Los concejales 'díscolos' mantienen su pulso con la dirección provincial al justificar sus actitudes

La división interna en el grupo municipal reabre la crisis en el PP de Granada

Política - Juan I. Pérez - Martes, 10 de Enero de 2017
La división interna en el grupo municipal del PP de Granada ha reabierto de nuevo la crisis en la organización provincial, que aún no ha cerrado la brecha abierta por el caso Nazarí, que propició el cambio de gobierno a favor del PSOE hace ocho meses, tras la dimisión forzada del entonces alcalde José Torres Hurtado, de la concejala de Urbanismo, Isabel Nieto, y la marcha del Ayuntamiento del presidente provincial, Sebastián Pérez.

Sebastián Pérez, ayer, en su encuentro informativo. IndeGranada

El detonante ha sido la fidelidad de cuatro de los once concejales del principal grupo de la oposición -Juan García Montero, Fernando Egea, Francisco Ledesma y Telesfora Ruiz- a Torres Hurtado, frente al que la organización provincial ha querido deliberadamente distanciarse tras el caso de supuesta corrupción urbanística durante su mandato.
 
Cuatro ausentes, dos de ellos del pleno. Juan García Montero y Fernando Egea ni tan quisiera acudieron al pleno. En el caso del ex portavoz del gobierno y concejal de Cultura en la etapa de Torres Hurtado alegó problemas de salud. Egea, apeló a su conciencia para evitar votar la personación del caso Nazarí. Francisco Ledesma y Telesfora Ruiz, por cuestiones de conciencia, asistieron al pleno pero se marcharon del salón cuando se votó que el Ayuntamiento se personara en el caso Nazarí.
Y aunque ese es el problema de fondo, y el presidente provincial del PP ni lo mencionó, sí censuró con dureza la actitud de esos cuatro concejales porque con su ausencia (pero solo la de dos de ellos) el gobierno municipal socialista pudo aprobar las ordenanzas fiscales en el último pleno, celebrado el pasado 30 de diciembre, lo que a juicio de Sebastián Pérez ha generado “indignación” en la militancia.
 

Expediente sancionador

La crisis en el partido conservador se agrava en un momento precongresual, en el que Juan García Montero mantiene su pulso con Sebastián Pérez para liderar el PP de Granada.
 
El secretario general del PP de Granada, Pablo García, ya ha enviado su informe a las direcciones nacional y regional del partido, que serán los que finalmente decidan. En ese informe solo detalla los hechos ocurridos tanto en la víspera del pleno, cuando en la habitual reunión del grupo se decidió la postura a adoptar, como durante la celebración del pleno. También incluye la opinión de los concejales expedientados que se enfrentan desde sanciones económicas a la suspensión de militancia.
 
El expediente, no obstante, tardará en resolverse dado el proceso previo al Congreso Nacional del PP.
 

Los cuatro concejales defienden su actitud

Frente al anuncio de Sebastián Pérez del inicio del expediente, los cuatro concejales amenazados justificaron su actitud, lo que lejos de calmar la situación la tensa aún más, en un grupo municipal popular dividido ya desde las últimas elecciones municipales, entre los fieles a Torres Hurtado y a Sebastián Pérez, enfrentados y sin apenas comunicarse.
 

Juan García Montero y Sebastián Pérez, en la etapa del gobierno de Torres Hurtado. Miguel Rodríguez

Juan García Montero, quien tachó de "disparate" que se le pueda abrir un expediente por ausentarse a causa "de estar enfermo en la cama", advirtió en declaraciones a Europa Press, que, de ocurrir, supondría "una venganza infantil" por parte de la dirección provincial del partido. El concejal instó a la Secretaría General a "no jugar sucio". 
 
El otro edil que favoreció con su ausencia al PSOE la aprobación de las ordenanzas fiscales fue Fernando Egea. Él relata que no acudió al pleno por "conciencia" en relación al punto posterior en el que debía aprobarse la personación como acusación particular del Ayuntamiento de Granada en el caso Nazarí y no por las ordenanzas en sí, que creyó que no saldrían adelante.
 
En un sentido similar se pronunció el edil Francisco Ledesma, quien se mostró "sorprendido" con lo ocurrido después de que, junto a Telesfora Ruiz, decidiera levantarse de su asiento en el momento concreto en el que se iba a votar la personación del Consistorio en el caso Nazarí.
 
 "Mi conciencia me decía que debía abstenerme e irme, sólo me ausenté en ese punto y volví a pleno", matizó Ledesma, quien afirma que si se le sanciona de cualquier modo desde la dirección del partido "lo acatará" aunque no lo comporta porque "no ha faltado en su vida a un pleno" y en este asunto en concreto afirmó que "no se marcó ninguna directriz concreta".
 
Telesfora Ruiz defendió su postura: "Que lo haga el PP no tiene ningún sentido, políticamente no se puede comprender", dijo Ruiz, quien argumentó que "mal nos irá si las personas que ejercen responsabilidades políticas renuncian a su conciencia".
 

Una moción de censura que nace muerta

En su primera comparecencia informativa del año, para esbozar las líneas estratégicas del PP, Sebastián Pérez anunció que contactará con Luis Salvador, líder de Ciudadanos, para promover una moción de censura contra el socialista Francisco Cuenca.
Pero antes de que la carta de Sebastián Pérez llegara a su remitente, Luis Salvador la descartó de plano y atribuyó la maniobra popular al intento de desviar la atención de la crisis interna que sufren los populares. El diputado nacional de Ciudadanos consideró que no había ni motivos fundados, ni una situación excepcional para respaldar esa moción, al menos, a corto plazo.
 
Desde el equipo de gobierno municipal de Granada, la socialista Ana Muñoz mostró su sorpresa por el anuncio "con un grupo municipal absolutamente roto" y tras el "espectáculo que dieron en el último pleno" ante la ausencia de varios ediles 'populares' por disparidad de criterios.
 
Si Sebastián Pérez pretendía dar un golpe de efecto, la estrategia resultó fallida.
 
Un partido que en las elecciones generales de junio amplió su supremacía en la provincia, se enfrenta a una crisis de difícil resolución.

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