Pilar Rivas pide que se paralice la captura y sacrificio de gatos
La concejala se pronuncia así ante la movilización de la asociación La Troupe para proteger a una colonia de gatos que lleva cuidando varios años.
Pilar Rivas.
Para Equo Granada Verdes el tratamiento actual a las colonias de gatos ferales "es un grave maltrato a los animales" por parte del Ayuntamiento que, a su juicio, "no obedece ni a la falta de conocimiento ni a la falta de normativa autonómica, es una absoluta dejación de funciones y falta de voluntad política".
Por ello, Pilar Rivas, concejala y candidata a la Alcaldía por Equo, exige la inmediata paralización de la captura y sacrificio de los gatos de colonias estabilizadas y la modificación de la ordenanza.
Tres años lleva la Asociación La Troupe cuidando a una colonia de gatos ferales en Granada. Una colonia en la que había 35 gatos con los problemas normales de unos gatos abandonados a su suerte, problemas de salud, peleas en la época de celo, desnutrición y reproducción sin control. Tras la activación del protocolo CER (Captura, Esterilización y Retorno) hoy tenemos una colonia con 16 gastos sanos y esterilizados, recuerda la concejala en un comunicado.
"Este es el resultado cuando alimentas y esterilizas a una colonia felina, la colonia se estabiliza y deja de crecer, y dejan de suponer cualquier peligro para la salud pública", explica Rivas.
El art. 25 de la ley de Bases de Régimen Local atribuye a los Ayuntamientos la competencia en materia de salud pública, les confiere la potestad de promover todas clase de actividades y prestar cuantos servicios públicos contribuyan a satisfacer las necesidades y aspiraciones de la comunidad vecinal y eso le da la potestad de regular de forma ética las colonias felinas, según expone.
El pasado 27 de septiembre el Ayuntamiento activó su operativo. "Se los llevan a la perrera donde mueren de estrés, algunos en 24 horas. No solo por las características de los gatos ferales sino por las condiciones en las que se encuentra la perrera municipal. Todo gato que consigue sobrevivir al estrés de la captura, espera hacinado en jaulas a ser sacrificado a los diez días, ya que estos gatos no son adoptables. Esto es algo, que además de incumplir las múltiples declaraciones institucionales de sacrificio cero y maltrato cero a los animales que son mandatos del pueblo, incumple la propia ley de protección animal de Andalucía en la que se obliga a las Administraciones en cualquier caso al sacrificio sin sufrimiento".
La concejala destaca las ocasiones en las que distintas asociaciones animalistas han explicado este proyecto al Ayuntamiento de Granada, "la excusa siempre es la misma que la normativa andaluza no permite la implementación de este protocolo, pero esto es sencillamente falso".
"Actuar de la forma en que lo hacen solo reproduce el problema y maltrata a los animales. Si una colonia asentada y estabilizada es retirada, otros gatos ocupan ese espacio, una vez más sin control de reproducción, mal alimentados y por tanto con propensión de enfermedades".
Legalmente, apunta la concejala, hay un vacío que provoca "el desamparo" de estos gatos y ocasiona que unas administraciones pongan la pelota en el tejado de las otras. "Pero nada impide que la ordenanza municipal contemple esta realidad contrastada, la aplicación del método CES debe ser contemplado como una actuación medioambiental urbana más".
El Ayuntamiento de Zaragoza así lo recoge en su ordenanza facilitando su identificación y esterilización y regulando la figura del alimentador. El Ayuntamiento de Barcelona ha dado un paso más allá y contempla la figura del gato callejero con su propia idiosincracia. El Ayuntamiento de Alicante tiene un acuerdo de pleno de 2015 para poner en marcha una campaña de esterilización amparándose en el art. 25 de la LBRL.
"Granada debe dar un paso más allá y es la titularidad municipal como un bien común de la ciudad. Pese a que hoy en día, lo común y lo público es entendido para muchos como de nadie, todos entendemos que es importante empezar a cambiar este concepto, en todos nuestros bienes patrimoniales. El cuidado de lo público merecería dar este paso más aun si hablamos como estamos haciéndolo de seres vivos y sintientes. La fauna urbana hace felices a las personas que vivimos en las ciudades y debe ser considerada como uno de nuestros patrimonios más importantes a proteger".
