Pilar Rivas presenta una moción para que Granada se sume a las ciudades que luchan contra los contaminantes hormonales

Política - IndeGranada - Jueves, 24 de Enero de 2019
Pilar Rivas.
Equo
Pilar Rivas.

"Queremos que Granada se sume a las catorce ciudades españolas que ya forman parte del proyecto “Mi ciudad cuida mis hormonas” promovido por Ecologistas en Acción y por la Asociación Alborada", ha explicado la concejala no adscrita del Ayuntamiento de Granada y candidata a la Alcaldía por Equo, Pilar Rivas.

El Ayuntamiento "está capacitado y obligado por el principio de precaución y su competencia directa en la protección de la salud pública a informar y formar a la población granadina sobre los disruptores hormonales", ha defendido la edil, que pide que se promueva "el uso de productos libres de alteradores hormonales en su contratación y compra publica y en colaboración con la Asociación de Ecotiendas de Granada y promover la adhesión a ésta del resto de establecimientos comercio y hostelería". 

"Los efectos en la salud de las personas de los disruptores hormonales han sido sufientemente contrastados y advertidos, desinfectantes, plaguicidas, conservantes alimenticios o modificadores de la conducta de ciertos materiales, especialmente el plástico, utilizados en utensilios de cocina, o productos para bebés, biberones, chupetes, juguetes etc en industrias como la textil, la cosmética, o la industria alimentaria. Sin embargo la inacción de los poderes públicos ante lo que es un gravísimo problema de salud publica es patente. La autorización de los disruptores endocrinos no cuenta con las garantías que debía, de hecho hace escasos días, una amplia mayoría del Parlamento Europeo así lo ha reconocido. El proceso de autorización de pesticidas en la Unión Europea es demasiado vulnerable ante conflictos de intereses algo que ya hemos señalados respecto de otros temas", explica Rivas.

La concejala añade que "gastamos dinero público en investigar a las industrias que los producen cuando son ellas las que debieron demostrar que sus productos no dañaban la salud de las personas antes de lanzar sus productos al mercado. Seguimos investigando la relación entre el DDT y el cáncer de mama cuando hace 40 años que quien puso en el mercado el Bisfenol-A debió asegurarse que ponerlo en la tetina de un biberón no fuera cancerígeno.  Bastó solo con eliminar el plomo de la gasolina en los años 90, para que el plomo en el aire disminuyera y dejara de acumularse en la sangre humana. El plomo en los niños paso en pocos años del 88% al 1% y entre otros efectos el Coeficiente Intelectual ascendió entre un 2 y un 5% de la población en norteamérica".

Agrega que "la prohibición del glifosato uno de los pesticidas más estudiados, en muchos Ayuntamientos incluido el nuestro ha sido un avance, pero queda mucho recorrido y otros Ayuntamientos han avanzado a mejor ritmo, París ha prohibido los biberones con bisfenol-A y otros productos en Escuales Intantiles. El proyecto Detox de Greenpeace ha conseguido que algunas marcas de ropa adquieran tímidos compromisos de “vertido cero” en toda la vida útil de una prenda, desde el proceso de fabricación, los lavados y vertidos a nuestros ríos y mares o los procesos de reciclaje que  contaminan el agua de todo el planeta. En el mundo se fabrican 80.000 millones de prendas al año, once por cada habitante del planeta llenas de productos químicos peligrosos para la salud y sin embargo autorizados y legales".  

Aunque la ciudadanía está cada vez más informada y es cada vez más exigente, destaca, "no es justo que los productos libres de disruptores sean más caros y menos accesibles por tanto, a toda la población. Son las autoridades las que deben poner freno a su producción sin miramientos". 

El caso de Granada es "aún más sangrante si cabe, no solo por los niveles de contaminación que acumula sino porque cuenta con dos científicos de enorme reconocimiento mundial en la materia, los hermanos Nicolás y Fátima Olea". Nicolás Olea es, recuerda, catedrático de Medicina de la Universidad de Granada y director científico del Instituto de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBER), especializado en el cáncer de mama. Y Fátima Olea es catedrática en Nutrición y Bromatología y responsable del grupo de investigación Nutrición, Dieta y Evaluación de Riesgos. "Ambos estarían encantados de acudir a nuestro auxilio y colaborar para que el Ayuntamiento de Granada avance en la protección de la salud de la personas y del medio ambiente", apunta Rivas.

"Acuerdos como el compromiso a reducir de manera drástica el tráfico en la ciudad, la dinamización de la campaña para la disminución de los plásticos, o instar a Diputación a la prohibición de pesticidas y la Comunidad Autónoma y al Ministerio a legislar la materia" son el resto de acuerdos "imprescindibles" para formar parte de la Red de ciudades que cuidan de mi hormonas, y han sido incluidos en la moción.