El coordinador general de Izquierda Unida Andalucía, Toni Valero, ha recriminado este lunes en rueda de prensa a la Junta de Andalucía "la privatización encubierta" de la sanidad pública, de lo que ha colegido que "el Partido Popular no ve la salud como un derecho, la ve como un negocio, y un negocio muy lucrativo".

Se ha lamentado de que la Junta de Andalucía coge dinero público, en este caso más de 700 millones, que de las arcas públicas deberían invertirse en el sistema sanitario público y los transfiere a clínicas privadas", operación de la que ha deducido que entraña "una privatización a costa del erario público y a costa de nuestro derecho a la salud"

Valero ha interpretado así el acuerdo marco que ha licitado el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para concertar operaciones quirúrgicas con centros sanitarios privados, que tiene un importe de licitación de 231,88 millones de euros y el valor del contrato es de 533,39 millones,

Se ha lamentado de que la Junta de Andalucía coge dinero público, en este caso más de 700 millones, que de las arcas públicas deberían invertirse en el sistema sanitario público y los transfiere a clínicas privadas", operación de la que ha deducido que entraña "una privatización a costa del erario público y a costa de nuestro derecho a la salud".

Tras reprochar al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, de que se lamente de que "no hay sanitarios para contratar", que ha rechazado con un "es falso" tras argumentar que "los está despidiendo y se los está poniendo en bandeja de plata a las clínicas privadas", sobre las cuales ha estimado que "les está surtiendo, las está dopando con dinero público", antes de recordar a los 12.000 sanitarios que quedaban aún en la sanidad andaluza de los 20.000 iniciales que se contrataron como refuerzo Covid y sobre éstos ha lamentado "una parte que ya estaban desarrollando tareas estructurales, fueron contratados por el Plan de Verano y ahora de nuevo vuelven a la calle".

El también diputado de Sumar en el Congreso por la circunscripción de Málaga, quien ha aludido también al relevo que hubo en el SAS la semana pasada en la Dirección General de Asistencia Sanitaria, ha ironizado sobre "si están tan contentos desde la Consejería, pues que sigan aumentando las listas de espera, una lista de espera que no publican desde hace un año", a lo que ha sumado que "sigan habiendo centros de salud que no dan cita para que acudan los pacientes y siga habiendo trabajadores del sistema sanitario en condiciones precarias".

Valero ha puesto de manifiesto que "cuanto peor atiende el sistema sanitario público, y ahí está la intención y el objetivo del Partido Popular, antes acudirán muchos pacientes al sistema sanitario privado y harán negocio de esta manera con nuestro derecho".

Sin actividades extraescoares

El líder de IU Andalucía también se ha referido a lo que ha denominado "el deterioro deliberado del sistema educativo público en Andalucía" tras recordar un inicio de curso con el cierre de 300 líneas más de educación pública y que hace que "suman las 2.000 líneas públicas" perdidas desde que gobierna el Partido Popular.

A esto ha sumado que hay centros educativos donde "todavía no están funcionando los comedores escolares" y con centros educativos en los cuales "el comedor escolar ha aumentado su precio y con la denuncia de los sindicatos sobre que faltan profesores", así como que "faltan especialistas en nuestros centros educativos y la ratio sigue sin bajar", antes de plantear que "el viernes pasado llegó ese jarro de agua fría que se tira sobre las familias cuando les llega el mensaje de que este mes no iban a comenzar, como se tenía previsto para este mismo lunes, las actividades extraescolares en los colegios públicos".

Valero ha razonado de ese problema que "la Consejería de Educación no ha hecho sus deberes a tiempo y los perjudicados, de nuevo, los niños que no van a poder disfrutar de esas actividades extraescolares durante este mes", de manera que ha retratado un doble escenario, por cuanto por un lado "las familias tienen un serio problema para poder conciliar" y, por otro, "las empresas adjudicatarias están muy preocupadas", antes de vaticinar la posibilidad de que "estas familias puede que busquen unas alternativas y cuando comiencen las actividades extraescolares, haya una menor demanda con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo para estas empresas que desarrollan estas actividades".