Campaña Inagra contenedor marrón.
Las funciones en esta materia recaen en el viceconsejero

El PP esconde la Memoria Democrática en la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte

Política - M. Andrade - Domingo, 25 de Septiembre de 2022
Al retroceso en estas políticas que se experimentó en la anterior legislatura, entonces como concesión a la ultraderecha de Vox, se suman ahora el difícil encaje en una consejería tan diversa y alejada de los fines de la Memoria Democrática y la incertidumbre en torno a la derogación de la ley, unos planes que ya anunció Juan Manuel Moreno.
Detalle del Memorial a las víctimas del franquismo en el cementerio de Granada.
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Detalle del Memorial a las víctimas del franquismo en el cementerio de Granada.

 

El Gobierno andaluz, que ya dio claras muestras en la anterior legislatura de que el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de la comunidad no estaba entre sus prioridades, parapetado entonces en las exigencias de la ultraderecha y dejándole la voz cantante para exigir su derogación, da un paso más en la misma línea, ahora con su mayoría absoluta. La Memoria Democrática en Andalucía ha quedado desdibujada entre las múltiples competencias atribuidas a la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte. 

Esas competencias, que con el anterior gobierno de coalición estuvieron en Cultura y Patrimonio Histórico, han pasado al nuevo macrodepartamento que dirige el consejero Arturo Bernal, que tendrá en sus manos la gestión de asuntos tan diversos como la promoción turística de Andalucía, los museos, las orquestas, pruebas deportivas y la recuperación de la Memoria Democrática

Esas competencias, que con el anterior gobierno de coalición estuvieron en Cultura y Patrimonio Histórico, han pasado al nuevo macrodepartamento que dirige el consejero Arturo Bernal, que tendrá en sus manos la gestión de asuntos tan diversos como la promoción turística de Andalucía, los museos, las orquestas, pruebas deportivas y la recuperación de la Memoria Democrática. En el decreto que desarrolló la organización de la consejería se detalló que la dirección de esas políticas las llevará el viceconsejero, un cargo que ostenta Víctor González.

Así, al viceconsejero le corresponden las competencias recogidas en la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, y en particular, según señala la propia Consejería al detallar su organigrama, "las funciones de planificación, dirección, coordinación, control técnico y propuesta de actuación en materia de Memoria Democrática".

Este cambio ha llevado aparejado otro movimiento más: la desaparición de la figura del Comisionado para la Concordia, nombre con la que el Gobierno de Juan Manuel Moreno rebautizó a la Dirección General de Memoria Democrática. Esa responsabilidad la desempeñó Javier Arroyo Navarro, que destacó no precisamente por gestionar, sino por "no hacer", que fue la principal característica de los años anteriores y la principal denuncia por parte de las asociaciones memorialistas. Porque hasta las intervenciones en fosas que llevan el sello de la Junta corresponden a fondos transferidos desde el Gobierno central. A Javier Arroyo Navarro se le ha recolocado nombrándolo director de Andalucía Global, área encargada de las actuaciones dirigidadas a los andaluces y andaluzas que residen en el exterior. 

En la estructura orgánica de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte ya no figura el cargo de Comisionado para la Concordia. Este diario ha trasladado una consulta a la consejería para conocer si esa desaparición es definitiva o si tiene intención de recuperar esa figura, sin que de momento haya obtenido respuesta. 

Sí está, porque es un órgano creado por la ley, el Consejo de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, entre cuyos vocales hay representantes de asociaciones memorialistas y profesionales de acreditada trayectoria en la recuperación de la Memoria. 

Al retroceso que ha supuesto la legislatura del gobierno PP-Cs, estrangulado de cuando en cuando por Vox con sus planteamientos, se suma ahora un difícil encaje en la estructura de Turismo, Cultura y Deporte y la incertidumbre en torno al futuro de la ley andaluza. 

Juan Manuel Moreno, en el acto de inicio de curso en Alhendín. junta de andalucía

Si Alberto Núñez Feijóo se ha apresurado a asegurar que derogará la Ley de Memoria planteada por el Gobierno de Pedro Sánchez -ya en su última fase para su aprobación-, Juan Manuel Moreno ya había hecho pública su intención de suprimir la andaluza para aprobar una Ley de Concordia. Para el presidente andaluz la actual Ley de Memoria es una "ley de parte", a pesar de que, cuando fue aprobada en 2017, el PP se abstuvo -como hizo también Ciudadanos-. El PP, por tanto no votó en contra. 

Cuando desveló sus planes, Moreno llegó a decir que buscaría un acuerdo que recuperara "el espíritu de la Transición" para aprobar una nueva norma. 

Si esa ley se deroga quedarán pendientes muchos de los pasos recogidos en la ley. Por ejemplo, la retirada de símbolos y vestigios franquistas, como los que todavía dan nombre a calles en todo el territorio andaluz. Con la nueva ley tramitada por el Gobierno de España las asociaciones memorialistas confían en que, con ese impulso estatal, actuaciones tan importantes como las exhumaciones de víctimas del franquismo puedan mantenerse. Al menos de momento.

No solo hay aspectos que quedan pendientes, otros directamente se incumplen, como la discreta entrada de la Memoria Democrática en las aulas prevista en la norma andaluza. La Ley de Memoria planteaba acciones específicas de formación en esta materia para el profesorado. Si en el curso 2018/2019, en las líneas estratégicas de formación para el profesorado se incluyó la "divulgación de materiales e investigaciones relacionadas con estudios de la memoria histórica y democrática de Andalucía", en los cursos posteriores ha desaparecido. Las correspondientes a este curso, publicadas el pasado 8 de septiembre en BOJA, tampoco recogen esas líneas de formación.