El Consejo de Ministros acaba de aprobar el Anteproyecto de Ley de Bienestar Animal. Gran número de alborotadores mediáticos llevan tiempo calentando el ambiente y predicando bulos, sobre todo en la afección de esta ley a la caza, ejecutando con ello una técnica trumpista que ni es nueva ni baja de intensidad con el tiempo. El objetivo es abatir al Gobierno por tierra, mar y aire.

La Ley de Bienestar Animal se centra en los animales que viven en el entorno humano, especialmente los de compañía, domésticos, domesticados o silvestres en cautividad

Le Ley de Bienestar Animal afecta nada o muy poco a la actividad cinegética, quizás tan sólo un mayor control de los perros de caza y una mejor identificación veterinaria de los animales criados en cautividad y después soltados en los cotos. Sendas cuestiones bien implementadas pueden suponer incluso un avance. La Ley de Bienestar Animal se centra en los animales que viven en el entorno humano, especialmente los de compañía, domésticos, domesticados o silvestres en cautividad. Y habla principalmente de sacrificio cero de animales de compañía si no se produce por razones sanitarias, de un curso para la tenencia de animales que será gratuito, de la obligatoriedad de un seguro de responsabilidad civil, de controlar la cría de animales, de dejar de exponer perros y gatos en escaparates, de un registro para los maltratadores de animales, de no poder utilizarlos en peleas, ni en espectáculos públicos que les causen angustia, dolor o sufrimiento o de no poder llevarlos atados a vehículos a motor en marcha, de preparar planes de emergencia para animales afectados por situaciones dramáticas como por ejemplo los incendios forestales. Todos ellos aspectos que como objetivos sociales de una sociedad avanzada no son precisamente para sentirnos avergonzados, más bien al contrario. En definitiva supone la aceptación y el reconocimiento de que los animales no son un medio más de nuestra actividad económica para utilizarlos a nuestro antojo, sino seres con capacidad de sentir que tienen una dignidad.

Nuestro modelo en este tema, como en tantos otros, debe ser Europa. Hace años impulsamos un refugio de animales en mi pueblo de apenas mil habitantes, con el fin de eliminar la triste imagen de perros abandonados en la calle. La idea principal era garantizar el no sacrificio y estimular la adopción. Curiosamente la mayor parte de los socios iniciales eran ciudadanos del norte de Europa que residían en el municipio. Contaron con mi admiración desde el principio.

Defiendo que la Ley de Bienestar Animal es también necesaria y oportuna en el mundo rural

Yo defiendo que la Ley de Bienestar Animal es también necesaria y oportuna en el mundo rural. Esto no es sólo un asunto de pijoprogres urbanitas; esto es un asunto general, de una mayoría social, que viva en un pueblo o en una ciudad, considera que las actividades humanas no pueden llevar aparejadas un sufrimiento de los animales sin control alguno. La mayor parte de los jóvenes que hoy viven en el medio rural lo entienden así, y entre estos jóvenes hay cazadores y no cazadores.

Porque, he visto cazadores que bien por iniciativa propia o en el marco de la sociedad de cazadores local construyen y mantienen bebederos y comederos en el campo, que siembran pequeñas parcelas dedicadas exclusivamente a alimentar a los animales, que prolongan vedas en sus ámbitos porque las especies apenas se recuperan en las vedas regulares, y que cuidan muy bien a sus animales, algunos incluso de manera muy atenta. Pero también he visto otros que son furtivos buena parte del año, que no respetan vedas, que practican técnicas de caza que hacen sufrir a las presas y que  maltratan perros y animales propios.

Y también he visto personas en los pueblos no cazadores con un respeto extremo por los animales, pero también he visto otros que practican y defienden costumbres y tradiciones que los hacen sufrir de manera gratuita y a veces casi sádicamente.

Defiendo la Ley de Bienestar Animal como una norma que no va contra las personas del mundo rural, pero que sí quiere defender a los animales de personas que los maltratan

Por tanto yo defiendo la Ley de Bienestar Animal como una norma que no va contra las personas del mundo rural, pero que sí quiere defender a los animales de personas que los maltratan. Y estoy convencido de que la mayor parte de los habitantes rurales, cazadores y no cazadores, comparten esta opinión.

La Ley de Bienestar Animal no es un ataque de los burgueses de ciudad que no entienden la vida rural hacia los que vivimos en el campo, sino una muestra de respeto hacia el mundo de los animales que hoy comparte la mayor parte de la gente, de ciudad y de campo, mayores o jóvenes. Eso sí, debemos propagar lo que dice en realidad la Ley de Bienestar Animal y no lo que el ejército de agitadores dicen que dice.

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Abelardo Vico es senador del PSOE por la provincia de Granada.