Expertos alertan en el Parlamento de las consecuencias que tiene extinguir la Escuela Andaluza de Salud Pública
La consejera de Salud y la directora de la EASP, en una imagen de archivo. junta de andalucía
Expertos que han comparecido esta semana en el Parlamento de Andalucía para trasladar sus aportaciones en el marco de la tramitación del Proyecto de Ley de creación del Instituto de Salud de Andalucía (ISA), que prevé la extinción de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), han alertado de las consecuencias de la fórmula elegida por la Junta, que es la desaparición de la Escuela tal y como ha funcionado hasta ahora. Una de esas consecuencias más inmediatas y con impacto más negativo, una vez que se consume la extinción, será la pérdida del reconocimiento como centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hay coincidencia al respecto, sobre todo entre quienes han estado vinculados profesionalmente a la OMS, a pesar de que la actual directora de la EASP, Blanca Fernández-Capel, insistiera en negarlo -alegando que se había renovado recientemente- y tratara de explicar que la extinción plasmada con absoluta claridad en el texto no es tal desaparición y obedece a un formalismo necesario en las leyes. "Eso aparece en todas las normas, a la entrada en vigor del nuevo aspecto desaparece el anterior. Eso no quiere decir que se queme en la hoguera ni que desaparezca ni se deseche. Desaparece la sociedad anónima", fue su explicación, además de defender la apuesta por la Escuela, a pesar de los nuevos planes.
Para Daniel López Acuña, reconocido experto con una trayectoria vinculada a la OMS, es un "desatino" que se "dilapide" la "marca en salud pública" que representa la EASP
Sin embargo, la extinción tendrá consecuencias. Con absoluta claridad y contundencia se expresó Daniel López Acuña, con una trayectoria profesional vinculada a la OMS durante 30 años, donde desempeñó cargos de responsabilidad. Fue contudente tachando de "miopía" y decisión "equivocada" la disolución de la EASP, que este año llega a sus 39 años. Esa decisión de la Junta, integrando a la Escuela en el nuevo instituto, supone "la destrucción de facto del centro colaborador". Es decir, si desaparece la Escuela, que ahora tendrá otra fórmula jurídica, desaparece el centro que ahora tiene la consideración de colaborador de la OMS. No es una distinción que se arrastre al nuevo escenario.
López Acuña consideró un "desatino" y un "despropósito" que se "dilapide" esta "marca en salud pública" y que el proyecto impulsado por la Junta ignore -en el texto en tramitación- logros de aspectos que son eje central de la Escuela, como la cooperación internacional, la consultoría, la innovación o la formación.
"Los autores no se han enterado de lo que es el ámbito profesional de la salud pública", alertó el experto internacional que añadió que el Parlamento está a tiempo de rectificar el error y evitar, vía enmiendas, los "terribles efectos" que tendrá el proyecto de ley.
Porque la propuesta reduce el campo de actuación del Instituto a la investigación e innovación relativa a la práctica clínica e "ignora la dimensión de la salud de las personas, la promoción de la salud o las acciones preventivas que suponen la salud pública". "Mezcla peras con manzanas" al integrar a tres instituciones que hacen cosas muy diferentes -EASP, Fundación Progreso y Salud y Secretaría de Investigación-, situando como eje la investigación biomédica e "ignorando tres cuartas partes del quehacer de una escuela", como la formación o la consultoría. Eso es, ha resumido "desmantelar la actual funcion de la EASP".
Dos ideas ampliamente resaltadas por otros de los intervinientes, tanto la pérdida de prestigio internacional como el poco protagonismo de la salud pública en el nuevo ente que va a crear el Gobierno andaluz. Por ejemplo, así se expresó el médico y epidemiólogo Esteve Fernández Muñoz, catedrático de Salud Pública de la Universidad de Barcelona y director del centro colaborador de la OMS -el Instituto Catalán de Oncología-. Sobre la pérdida del reconocimiento de la OMS, señaló que para conseguirlo "no te apuntas y te hacen colaborador de la OMS", se trata de un proceso de designación "complejo". Y ha subrayado que, según las normas de la Organización Mundial de la Salud, esa colaboración va ligada al centro que recibe. Si deja de existir, como jurídicamente ocurrirá con la Escuela, ese centro colaborador, también.
Fernández Muñoz, que se ha mostrado sorprendido por el escaso número de veces que el texto normativo elaborado por el Gobierno andaluz menciona la salud pública, solo tres excluyendo las veces que se cita a la EASP. El médico, que se definió como salubrista, pidió que se reflexione sobre la fórmula para no "aniquilar una institución ejemplar", como es la Escuela Andaluza de Salud Pública, con "proyección nacional, europea y mundial".
"Cuál es el modelo del Instituto de Salud de Andalucía, no lo veo", se pregunta el representante de la Sociedad Española de Salud Pública
Todo ello señalando que la creación del Instituto de Salud de Andalucía puede ser positivo, como apuntó otro de los ponentes, Femando García Benavides, representante de la Sociedad Española de Salud Pública (SESPAS). "Es positivo ordenar y crear sinergias", dijo, como también fomentar la investigación biomédica. Pero consideró que el proyecto presentado adolece de "modelo". "Cúal es el modelo, no lo veo", apuntó después de preguntar si la idea era seguir el del CSIC, en alusión a potenciar la investigación, o el del Instituto Carlos III -que la Junta ha citado en alguna ocasión-.
Y, aunque admitió que hay aspectos a mejorar en la EASP, de la que es colaborador, como él mismo advirtió, recordó que la salud pública es "multiprofesional" y deben tenerse en cuenta perfiles que no aparecen en el proyecto de la Junta.
Así lo trasladó a la comisión parlamentaria Felisa Gálvez Ramírez, que advirtió de "un alto impacto negativo", puesto que Andalucía no dispone de más centros colaboradores que el de la EASP.
En España hay, incluyendo a la EASP, una docena de centros colaboradores. Son el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid; el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela; la Organizacion Nacional de Trasplantes (ONT); la Universidad de Valencia; la Agencia de Salud Pública de Cataluña; la Universidad Autónoma de Madrid; el Instituto de Barcelona para la Salud Global (ISGlobal); la Universidad de Navarra; el Inssstituto Catalán de Oncología; el Instituto de Salud Carlos III; y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Conllevaría también la pérdida de alianzas internacionales y la extinción de convenios estratégicos y títulos universitarios, según la Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria
Según informó Europa Press, la Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria advirtió también que "la pérdida de la experiencia internacional por parte de la Escuela Andaluza de Salud Pública conllevaría, también, la posibilidad de presentarse a futuras licitaciones internacionales, ya que las administraciones públicas, como es el caso de las agencias administrativas o las oficinas de transferencias de resultados de investigación, no pueden presentarse a determinadas licitaciones de la Unión Europea, OMS, la Organización Panamericana de Salud o el Banco Mundial, entre otros". Este hecho incidiría en la pérdida de alianzas internacionales de las que actualmente forma parte la EASP. Asimismo, la extinción de la sociedad mercantil de la Escuela Andaluza de Salud Pública supondría también la extinción de convenios estratégicos y títulos universitarios, un total de 12 postgrados.
En definitiva, "si la EASP se integrara en una agencia administrativa, la capacidad de respuesta en la prestación de sus servicios se podría ver afectada por la pérdida de agilidad en la gestión de los proyectos, ya que la EASP se rige actualmente por el derecho mercantil y no por el administrativo", puntualizó.
En línea con otros comparecientes, la asociación abogó por recurrir a otras fórmulas, planteando la opción de centro adscrito, todo ello para no perder prestigio pero también capacidad gestora, organizativa y de captación de recursos.
Por otra parte, respecto a la creación de dos nuevos cuerpos de funcionarios en especialidades de Biomedicina y Ciencias de la Salud -medidas que están entre las novedades del instituto y su apuesta por la investigación biomédica-, solicitó que "se modifique su redacción actual pues entienden que la creación de las especialidades indicadas en el proyecto de ley del Instituto de Salud de Andalucía contradice la normativa legal europea actual".
Los planes de estudios universitarios antiguos se extinguieron en octubre de 2010, en base a lo establecido en el decreto RD 1393/2007, el cual recoge los grados universitarios. Además, "tampoco se ha tenido en cuenta la clasificación profesional que aparece en el Real Decreto Legislativo 5/2015, que recoge el texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público".
Por otro lado, Asanec ha recomendado a la Comisión de Salud y Consumo del Parlamento de Andalucía la creación adicional de una categoría de Salud Pública y Gestión Sanitaria en el ISA.
La preocupación laboral y del futuro de los trabajadores y trabajadoras del nuevo instituto y la manera en la que se integrarán los de la EASP, la Fundación Progreso y Salud y la propia Secretaría de Investigación de la Consejería, también fue planteada por el Sindicato de Enfermería SATSE. Los representantes del sindicato, que también trasladaron sus dudas sobre la fórmula de la extinción, hicieron hincapié en las dificultades para respetar los derechos de las plantillas de los distintos centros que se pretenden integrar bajo el paraguas del instituto, con condiciones muy diferentes. Abogaron por ello por constituir una mesa de trabajo.
La extinción de la EASP "le va a costar la pérdida de posicionamiento estratégico internacional", "esa es la realidad", resaltó el experto en salud pública Joan Carles March
Entre los comparecientes también estuvo el experto en salud pública Joan Carles March, que fue director de la Escuela y uno de los artífices de su reconocimiento como centro colaborador de la OMS. La fórmula jurídica planteada por el Gobierno de Juan Manuel Moreno, la de la desaparición de la EASP, "le va a costar la pérdida de posicionamiento estratégico internacional". "Esa es la realidad", enfatizó el experto que defendió el prestigio de la Escuela, a la que se refirió como el centro "de mayor prestigio internacional" que tiene la Junta. "Es así, lo siento", subrayó durante su intervención insistiendo en el "grave error" que supone restarle protagonismo al centro de referencia para la salud pública, más aún después de lo aprendido con la pandemia Covid.
Tras mencionar también que tendrá repercusiones en los convenios suscritos con otras instituciones, como las universitarias para los títulos y másteres que se imparten, Joan Carles March incidió en otras de las ideas abordadas por los expertos que le antecedieron: lo que representa la salud pública. "No es investigación biomédica" es una disciplina que integra muchos perfiles profesionales y eso no está recogido en el proyecto de ley, como tampoco la importancia de proyectos de éxito internacional como la Escuela de Pacientes, "un referente".
De su experiencia, considera que "lo ideal sería que la Escuela funcionara como centro adscrito al ISA", porque ello le permitiría "mantener alianzas estratégicas y su posicionamiento como centro colaborador".
El Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, a favor del proceso emprendido por la Junta
Del lado contrario, uno de los apoyos más explícitos a la extinción de la Escuela vino del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos que preside Jorge Fernández Parra, a su vez presidente del Colegio de Médicos de Granada. A su juicio y en la línea de los argumentos de la Junta, la Fundación Progreso y Salud y la Escuela Andaluza de Salud Pública tienen ahora "coincidencias" en muchas tareas, con aspectos "duplicados". También aseguró que la Escuela tenía "mala imagen" por la "falta de equidad" en el acceso de sus profesionales. Por ello se mostró a favor de lo que llamó "integración", que no "desaparición" de "todo lo bueno" que representa la EASP, a la que aprovechó para reprochar que no secundara en su día las protestas contra la fusión hospitalaria, en las que él se posicionó junto a Jesús Candel. Una fusión que, en sus palabras, "tanto daño hizo a Granada".
Fernández Parra finalizó su intervención pidiendo que "no se ponga en riesgo" las aspiraciones de Granada para albergar la Agencia Estatal de Salud Pública por posicionamientos políticos.
Sobre la candidatura a la agencia estatal, hay una crítica que se hace a la Junta, a la que se afea que utilice la EASP como aval para reclamar la sede de ese organismo de nueva creación cuando está diluyéndola.
Plazo de alegaciones tras las comparecencias
En la tramitación parlamentaria del Proyecto de Ley de creación del Instituto de Salud de Andalucía, una vez que se han celebrado esta semana esas comparecencias ante la comisión, se abre el plazo de presentación de enmiendas al articulado.
De acuerdo con la información del Parlamento, diputados y grupos parlamentarios tendrán un plazo de quince días, contados desde la finalización de las consideradas comparecencias informativas en comisión, para presentar, mediante escrito, enmiendas al articulado del proyecto de ley, el cual finalizará el día 2 de abril de 2024.
La previsión parlamentaria es que la aprobación final del proyecto de ley del Instituto de Salud de Andalucía esté cerrada en junio.
[Imágenes de los ponentes: extraídas de la comparecencia en el Parlamento de Andalucía]