Artículo de Opinión

'De Luis en peor'

Política - Miguel Ángel Fernández Madrid - Jueves, 26 de Noviembre de 2020
Miguel Ángel Fernández Madrid, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Granada, nos ofrece un artículo de opinión en el que señala la falta de autocrítica por parte del alcalde y su gobierno, con un repaso a las veces en las que reparten 'la culpa' por decisiones con impacto en la ciudad en la gestión de la pandemia. No dejes de leerlo.
Luis Salvador, en una imagen en el despacho de Alcaldía.
J.A./Ayto.Granada
Luis Salvador, en una imagen en el despacho de Alcaldía.

Así va Granada, de Luis en peor. Lo mire por donde lo mire uno, no hay asunto de la ciudad en el que el acalde y su gobierno no tengan claro de quién es la culpa. Sí, la culpa es de cualquiera que pase por allí. De todos, menos suya. Bueno, tampoco es culpa de la Junta de Andalucía. Acabáramos, son sus partidos.  

Del Gobierno de España sí que es la culpa por su decisión errática de no optar por la inmunidad de rebaño frente a la COVID19. Y eso que nadie, desde el lado científico, incluyendo posiciones éticas, lo admite. Pero él lo soltó porque lo escucharía en el programa de Iker Jiménez. También fue culpa del Gobierno de España que optara por el confinamiento en marzo aunque las proyecciones estadísticas de organismos de diferentes universidades calcularan que dicho confinamiento pudo evitar en torno a 400.000 muertes, además del absoluto colapso sanitario. Igualmente, fue culpa de Sánchez y su gobierno socialcomunista finiquitar el mando único sanitario demasiado tarde en favor de las comunidades autónomas. La Junta de Andalucía estaba preparada. Claro, que estaba preparada para salvar el verano fundamentalmente a los empresarios de la Costa del Sol a costa de adelantar en Andalucía la segunda ola. 

Luego la culpa fue de la Universidad de Granada porque su alumnado iba  a clase con mascarilla y guardando la distancia de seguridad. Así que cuando la Junta cerró las clases, ya se sabía que la transmisión comunitaria se provocaba a través del ocio nocturno en un grupo de edad que iba de los 14 a los 30 años. ¿Por qué la Junta no cerró los institutos siguiendo su lógica de cierre de aulas universitarias?

A finales de septiembre y principios de octubre ya era generalizada la concentración de jóvenes haciendo botellón, que estaban transmitiendo el virus a sus familias, más los brotes en las residencias de mayores que auguraban una tragedia. Tal vez se confundiría el alcalde cuando solicitaba que no se cerrara Granada. Pero no, remaba a favor de la estrategia de la Junta de Andalucía: la situación está controlada y no se va a confinar Granada. Supuestamente se salvó el puente de octubre, pero la incidencia acumulada, por encima de los 1.000 casos en Granada y su Área Metropolitana, no presagiaba nada bueno: O se ponía coto a la movilidad o el colapso sanitario y la tragedia de tanta persona fallecida. 

De modo que la Junta de Andalucía donde dijo digo digo Diego. Y claro, ahí ya la culpa volvía a ser de Sánchez para el vicepresidente de la Junta: “hubiéramos confinado Granada, pero Sánchez no nos dejó”. Bien es cierto que al día siguiente de estas declaraciones, el propio presidente de la Junta reconoció que nunca le habían solicitado a Sánchez el confinamiento. Daba igual. 

La hostelería, machacada por este virus, cabreada con los gobiernos de todos los niveles, salió a la calle. Y el alcalde con ellos. Insisto, los hosteleros cabreados con todos. Luis sólo señalaba a Sánchez a pesar de que el Decreto de cierre de esta actividad, y también la comercial, llevaba la firma del PP y de C's

La hostelería, machacada por este virus, cabreada con los gobiernos de todos los niveles, salió a la calle. Y el alcalde con ellos. Insisto, los hosteleros cabreados con todos. Luis sólo señalaba a Sánchez a pesar de que el Decreto de cierre de esta actividad, y también la comercial, llevaba la firma del PP y de C´s. Y no sólo señalaba a Sánchez como culpable, sin asumir su falta de control y de previsión ante las fiestas en los pisos, la aglomeración de jóvenes y no tan jóvenes en los alrededores de los locales de ocio, fundamentalmente nocturnos, sino que el alcalde instaba, como hará en este Pleno, a que Granada sea declarada zona catastrófica para que, otra vez, sea el Gobierno de España quien pague el pato. 

Y todo ello sin importar que durante todos estos meses de cierre de negocios, el alcalde no ha dejado de cobrar los impuestos por una actividad que no se estaba desarrollando, o que las ayudas de la Junta se queden cortas. Eso para él son paparruchas. Salvador nos entretiene señalando a Moncloa. Qué sería de este país si cada uno asumiera el papel que le corresponde. Qué sería de Granada. Pero así estamos, de Luis en peor. 

Miguel Ángel Fernández Madrid es concejal socialista en el Ayuntamiento de Granada.