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La consejera de Salud y Consumo, durante su intervención. junta de andalucía

El Gobierno andaluz, como ha vuelto a trasladar la consejera de Salud y Consumo, Catalina García, este miércoles en el pleno del Parlamento, no tiene intención de rectificar la extinción de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), que desaparecerá integrada en el nuevo Instituto de Salud de Andalucía. Será, y así ha quedado confirmado durante el debate parlamentario, una sucursal del Instituto de Salud de Andalucía. 

En la Cámara se debatían las enmiendas a la totalidad al proyecto de ley que tramita el Gobierno andaluz presentadas por PSOE y Por Andalucía. La consejera no se ha movido un centímetro al defender la posición de la Junta, que arguye en primer lugar la necesidad de "racionalización" del sector público, asegurando que la nueva entidad garantizará una gestión "más eficaz y eficiente", en defensa del nuevo instituto. Y también la voluntad de impulsar la investigación -I+D+i en biomedicina-, que cobrará protagonismo frente a la salud pública, el ámbito en el que la Escuela Andaluza de Salud Pública con sede en Granada ha dado prestigio internacional a Andalucía. 

La consejera se ha referido a la Escuela en numerosas ocasiones como "la mercantil Escuela Andaluza de Salud Pública SA"

Catalina García, que durante buena parte del debate era la única integrante del Gobierno andaluz en el salón de plenos, al que se ha incorporado después la consejera Loles López, se ha referido en numerosas ocasiones a la Escuela como "la mercantil". En concreto, acentuándolo, la ha mencionado como "la mercantil Escuela Andaluza de Salud Pública SA". 

Tras asegurar que mantendrá "el mismo papel" y que no habrá problemas para su plantilla, ha desvelado, sin mencionarlo expresamente, que el Instituto Andaluz de Salud no tendrá su sede en Granada. Porque ha afirmado que la Escuela será "el centro" del Instituto de Salud en Granada, es decir, una sucursal. Aunque "seguirá llamándose" igual. 

Según ha resumido, la creación del nuevo Instituto, para el que establece un paralelismo con el estatal Carlos III, está "plenamente justificada", la integración de la Escuela es "oportuna", y la estabilidad de la plantilla está "garantizada". 

"Con esta integración -ha abundado-, tanto la Fundación Progreso y Salud como la Escuela Andaluza de Salud Pública seguirán prestando los mismos servicios que realizaban como entidades instrumentales", pero "ahora lo harán como una verdadera Administración Pública, con garantías y bajo toda la legitimidad que nuestro ordenamiento ampara", según sus palabras. 

La Junta sostiene que el nuevo Instituto de Salud hará que se reconozca a Andalucía desde el exterior como "referente en I+D+i en salud y en salud pública"

García ha reconocido que esta integración es "un proyecto complejo, difícil y un gran reto", pero ha considerado a medio plazo veremos "un potente” organismo público de investigación capaz de dar la respuesta que necesita nuestro sistema sanitario en investigación, gestión del conocimiento y formación" y por el que "se reconozca a Andalucía desde el exterior como referente en I+D+i en Salud y en Salud Pública".

Sus argumentos han sido rebatidos por la parlamentaria socialista María Ángeles Prieto, que ha defendido la enmienda a la totalidad socialista, y por Inmaculada Nieto, encargada de hacerlo para la presentada por el grupo Por Andalucía.

La extinción planteada deja a Andalucía "sin una de las instituciones más prestigiosas" en el ámbito nacional e internacional, destaca la parlamentaria del PSOE María Ángeles Prieto

Como le ha recordado María Ángeles Pieto, que le ha afeado que no haya mencionado ni una sola vez el concepto de salud pública, que solo liga al de investigación, la extinción de la Escuela es una "grave pérdida" para Andalucía. Esa extinción, recogida en la Disposición Final IV, "deja a Andalucía sin una de las instituciones más prestigiosas" en el ámbito nacional e internacional, para crear un organismo que se centrará en investigación médica, "y no en salud pública y gestión sanitaria".

Ha rechazado que en la actualidad haya "duplicidades" en el trabajo de la Escuela y le ha pedido que "no falte a la verdad", pues la extinción conllevará la pérdida del reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Tras poner en duda también que haya garantías para la plantilla, le ha preguntado a la consejera "¿qué les pasa con Granada?", afeándole las decisiones del Gobierno del PP restando autonomía a instituciones de prestigio, como el Parque de las Ciencias o la propia Cetursa, y eliminando otras, como ocurrirá con la Escuela y ya pasó con el Centro de Documentación Musical de Andalucía. "O se las cargan, o se la llevan", le ha reprochado para criticarle también el "oscurantismo" de la Junta en el proceso de creación del Instituto de Salud de Andalucía y el hecho de que, al igual que hará con las enmiendas a la totalidad, haya rechazado todas las alegaciones que formularon sociedades científicas, profesionales e instituciones nacionales e internacionales para frenar la extinción de la Escuela. 

En este sentido, ha afeado al Gobierno andaluz su incoherencia, al suprimir una institución de prestigio mientras reclaman la Agencia Estatal de Salud Pública. "Cierran la Escuela Andaluza de Salud Pública y reclaman la estatal. De traca y de sonrojo".

Ha señalado también un punto de interés, aludiendo al paralelismo que establece la consejera con el Instituto Carlos III, pues este organismo tiene como "centro adscrito" la Escuela Nacional de Salud Pública. No está extinguida ni integrada, sino adscrita, fórmula que le ha planteado la EASP. Un aspecto que también ha mencionado la parlamentaria de Por Andalucía Inmaculada Nieto.

Nieto ha señalado igualmente la falta de transparencia, preguntándole a la consejera el motivo por el que se niega a entregar a la plantilla de la Escuela los estatutos del Instituto de Salud de Andalucía, que concretan "todo lo sustancial". Según Nieto, la Consejería ha reconocido a los trabajadores que esos estatutos están redactados pero que de momento no se pueden dar a conocer, "a pesar de que en ello está su futuro". A juicio de la parlamentaria de Por Andalucía, el objetivo es hurtar al pleno del Parlamento la posibilidad de participar en esos estatutos, atribuyéndoselo al Consejo de Gobierno de la Junta. En esos estatutos, ha advertido, está "la trampa". 

A su juicio, el PP demuestra un "claro interés partidista", en la línea también de lo defendido por la ultraderecha, en este proyecto, que "desdibuja" lo público y el trabajo en el ámbito de la salud pública. "Quieren un juguetito, pero no deberían olvidar que lo que funciona no se toca", y la Escuela Andaluza de Salud Pública, ha enfatizado funciona. 

El nuevo Instituto, ha resumido, ni supone más eficiencia, ni mejora los rendimientos ni garantiza el futuro de los profesionales. 

Por su parte, el parlamentario de Adelante José Ignacio García ha considerado un "error no inocente" la decisión del Gobierno andaluz, que materializará la extinción de la Escuela "sin diálogo" y "desoyendo" a sociedades científicas, al Parlamento, al Congreso y al Senado, entre otra sinstituciones. García ve detrás de este paso del PP en la Junta un objetivo: que la Escuela "pierda autonomía, libertad e independencia y olvide los condicionantes sociales de la salud pública", para crear un organismo que esté "al servicio de los que mandan".

El PP justifica sus planes en los votos recibidos por el partido

Por el PP, la parlamentaria Beatriz Jurado ha esgrimido la mayoría absoluta del PP y los votos recibidos en Granada para justificar, en último término, los planes del Gobierno andaluz. Tras enumerar las bondades del nuevo proyecto, siguiendo la argumentación de la Junta, ha emplazado a los grupos de izquierda, en todo caso, a presentar enmiendas puntuales, pero desde la premisa de la extinción planteada. 

Para el PP supone "un salto de calidad". "El sentido común dice que no puede haber duplicidades" y que los recursos públicos de que se dispone tienen que ser gestionados de manera eficiente, ha asegurado.