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Artículo de Opinión

'Paralelismos con 1933'

Política - Abelardo Vico - Sábado, 18 de Septiembre de 2021
Abelardo Vico, senador del PSOE por Granada, analiza la situación política actual desde un interesante punto de vista. Un artículo para leer, debatir y compartir.
Imagen de la calle Mesones, en la capital.
M.Rodríguez/archivo
Imagen de la calle Mesones, en la capital.

El año 1933 finalizó con la pérdida del Gobierno por parte de la coalición de izquierdas. A lo largo de ese año fraguó un ambiente que guarda sus paralelismos con el que vislumbramos en la actualidad, salvando obviamente las cautelosas distancias a las que obliga el distinto contexto histórico.

El primer paralelismo lo encontramos en la propia composición del Gobierno, así como en la presión para la expulsión de uno de sus miembros. Se trataba entonces de un gobierno de coalición, de izquierdas y sin mayoría parlamentaria, al igual que en la actualidad. La Derecha señalaba a la parte en teoría más radical del Gobierno, tratando que la parte moderada expulsase a la primera del Ejecutivo. En los años Treinta esa parte considerada radical era el PSOE, hoy es Podemos. El PSOE acabó abandonando el Gobierno, y los ataques al Gobierno Republicano, lejos de aplacarse fueron más furibundos aún.

"En 1933 acaecía lo que se dio en llamar la obstrucción al Tribunal de Garantías Constitucionales, que recuerda bastante la negativa a renovar el CGPJ y algunos miembros del propio Tribunal Constitucional hoy vigente"

En segundo lugar, en el ámbito de la Justicia, en 1933 acaecía lo que se dio en llamar la obstrucción al Tribunal de Garantías Constitucionales, que recuerda bastante la negativa a renovar el CGPJ y algunos miembros del propio Tribunal Constitucional hoy vigente. La Derecha acusaba al Gobierno de Azaña de inmiscuirse en el poder judicial, mientras el Gobierno insistía en la necesidad de cumplir la norma que existía en ese momento hasta que no se cambiase la misma. Nada nuevo bajo el sol, como vemos.

En siguiente término se aprecia el surgimiento de una Extrema Derecha que arrastra al resto de la Derecha a la radicalización. En los primeros Treinta del siglo pasado fueron el Partido Agrario o Acción Popular, hoy es VOX. En el primer caso estos partidos acabaron aglutinándose en la CEDA junto con otros partidos, pero dominando la línea ideológica del partido naciente. Ahora, la secuencia ha sido la contraria pues se encontraban todos aglutinados en el PP y acabaron separándose; aunque es Vox el que marca el tono al que se ve impelido el Partido Popular.

Como cuarto paralelismo llama la atención el binomio Iglesia-Educación. En este primer Bienio Republicano la Ley de Congregaciones y Cultos trataba de limitar la preponderancia de las Órdenes Religiosas en la Educación, mientras que la Ley de Educación recientemente aprobada es singularmente atacada por el tratamiento de la educación concertada, en manos fundamentalmente y todavía de la Iglesia.

Y como quinta y última cuestión paralela que ponemos de relieve, el asunto de Cataluña. A Azaña se le acusaba de sostener la campaña del Estatuto para no perder los cuarenta votos de los diputados catalanes, mientras que el Presidente Republicano les respondía que hablaban de una España que ensalzaban pero no conocían. Espíritu parecido al que se respira ahora. Al Gobierno se le acusa de realizar cesiones (indultos, mesa de negociación, etc) para que los grupos catalanes apoyen parlamentariamente; y el Gobierno se defiende recordándole a la Derecha que quiere a la España que les gustaría que fuese, no a la que es.

"Todo lo anterior no dejaría de ser un ejercicio intelectual si no fuese porque la historia no se repite exactamente, es verdad, pero avisa"

Todo lo anterior no dejaría de ser un ejercicio intelectual si no fuese porque la historia no se repite exactamente, es verdad, pero avisa; si no fuese porque demasiadas veces España ha demostrado ser un país enfermo de historia mal sabida; si no fuese porque este caldo de cultivo que se trasluce en ambas épocas desemboca en la misma conclusión final: El Gobierno de Izquierdas, y más si es de coalición, es un gobierno ilegítimo. Vamos a reproducir algunas frases de Azaña lamentándose de este extremo:  “… de algunos de los pasajes del discurso del Sr. Botella, en que se habla de probar la legitimidad de este Gobierno …, y de que ahora se pone en tela de juicio la legitimidad de nuestro origen, la autoridad de nuestra función, porque el Sr. Botella siente la necesidad de que el Gobierno demuestre que ejerce el poder legítimamente” (Las Cortes 25 de abril de 1933). “Pero es absolutamente inadmisible que en el seno del Parlamento, cada día, cada semana o cada mes, se esté diciendo, como decía esta tarde el señor Gil Robles: ´Estas Cortes ya no representan a la opinión pública, disolvámoslas” (Las Cortes 26 de abril de 1933). “O como no fuese que la legitimidad de esta mayoría para algunos nazca también de su color izquierdista, y que una mayoría menos izquierdista ya seria menos ilegítima que la actual” (Las Cortes 2 de mayo de 1933). 

Estas continuas referencias de deslegitimación tenía como objetivo desgastar al Gobierno buscando la convocatoria de elecciones anticipadas, pues los sondeos le eran favorables a la Derecha. Así se precipitaron las elecciones de 1933 que ganó la Derecha. El actual gobierno, como aquél, es legítimo, y lo será mientras tenga apoyos parlamentarios y no se agote la legislatura. La historia no se repite exactamente, pues cada vez nos encontramos en contextos diferentes, pero a veces nos anticipa consecuencias, no idénticas, pero sí graves, para una convivencia social plenamente democrática.

Abelardo Vico, es Senador del PSOE por Granada.