Su contenido puede comprometer aún más a los investigados
La UDEF ya dispone de los correos claves para avanzar en el caso Nazarí
La jueza tendrá no obstante que enviar una nueva comisión rogatoria a Estados Unidos para incorporarlos al sumario.
La UDEF ya dispone de nuevos correos electrónicos considerados claves para avanzar en las investigaciones de la presunta trama urbanística de Granada. Se solicitaron vía comisión rogatoria a Estados Unidos para obtener las autorizaciones que permitieran acceder a la información de Google.
Los trámites no están siendo fáciles. De hecho, será necesario enviar una nueva comisión rogatoria, una vez que los agentes que se están encargando de la investigación filtren el contenido de la documentación recibida.
Como informó El Independiente de Granada, la justicia estadounidense había pedido más pruebas para dar ese permiso.
Ahora, en una providencia fechada el 19 de octubre consultada por el Independiente de Granada, la jueza del caso, María Ángeles Jiménez, da cuenta de la documentación recibida mediante la comisión rogatoria que se cursó a Estados Unidos.
Pide a la UDEF que revise la documentación para indicar "todos aquellos correos que puedan tener relación con la causa que se investiga, eliminando todos aquellos correos y datos que no tengan relación con las personas investigadas en esta causa". Todo ello "con la finalidad de remitir una nueva comisión a través de las autoridades competentes a EEUU y nos remitan su contenido, teniendo en cuenta las instrucciones que nos dan dichas autoridades para su cumplimiento".
La información recogida en esas comunicaciones puede ser clave para avanzar en el caso. Los primeros correos que ya investigó la UDEF -de cuentas privadas como las que ahora trata de rastrear- fueron muy reveladores y pusieron al descubierto la comprometida relación de la exconcejala de Urbanismo Isabel Nieto con uno de los promotores investigados, Roberto García Arrabal.
Del análisis de aquellos primeros correos intervenidos, los investigadores ya señalaron que el hecho de utilizar correos distintos a los corporativos del Ayuntamiento de Granada hacía sospechar de un intento de no dejar rastro de esas comunicaciones, pues están alojados en servidores fuera de la jurisdicción española y obliga a comisiones rogatorias, como así está ocurriendo.
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