ARTÍCULO DE OPINIÓN POR JUAN JOSÉ MARTÍN ARCOS, DIPUTADO SOCIALISTA POR GRANADA EN EL PARLAMENTO ANDALUZ

'Un patrimonio común'

Política - Juan José Martín Arcos - Lunes, 11 de Mayo de 2020
Juan José Martín Arcos, diputado socialista por Granada en el Parlamento andaluz, reflexiona en este artículo de opinión sobre la necesidad de reforzar el Estado de Bienestar, puesto a prueba en la crisis social y económica generada por la pandemia.
Personal sanitario en el aplauso que cada tarde reconoce su labor.
Europa Press
Personal sanitario en el aplauso que cada tarde reconoce su labor.

En estos últimos días en los que estamos empezando a sentir el alivio en la movilidad después de muchos días confinados en nuestras casas, no debemos olvidar que esta pandemia, que tanta muerte y desolación está causando, y que se inició como crisis biológica, se ha ido extendiendo hasta convertirse en una crisis sanitaria y económica, la cual no conoce líneas divisorias ni clases sociales ni sexo ni etnias.

Se trata de una crisis de extrema incertidumbre, que nos ha transmitido mucha inseguridad y sensación de vulnerabilidad y que es distinta a todas las que hemos vivido ya que afecta a nuestra propia existencia, y todo, porque no somos individuos aislados, somos personas enlazadas unas a otras en la política de la vida.

Pero a pesar de que nadie debería negar que la situación a la que se está haciendo frente es sumamente difícil, hemos podido sentirnos algo más seguros y protegidos gracias a los miles de profesionales a los que les dedicamos todos los días esos aplausos, porque han puesto en riesgo su propia vida y las de sus familias, para sostener las nuestras prestando los servicios esenciales a una “sociedad sitiada” de la que hablaba el sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman.

Unos aplausos que representan la esperanza puesta en los profesionales que forman parte de “un patrimonio común” haciéndonos pensar que las cosas iban a mejorar gracias a ellos.

Si algo está haciendo también esta crisis es que está ejerciendo de espejo aumentado de la necesidad de contar con un estado de bienestar potente y eficaz

Pero si algo está haciendo también esta crisis es que está ejerciendo de espejo aumentado de la necesidad de contar con un estado de bienestar potente y eficaz, porque cuando la comunidad necesita protección, toda ella mira hacia el Estado y a sus servicios públicos, porque de una manera y u otra, todos esperamos que esa red pública funcione y nos proteja. 

Ese “patrimonio común” es necesario para el bienestar de una sociedad, pero también lo es para uno mismo.

Pero, ¿cómo construimos un “patrimonio común”? Con la solidaridad fiscal como comunidad.

La defensa de un Estado del Bienestar que nos dé seguridad en cualquier momento de nuestras vidas pero sobre todo en situaciones como la actual, se demuestra contribuyendo con impuestos progresivos, que permitan proyectos de futuro que hagan prevalecer a lo social y a lo común en lugar de un individualismo. Es cuestión de solidaridad.

Nos engañaríamos si no quisiéramos ver que en los últimos años, especialmente en los años de gobiernos conservadores, ha habido un maltrato hacia el sistema público, el mismo que hoy queremos que nos ayude y nos saque las castañas del fuego. 

Pero lo que me parece más preocupante es la insensibilidad en la que, en algunos casos, determinados gobernantes como Trump, Bolsonaro, Johnson e incluso Mark Rutte, primer ministro holandés, han demostrado con los que han estado toda su vida aportando su solidaridad fiscal para que hoy día podamos disfrutar de unos servicios públicos que funcionan.  

Han criticado que se hayan tomado medidas para salvar la vida de personas mayores, consideradas por estos como un insoslayable cobro de peaje para salvar lo que para ellos es más prioritario, la economía y sus beneficios. Habría que recordarles que para que haya capacidad productiva primero debe haber salud.

En este sentido, el principal objetivo del Gobierno de España ha sido y es el de salvar vidas. Para ello ha sido necesario ir alargando el confinamiento con las sucesivas prórrogas del Estado de alarma -ay, Casado, que en esta última prórroga preferiste jugar al ajedrez antes de mostrar valentía apoyando a tu país- para vencer al coronavirus.

Por eso mismo creo que, hoy más que nunca, hay que ensalzar esa solidaridad de la que nuestros padres y madres, al igual que los suyos, invirtieron en proyectos de futuro a través de sus impuestos

Por eso mismo creo que, hoy más que nunca, hay que ensalzar esa solidaridad de la que nuestros padres y madres, al igual que los suyos, invirtieron en proyectos de futuro a través de sus impuestos. Su solidaridad fiscal contribuyó a tener un “patrimonio común” que nos ha permitido tener sanitarios, que la inmensa mayoría se formó en universidades públicas, en hospitales velando por nosotros; tener una red de autovías y logística que ha permitido el abastecimiento de nuestros supermercados y despensas; poder hacer nuestras videollamadas a través de nuestro sistema de comunicaciones y poder sentir más cerca a nuestra familia; dar seguridad y auxilio a decenas de miles de trabajadores y empresas aprobando ayudas para subsistir; o protección a través de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para que nadie rompiera la cadena de solidaridad en el confinamiento. En conclusión, nuestros padres y abuelos hicieron una buena inversión con sus impuestos y hoy nosotros recogemos esos beneficios que nos plantea el “patrimonio común”. 

Por eso creo que no cabe otra que repensar lo político, reforzando la sanidad, la investigación, la educación, las residencias de mayores, la vivienda o la renta básica universal, ya que han de estar en la inminente nueva agenda política.

En ese sentido cabe apelar a la solidaridad y responsabilidad colectiva que ellos demostraron y que en estos nuevos tiempos se hacen tan necesarios, y recordarles a esos dirigentes ‘malandrines’, como diría Don Quijote, que no apreciaron la vida de nuestros mayores, que todos estamos bajo el mismo cielo protegidos bajo un “patrimonio común”.

Juan José Martín Arcos es parlamentario socialista andaluz. Foto: Prensa Parlamento