Artículo de Opinión

'Medidas necesarias'

Política - Inma Oria - Jueves, 23 de Abril de 2020
La diputada del PSOE Inma Oria repasa las medidas aprobadas por el Gobierno de España y que han puesto a las personas en el centro de la toma de decisiones.
Imagen del Consejo de Ministros celebrado el pasado martes.
Pool Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa
Imagen del Consejo de Ministros celebrado el pasado martes.

A estas alturas, poco aportaría afirmar que vivimos una situación de crisis sanitaria, social y económica sin parangón en la historia reciente. La estamos sufriendo todos y todas en este confinamiento que, cada día que amanece, pone a prueba nuestra paciencia y serenidad ante la incertidumbre del futuro. Y en la que el hecho de que se produzca a nivel global consuela poco, mas allá del sentimiento compartido de que la misma se convierta en una oportunidad.

El hecho de que no tenga precedente dificulta muchísimo la tarea de combatirla, puesto que no existe un modelo en el que basar y sustentar la adopción de las medidas que se van implementando. La evolución de la pandemia y el asesoramiento de profesionales expertos sustentan las decisiones políticas tomadas y que se concretan en la ingente normativa que, desde que se decretara el Estado de Alarma, alumbra el Boletín Oficial del Estado.

Pero sí que hay varias cuestiones claras desde el principio y que se plasman en todos y cada uno de los Decretos, Órdenes o Resoluciones que el Gobierno de España está aprobando: superar cuanto antes esta emergencia sanitaria, reforzar nuestro sistema público -especialmente la sanidad pública- sin dejar a nadie atrás y preservar nuestra economía y tejido productivo.

La situación actual es cambiante. Por tanto, cambiante ha de ser también la forma de responder a las necesidades de nuestra sociedad

Hay quienes critican la falta de previsión del Gobierno en esta crisis y, al hilo de esto, se me viene a la cabeza un libro del Premio Nobel de Economía, Daniel Kahneman, “Pensar Rápido, Pensar Despacio”, porque define a la perfección la situación a la que se está enfrentando el Ejecutivo, que ha de pensar despacio pero actuar deprisa, algo que puede inducir a esta creencia. Pero nada más lejos de la realidad. La situación actual es cambiante. Por tanto, cambiante ha de ser también la forma de responder a las necesidades de nuestra sociedad.

Pero de lo que no se puede dudar es de la valentía y decisión del Gobierno. Tampoco de cómo ha huido de las fórmulas que adoptaron para superar la crisis de 2008. Ha puesto a las personas en el centro de la toma de decisiones y ha procurado constantemente llegar a todos los colectivos en ámbitos como el social y el económico. Prueba de ello ha sido la larga y extensa lista de medidas que se están tomando para intentar preservar el empleo y por ende la economía y nuestro tejido productivo. Sirvan de ejemplo:

- Los ERTES que han conseguido garantizar una renta a casi 4 millones de trabajadores cobrando una prestación por desempleo a pesar de no haber cotizado el periodo mínimo y que exonera completamente a las pequeñas empresas (menos de 50 trabajadores) del pago de las cotizaciones sociales, corriendo éstas por cuenta del Estado. Sin lugar a duda medidas que alivian la carga de las empresas y busca mantener el empleo.

- Renovación automática de prestaciones por desempleo, permiso retribuido recuperable, consideración de los trabajadores con COVID-19 como una baja por accidente de trabajo, haciéndose cargo la Seguridad Social desde el primer día, prestaciones para empleadas de hogar.

- Prestaciones extraordinarias para autónomos que cesan de su actividad o ven mermados sus ingresos en un 75% con respecto al semestre anterior, y que ya han solicitado más de un millón de autónomos y cobrado más de 900.000.

- Moratorias para autónomos de hasta seis meses para el pago de las cuotas sin intereses ni recargos de los que podrán beneficiarse aquellos que no hayan suspendido su actividad con ocasión el estado de alarma. 

- Aplazamiento de las cuotas de la Seguridad Social para empresas y autónomos, medida universal que se aplica a todos los sectores y regímenes. 

No me resigno a pensar que la condición humana puede llegar a ser tan infame como para pensar que cuanto peor mejor

Por supuesto, sin complacencia de ningún tipo, se trata de medidas necesarias que se suman a las aprobadas en el Consejo de Ministros de esta semana y que ponen de manifiesto que la ideología importa. Y no me resigno a pensar que la condición humana puede llegar a ser tan infame como para pensar que cuanto peor mejor. En estas circunstancias se han de garantizar rentas y hemos de generar certidumbre en una población que vive con angustia el presente, que desconoce cuál será futuro y que no sabe a qué normalidad se enfrentará una vez superada esta pandemia. Tomo prestadas unas palabras de María Jesús Montero, ministra de Hacienda que comparto plenamente con ella: “Estamos mal, pero menos mal que estamos”.

Inma Oria es diputada por Granada en el Congreso de los Diputados.