`El PP, espera el momento de invitarlo a dejar el Ayuntamiento y poner fin a su larga vida política´

Un año del inicio del declive político de Sebastián Pérez: de la amenaza con romper el bipartito a su ostracismo en el PP

Política - Juan I. Pérez - Domingo, 30 de Agosto de 2020
Uno de los personajes clave de la política granadina de los últimos 35 años, Sebastián Pérez, está a la espera de lo que decida su partido hacer con él, tras desafiarlo, y verse obligado a dimitir de la presidencia provincial del PP, al sentirse solo y aislado. Su declive comenzó hace un año cuando amenazó con romper el pacto de gobierno. Este es el análisis de un año nefasto para el que está a las puertas de dejar la política.
Imagen retocada del acto en el que el 22 de agosto de 2019 amenazó con romper el pacto de gobierno municipal.
PP/IndeGranada
Imagen retocada del acto en el que el 22 de agosto de 2019 amenazó con romper el pacto de gobierno municipal.
Winston Churchill le dijo en una ocasión a un joven parlamentario británico que debutaba en la Cámara de los Lores que recordara siempre que sus “peores enemigos no estaban en la bancada de enfrente, (donde se situaban los laboristas), sino en la fila de atrás”, (donde se encontraban sus compañeros de partido). El primer canciller alemán, Konrad Adenauer, uno de los padres de Europa, vino a expresar lo mismo años después: “Hay tres tipos de enemigos: los enemigos a secas, los enemigos mortales y los compañeros de partido”. Otro primer ministro, el italiano Giulio Andreotti, hizo la siguiente distinción entre los seres humanos: “En la vida hay amigos, conocidos, adversarios, enemigos y compañeros de partido”.

Algo muy parecido debió sentir Sebastián Pérez en los tres meses que porfió con Luis Salvador para que le dejara la Alcaldía de Granada en 2021, cuando, en realidad, el muro con el chocaba su obstinación estaba levantado en su propio partido. Pero por el desarrollo de los acontecimientos, y dado que la política es a veces un boomerang, similar parecer debieron sentir respecto a él los dirigentes del PP en Sevilla y en Madrid.

De tocar la Alcaldía al fin de Granada, a pesar de obtener los peores resultados del PP, en su primera vez como cartel electoral, a verse obligado a dimitir de la presidencia provincial del PP tras 16 años al frente y hallarse en tierra de nadie, hay todo un abismo que Sebastián Pérez provocó por no medir suficientemente su fuerza

De tocar la Alcaldía al fin de Granada, a pesar de obtener los peores resultados del PP, en su primera vez como cartel electoral, a verse obligado a dimitir de la presidencia provincial del PP tras 16 años al frente y hallarse en tierra de nadie, hay todo un abismo que Sebastián Pérez provocó por no medir suficientemente su fuerza, precisamente, lo que fue una de sus principales virtudes, junto a la otra bien conocida por sus adversarios en sus propias filas: salir siempre indemne de líos, crisis y choques.

A la luz de los acontecimientos lógico que se se sintiera "engañado" y traicionado" cuando hasta se fue a Madrid a reclamar la alternancia con el secretario general del PP, Teodoro García Egea, negociador por los conservadores con Ciudadanos y que selló el cambio de cromos de Granada.

El inicio del declive político

El inicio de su declive comenzó hace un año. El 22 de agosto de 2019 en Órgiva, en el tradicional inicio de curso político de los populares granadinos, activó una bomba de efecto retardado que estallaría el 31 de enero de 2020, cuando aprovechó un asunto municipal en apariencia nimio para presentar su dimisión como presidente provincial del partido “por no sentirse respaldado” y lanzar aquello que se suponía tras sorprender hasta al propio Luis Salvador que fuera el alcalde con tan solo cuatro concejales, por siete los populares, y que verbalizó por primera vez en público: que “el PP vendió a Granada”.

En aquel acto, de finales de verano, ante la mirada estupefacta de Toni Martín, vicesecretario general del PP andaluz, y la consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, entre otros muchos cargos públicos -entre ellos concejales de la capital o el diputado Carlos Rojas- o Pablo García, delegado del Gobierno de la Junta y su número dos –ahora el 1- amenazó con romper  el gobierno de Granada si Luis Salvador no garantizaba que le cedería la Alcaldía en dos años

En aquel acto, de finales de verano, ante la mirada estupefacta de Toni Martín, vicesecretario general del PP andaluz, y la consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, entre otros muchos cargos públicos -entre ellos concejales de la capital o el diputado Carlos Rojas- o Pablo García, delegado del Gobierno de la Junta y su número dos –ahora el uno- amenazó con romper el gobierno de Granada si Luis Salvador no garantizaba que le cedería la Alcaldía en dos años.

"Cuando se da la palabra se cumple", advirtió el entonces presidente provincial del PP y primer teniente de alcalde a Luis Salvador, al que reclamó un pronunciamiento "claro y directo" o, de lo contrario, subrayó, dejaría de contar con su apoyo y los populares pasarían a la oposición.

"Hemos sido pacientes y prudentes, pero no estamos dispuestos a ir de comparsa de nada ni de nadie, ni el marrón de estar 18 horas al día moviendo el árbol para que otros recojan las nueces. No puede pretender alguien con tres concejales ser alcalde cuatro años", dijo, mientras elevaba el tono y la dureza de su mensaje al alcalde de Ciudadanos, al que exigió "un pronunciamiento claro, directo y sin ambages". De lo contrario, reseñó, el PP se iría a la oposición: "Más vale honra sin barco que barco sin honra". Y "si tan buenos son, que gobiernen con tres concejales", sentenció.

Sebastián Pérez abandona el pleno para dimitir como presidente del PP el 31 de enero de 2020. EUROPA PRESS/ÁLEX CÁMARA

Antes, señaló: "Me habéis preguntado muchas veces qué pasó la noche del 14 al 15 de junio", para indicar que esa noche el gobierno se cerró para el PP, pero que en la mañana del sábado 15, "se nos pidió, tal y como estaba la situación en Granada y en otros sitios, generosidad y se nos pidió quitar el gobierno al PSOE".

Antes, señaló: "Me habéis preguntado muchas veces qué pasó la noche del 14 al 15 de junio", para indicar que esa noche el gobierno se cerró para el PP, pero que en la mañana del sábado 15, "se nos pidió, tal y como estaba la situación en Granada y en otros sitios, generosidad y se nos pidió quitar el gobierno al PSOE". "Y tuvimos nobleza y generosidad", apuntó para proseguir: "Mi mano derecha la estreché con el secretario general de Ciudadanos y llegamos al acuerdo, una hora antes del pleno, a las 11 horas, que dos años para Ciudadanos y dos años para el PP".

"Nos ha costado mucho trabajo explicarlo", admitió durante la intervención, en la que recordó que nadie se había planteado que en Madrid, Martínez Almeida no fuese el alcalde o el presidente de la comunidad fuese Ignacio Aguado y no Isabel Díaz Ayuso (PP). Porque el PP allí, como en Granada, tiene más votos que Ciudadanos. Pero a pesar de todo, el PP granadino "antepuso Granada a las siglas" para permitir "un gobierno del cambio".

Y más: durante su intervención lanzó duros reproches hacia los tres últimos presidentes nacionales del PP y aunque mostró su "respeto, cariño y admiración" hacia ellos, aseguró que tomaron decisiones que fueron estratégicamente "erróneas" para Granada, que sin embago, calló.

Con aquella intervención rompía dos largos meses de silencio que le impusieron las direcciones regional y nacional del PP, que nunca respaldaron abiertamente su insistencia en la alternancia de la Alcaldía. A partir de ese momento, lejos de provocar el apoyo ansiado, el PP se distanció aún más de él en una coyuntura política nacional y regional complicada para el PP

Con aquella intervención rompía dos largos meses de silencio que le impusieron las direcciones regional y nacional del PP, que nunca respaldaron abiertamente su insistencia en la alternancia de la Alcaldía. A partir de ese momento, lejos de provocar el apoyo ansiado, el PP se distanció aún más de él en una coyuntura política nacional y regional complicada para el PP, que exigía cerrar filas en torno a los liderazgos de Juan Manuel Moreno y Pablo Casado y mantener el equilibrio con Ciudadanos y Vox, imprescindibles para gobernar la Junta, y como palanca por si pasaba también en España –lo que no fue-.

A Luis Salvador aquello le pilló en el final de sus vacaciones y a la vuelta no pudo más que echar balones fuera y emplazar a las direcciones de ambos partidos a resolver el conflicto que solo planteaba Sebastián Pérez.

A las dos semanas, en una entrevista en Cope Granada, el entonces secretario de Organización de Ciudadanos y diputado por Granada, Fran Hervías, desveló que el PP nacional firmó un documento que daba la Alcaldía de Granada a Luis Salvador durante los cuatro años. "Nunca se puso el 2+2 sobre la mesa" en la negociación nacional que cerró la Alcaldía de Granada, con Hervías como miembro del comité nacional de Ciudadanos y Teodoro García Egea, el número dos del PP nacional, por los populares. Ese documento lleva la firma de ambos. Luego se supo que el supuesto documento no era más que un intercambio de wasap donde se selló el acuerdo. Lo que vale Granada.

Y estalla la bomba: “El PP vendió a Granada. Ya no veo seriedad en mi partido"

Fue el 31 de enero de 2020, cuando Sebastián Pérez dimitió como presidente provincial del PP de Granada en una larga comparecencia ante los medios, en la que arremetió con dureza contra la dirección nacional y regional del PP y enmarcaba en el apoyo a Ciudadanos y Vox su abrupta salida.

Después de ocho meses de soledad absoluta, Sebastián Pérez estalló. Y lo hizo desvelando lo que ya se sabía y que por primera vez uno de los afectados decía en público: que el acuerdo para que la Alcaldía de Granada fuera para Ciudadanos fue un cambalache a cambio de que el Cs apoyara al PP en Murcia y la Diputación de Málaga.

En su intervención dejó a los pies de los caballos a Luis Salvador, que si algo ha demostrado al frente de la Alcaldía es su resistencia frente a todo y revitalizar todos los problemas y crisis que afectan al debilitado gobierno municipal.

Y lo expresó muy a su modo, con cajas destempladas y con frases para el recuerdo: "Me siento echado y traicionado"; "Granada se vendió. Fue un cambio de monedas por Málaga y Murcia"; "Estamos hablando de poner a la extrema derecha al frente de los dos mejores contratos de la ciudad"; "Flaco servicio le están haciendo al presidente Casado y al presidente Juanma Moreno, quienes les están llevando a situaciones difíciles" o "Sebastián Pérez no es un jarrón chino, es un estratega, un político"

La excusa, la elección de Vox para presidir la comisión municipal de Contratación, área que asumía en el organigrama junto a las que siempre ostentó los gobiernos populares, Relaciones Institucionales y Presidencia.

Y lo expresó muy a su modo, con cajas destempladas y con frases para el recuerdo: "Me siento echado y traicionado"; "Granada se vendió. Fue un cambio de monedas por Málaga y Murcia"; "Estamos hablando de poner a la extrema derecha al frente de los dos mejores contratos de la ciudad"; "Flaco servicio le están haciendo al presidente Casado y al presidente Juanma Moreno, quienes les están llevando a situaciones difíciles" o "Sebastián Pérez no es un jarrón chino, es un estratega, un político".

En aquella comparecencia dijo que renunciaba a dirigir el área de Contratación, lo que no ha hecho aún, pero que se mantenía en el Ayuntamiento de Granada.

Irrelevancia en el bipartirto

Desde entonces, su papel en el bipartito ha sido irrelevante y sus apariciones públicas escasas y de perfil bajo, del que siempre mantuvo una agenda ante los medios apretada. Durante el estado de alarma, nada se supo de él.

El grupo municipal, dirigido con galones por César Díaz, apenas cuenta con él y no suele acudir a las reuniones de los concejales populares. Como el alcalde, no se enteró hasta que estuvo bien atado el acuerdo con los socialistas que permitieron la aprobación de los primeros presupuestos municipales en cinco años.

Tuit de Sebastián Pérez en la que critica al bipartirto del que forma parte. 

En actuaciones que solo se interpretan del que va por libre, ha criticado en redes sociales algunas gestiones del bipartito, como la de su compañero César Díaz, por la acumulación de terrazas en la Plaza de la Romanilla, ante el Centro Lorca.

Su principal preocupación es Emasagra, de cuya Fundación AguaGranada, es su secretario general. Ha intentado convertirse sin conseguirlo consejero-delegado de la empresa, que cuenta con un 51 por ciento de capital municipal

Su principal preocupación es Emasagra, de cuya Fundación AguaGranada, es su secretario general. Ha intentado convertirse sin conseguirlo consejero-delegado de la empresa, que cuenta con un 51 por ciento de capital municipal.

De momento sigue paralizada su intención de convertirse en vicealcalde de Granada, lo que obliga a reformar el ROM y nadie habla ya de la alternancia en la Alcaldía en el PP, dirigido por Pablo García, delegado del Gobierno andaluz, y su exsecretario general, y desde Sevilla por Marifrán Carazo, sus principales oponentes.

El PP, que fue tenue en responder a sus duras acusaciones, espera el momento de invitarlo a dejar el Ayuntamiento y poner fin a su larga vida política, sabedor de que, pese a todo, nunca pasará a ser concejal no adcsrito y situarse como tránsfuga. Sebastián Pérz agotó el crédito en la organización nacional y regional, y ningún puesto en el partido le aguarda cuando lo deje. Y desde que el PP lo aisló, que no escuche los tambores no significa que no estén sonando.

Sebastián Pérez ya es una molestia en un partido que quiere mirar al futuro y enterrar una etapa de extremismo, que interpretó a conciencia, y del que cuesta desprenderse en Granada.