'Ausencia de políticas contra la despoblación en la Junta de Andalucía'

Cuando uno piensa en despoblación no es Andalucía la primera comunidad que le viene a la cabeza, y sin embargo presenta situaciones preocupantes en buena parte de su territorio. ¿En todo su territorio rural? No, sólo en una parte del mismo. Veamos concretamente en cuál con cifras.
Este proceso es particularmente grave en Granada con una pérdida de un 17,1% en estos pequeños municipios menores de 5.000 habitantes, lo que la sitúa entre las provincias españolas más afectadas junto con Ávila, Salamanca, León, Lugo, Cuenca, Castellón, Soria o Cáceres y en porcentajes superiores a provincias que han hecho bandera de la despoblación como Teruel (14,8%)
Si tomamos como referencia los núcleos entre 10.000 y 20.000 habitantes, éstos no disminuyen su población en Andalucía, al contrario la aumentan en un 1,84% desde 1996 a 2021. Sin embargo los pueblos entre 5.000 y 10.000 habitantes y sobre todo los menores de 5.000 habitantes vieron minorar su población casi en un 5% en el mismo período. Y este proceso es particularmente grave en Granada con una pérdida de un 17,1% en estos pequeños municipios menores de 5.000 habitantes, lo que la sitúa entre las provincias españolas más afectadas junto con Ávila, Salamanca, León, Lugo, Cuenca, Castellón, Soria o Cáceres y en porcentajes superiores a provincias que han hecho bandera de la despoblación como Teruel (14,8%). Por tanto, en los pequeños municipios, situados por lo general en áreas rurales, Andalucía presenta un problema de despoblación parangonable al resto de España, y en provincias concretas como Granada, este problema es incluso superior a la media española.
En este sentido, las medidas que está adoptando el Gobierno de España en el ámbito de la despoblación van a beneficiar a Andalucía, y especialmente a Granada. En primer lugar porque son inéditas, y por tanto el mero hecho de existir por primera vez ya supone una buena noticia. En segundo lugar porque se dirigen especialmente a municipios menores de 5.000 habitantes, precisamente el ámbito geográfico donde más impacta el fenómeno de la despoblación en Andalucía, y con remarcado carácter en Granada, como acabamos de ver. Sin ser exhaustivos en la relación señalaremos el Programa DUS 5000 para propuestas simplificadas de energía limpia, la Orden TED/1358/2021 dirigida a proyectos innovadores para la transformación territorial y lucha contra de la despoblación, la Orden de 10 de septiembre de 2021 del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para el apoyo de actividad comercial en zonas rurales o inversiones de más de 100 millones en saneamiento y depuración también para municipios menores de 5.000 habitantes.
Resulta tan paupérrima la inversión anunciada por la Administración autonómica que solamente la Diputación de Granada ha invertido en esta provincia bastante más que la Junta de Andalucía en toda Andalucía
Ante este abanico de actuaciones desplegadas por el Gobierno Central, las medidas que hemos encontrado por parte de la Junta de Andalucía han sido unas ayudas publicadas el 21 de mayo, dirigidas a ayuntamientos, para equipamientos y maquinaria, a las que pueden acceder municipios de hasta 20.000 habitantes, que tienen en cuenta el criterio de la despoblación y cuya partida global asciende a un total de 582.656 euros para toda Andalucía. Resulta tan paupérrima la inversión que solamente la Diputación de Granada ha invertido en esta provincia bastante más que la Junta de Andalucía en toda Andalucía. La Diputación granadina ha ejecutado un programa de ayudas a mujeres empresarias en Octubre de 2021 dirigido a municipios menores de 5.000 habitantes con una dotación de 300.000 euros; además de un Plan de Empleo Joven para combatir la despoblación con una dotación de 1,8 millones de euros y dirigido también a municipios menores de 5.000 habitantes o entre 5.000 y 10.000 siempre que hayan mostrado minoración poblacional.
Por tanto, sería necesario que el Gobierno de Andalucía se sensibilice con este tipo de políticas. Es más, sería necesario que el Gobierno de Andalucía se plantease una Ley específica para afrontar el perverso fenómeno de la despoblación, como han hecho ya Galicia, Extremadura, Castilla La Mancha, y lo está haciendo la Comunidad Valenciana.
Pero en el marco del proyecto general anémico para Andalucía, la parte específica del mundo rural es inexistente. La actitud global de cierta indolencia, en el caso del mundo rural se convierte directamente en elocuente olvido, en ignorancia de toda una realidad. Del papel del modo de vida rural en la la lucha contra el cambio climático ni hablan. En realidad, quién les podría pedir que relacionen dos categorías en las que no creen o lo hacen con desgana. No creen en el mundo rural porque lo que aporta éste al bienestar de todos no es fácil de computar monetariamente. Herman Hesse decía que hay quienes se consideran perfectos, pero es sólo porque exigen menos de sí mismos. Esto le ocurre al Gobierno actual de la Junta de Andalucía respecto a los pueblos; no se exigen nada de sí mismos cuando de ellos se trata porque no merecen su atención. Sería un milagro que así se pudiese luchar aunque fuese mínimamente contra la despoblación.