El PP se da una fiesta verspertina para celebrar la mayoría absoluta en Granada
A las cinco de la tarde, hora taurina o la hora del té, según se quiera mirar, y con más de 30 grados, el Ayuntamiento de Granada ha acogido la investidura de Marifrán Carazo como primera alcaldesa de la ciudad. El PP quería celebrar por todo lo alto sus quince concejales, una mayoría absoluta rotunda, tras dos mandatos aciagos para el partido. Y a esa fiesta no podía faltar el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno. De ahí la hora de la fiesta, porque por la mañana tenía otras dos citas en su agenda, la de Cádiz y Sevilla, ambos con nuevos alcaldes del PP. Así que a la de Granada también se le podía llamar un 'after'.
Hasta la banda municipal de música ha amenizado con pasodobles el evento
No ha faltado ni un detalle en la celebración granadina, con una larga lista de invitados e invitadas, entre los que se encontraban el exalcalde del PP José Torres Hurtado, recibido con abrazos por alguno de sus excompañeros, los justos, como la ahora consejera Rocío Díaz, que estuvo en sus gobiernos municipales, o el arzobispo, José María Gil Tamayo.
Hasta la banda municipal de música ha amenizado el evento y, además de los reglamentarios himnos, con la bella canción de Granada como bandera, han tocado un par de pasodobles, Alhambra y Ayamonte.
La ceremonia, con las justas emociones y retransmitida en directo al estilo 'San Telmo', con bajada de la noble escalinata incluida, ha sido medida, con apenas minutos de retraso con respecto a lo establecido. Si hacemos caso a lo que ha leído la ya alcaldesa durante su discurso, seis justos, porque 'leyó' que eran las 18.22 cuando ya eran y 28. El presidente debía tomar un AVE. Hasta las declaraciones de Moreno a los periodistas han sido rápidas y concisas. Estaba "orgulloso" de acompañar a la primera alcaldesa, en la que según ha dicho "siempre ha creído", y con la que empieza una "etapa nueva" para Granada. Y adiós.
Tampoco ayudaba la temperatura a prolongar el acto más allá de lo estrictamente necesario. Prueba de ello, los abanicos, que no paraban de funcionar.
Todo el mundo quería fotos con la alcaldesa
Ha sido al finalizar el acto, y una vez que ha cumplimentado con su firma el libro de honor y el arqueo de las cuentas, en la majestuosa Sala de la Mariana, cuando ha vuelto al patio y se han sucedido los aplausos, los gritos de ¡alcaldesa, alcaldesa! y las fotos con Marifrán, incluida una con Torres Hurtado, con la que ha intercambiado palabras.
Todo el mundo quería fotos con la alcaldesa, que ha estado flanqueada por sus dos hijos durante toda la tarde. El pequeño ha ido, según Carazo, a regañadientes. Se quejaba de que le dolían los zapatos, ha transmitido su madre a los periodistas que aguardaban su llegada. Con sus dos hijos entró al Consistorio, subió al Despacho de la Mariana y bajó después al patio de la Plaza del Carmen para saludar a compañeros y allegados. Y a sus amigas, a las que ha citado durante su discurso de investidura en el capítulo de agradecimientos.
En la cola de los abrazos, políticos, empresarios y algún representante vecinal. Marifrán Carazo es ya la alcaldesa de Granada, y eso se ya se notaba en el Ayuntamiento de Granada.