El alcalde de Granada, Luis Salvador (Cs), ha dicho este miércoles que, con los datos de contagio que registra Granada "tendríamos que habernos confinado". Y, en la línea de lo que planteó el día anterior el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, ha atribuido que no se haya dado ese paso a que el Gobierno andaluz no tiene competencias para hacerlo y que el Ministerio de Sanidad había anunciado que "no era partidario".

Salvador ha evitado contestar a una pregunta muy concreta de los periodistas, si tenía constancia de que la Junta hubiera solicitado formalmente el confinamiento domiciliario para Granada. Pese a que se le ha repetido, optando por insistir que no es una competencia autonómica y que las restricciones adoptadas están dentro del margen competencial y que, en la práctica, suponen ese confinamiento.

Ha llegado a decir que nunca se había opuesto al cierre de Granada. Pero así lo manifestó el pasado 12 de diciembre, en un acto público y a preguntas también de los periodistas, tras las escandalosas imágenes de aglomeraciones en la calle Ganivet.

Entonces, cuando la Junta, para responder a ese escándalo, anunció que tomaría medidas y deslizó que se centrarían en los colegios mayores -como ocurrió, además del cierre de la UGR- y en los horarios de la hostelería -que finalmente no se adoptaron en ese momento-, Salvador rechazó un posible cierre de Granada. Llegó a argumentar que el aumento de contagios a partir de esa fecha, con la vuelta de los universitarios, era algo esperado.

Así se pronunció ese 12 de octubre, con la tasa en la capital ya por encima de 500 casos por 100.000 habitantes: El alcalde pide medidas "razonables" y rechaza un cierre de Granada: "no hay ningún motivo"

Este miércoles, en sus declaraciones a la prensa, ha matizado que lo que viene defendiendo es que Granada recibiera un trato en igualdad de condiciones que otras ciudades. Ahora, dice, "no me puedo rebelar como alcalde porque los datos son los que son". 

Ha vuelto a remontarse al verano, para defender que en septiembre, pese a la intensa actividad desarrollada, la incidencia en Granada estaba muy por debajo de la media andaluza, que a su vez se situaba por debajo de la española. Y tras el Puente, con un 85 por ciento de ocupación, la Alhambra con el cartel de no hay billetes y más de 30.000 univeristarios de vuelta a la ciudad, se produjo "un cóctel" que disparó los contagios. Es una situación, ha repetido como en otras declaraciones, que se da en toda Europa, aunque en Granada ha ido desde ese momento "más rápido"

Las nuevas restricciones, que ha insistido en que son "dolorosas pero necesarias", se han adoptado porque el sistema sanitario estaba "llegando a un límite". Por ello, se ha decidido lo que viene calificando como "un cierre en la práctica".

También ha destacado que en los últimos días parece que los datos son "más positivos" y apuntan a "una línea descendente". Ha vuelto a llamar a la responsabilidad y ha augurado que vienen semanas "duras", que pueden ser "dos, tres, cuatro o cinco", pidiendo que estemos preparados. Y ha confiado en que la situación evolucione para poder "aprovechar las semanas de Navidad".

El alcalde ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa, que se ha podido seguir telemáticamente, y cuyo audio se ha difundido también después a los medios de comunicación. Junto al concejal Carlos Ruiz Cosano (PP), en la comparecencia ha presentado una campaña de sensibilización dirigida a los jóvenes para frenar los contagios.