento de Granada que comienza a conocerse asusta. El agujero económico del transporte público crecerá este año de tal manera que a la partida presupuestada para este ejercicio, de 10,2 millones de euros, será necesario sumar otros 21 millones extra. Es la cantidad necesaria para hacer frente, de un lado, al déficit estimado para 2016, que alcanzará los 6 millones, y de otro, para pagar la deuda pendiente con Rober que, a fecha de abril, ascendía a 15,3 millones de euros.
La concejala responsable del área de Movilidad, Raquel Ruz, dio cuenta este miércoles de los números, algunos de los cuales, como esa deuda de más de 15 millones, estaban guardados "bajo siete llaves" por el anterior gobierno del PP y que ponen al descubierto un escenario "más grave" de lo que sospechaban los nuevos responsables. "Un marrón", expresó casi desahogándose Ruz.
En este contexto afronta el gobierno local la reordenación del modelo de transporte que, como ya señaló Francisco Cuenca, se apoyará en el Metro y tendrá en cuenta la movilidad en el área metropolitana para añadir eficiencia a las medidas. Y en los informes técnicos. Según Ruz, el gobierno local "no tomará ninguna medida en contra de los técnicos", como sí hizo el PP que no tuvo en cuenta las advertencias de los técnicos del área respecto a la Línea de Alta Capacidad.
LAC, vehículos más caros y contaminantes
Al respecto la concejala de Movilidad desveló que, pese a los informes contrarios, el PP compró nuevos autobuses para la LAC -los vehículos azules incorporados a la flota para esta línea- que son "más caros y más contaminantes" que los rojos del resto de líneas. Cada autobús azul costó 500.000 euros, mientras que el coste de los rojos asciende a 300.000 euros. La diferencia de capacidad es de 13 plazas, según explicó En total, el gobierno local, obviando a los técnicos que advirtieron de la diferencia de coste y que no eran más eficientes, gastó 8 millones en los 15 vehículos que adquirió, "y podría haber sido la mitad".
Puso estos datos como ejemplo del "capricho" del PP con el modelo de transporte que, en palabras de la nueva responsable del área, "compromete el futuro económico del Ayuntamiento".
En las arcas municipales solo hay dinero presupuestado para costear el sistema de autobuses hasta julio. A partir de esa fecha todo será "déficit" que se irá acumulando a los 15 millones de deuda con Rober, la concesionaria.
En parte porque el plan de movilidad que diseñó el anterior gobierno, recurriendo a "empresas externas" para eludir los reparos de los técnicos, no tenía estudio de viabilidad económica y financiera. Circunstancia que Ruz reprochó al PP que, sin embargo, no dudó con "cinismo" en reclamar insistentemente a la Junta un plan de viabilidad para el Metro -"presentado 40 veces"-.
Los 15 vehículos de la LAC costaron 8 millones, casi el doble de lo que valen los autobuses de las otras líneas. m.rodríguez
Coste estimado para 2016: 14,3 millones con las líneas transversales por Gran Vía, cantidad a la que habrá que sumar el desembolso para bonos sociales y otras iniciativas.
Déficit para 2016: 6 millones de euros -la diferencia entre lo presupuestado y el coste efectivo-.
Deuda pendiente de pago con Rober a 30 de abril de 2016: 15,3 millones euros.
Qué va a hacer el gobierno local
El quebranto económico originado por la LAC ya era conocido. No con la exactitud que permite acceder a los datos y estudiar los expedientes y la deuda acumulada, pero en la oposición el propio PSOE y también IU alertaron de la grave situación en numerosas ocasiones. Por tanto en esta nueva etapa corresponde dar pasos para enderezar el preocupante desvío económico.
El gobierno local confiará ahora en los técnicos para buscar las soluciones a esta situación. No habrá un plan definitivo, que habrá de consensuarse con los grupos, hasta que entre en funcionamiento el Metro, a finales de año. Y, mientras tanto, es posible que se tomen medidas parciales que se sumarían a otras como las ya impulsadas por el anterior gobierno de recuperar líneas por Gran Vía.
Porque no solo hay un problema económico. La LAC desconectó a los barrios. "Está claro que hay que cambiarlo", dijo Raquel Ruz para advertir no obstante que la LAC "no se puede tirar al río" tras la inversión económica que supuso.
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