artículo por joan carles march

'37 años de Ley General de Sanidad de Ernest Lluch para encontrarnos a Andalucía en la cola'

Política - Joan Carles March - Sábado, 29 de Abril de 2023
Un brillante artículo, que te recomendamos, del experto en Salud Pública Joan Carles March.
Ernest Lluch, en una imagen tomada del documental 'Ernest Lluch, libre y atrevido', estrenado en La2 en noviembre de 2020.
RTVE
Ernest Lluch, en una imagen tomada del documental 'Ernest Lluch, libre y atrevido', estrenado en La2 en noviembre de 2020.

Hace 37 años, un 25 de abril, se aprobó la Ley General de Sanidad, una de las leyes más importantes de la democracia española. La Ley 14/1986, General de Sanidad es una ley en la que se establece la regulación de las acciones encaminadas a la protección de la salud establecida en el artículo 43 de la Constitución española.

Desde que Ernest Lluch aprobara la Ley General de Sanidad hasta nuestros días el Sistema Nacional de Salud, conformado por el Ministerio de Sanidad y los servicios de Salud de las Comunidades Autónomas, ha ido elevando el gasto sanitario para poder seguir dando cobertura a las necesidades ciudadanas y a una población cada vez más envejecida

Desde que Ernest Lluch aprobara la Ley General de Sanidad hasta nuestros días el Sistema Nacional de Salud, conformado por el Ministerio de Sanidad y los servicios de Salud de las Comunidades Autónomas, ha ido elevando el gasto sanitario para poder seguir dando cobertura a las necesidades ciudadanas y a una población cada vez más envejecida.

El último dato disponible correspondiente al año 2021, indica que España dedicó a la sanidad el 7.3% del PIB. La pandemia supuso un aumento del gasto considerable en sanidad. Sin embargo, también ha mostrado sus carencias y las debilidades del SNS.

La Ley General de Sanidad necesita modernizarse después de casi cuarenta años. Se ha llevado al parlamento la ley de Equidad, proyecto de Ley por el que se modifican diversas normas (la Ley 14/1986 General de Sanidad; la Ley 16/2003 de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, y la Ley 33/2011 General de Salud Pública) y que trata de consolidar la Equidad, Universalidad y Cohesión en el Sistema Nacional de Salud.

La ley dispone medidas para la consolidación de los principios de equidad, universalidad y cohesión del SNS. Se nutre de elementos que permiten avanzar hacia una cultura social y, hacia la legitimidad de nuestro sistema sanitario público en cooperación con otras estructuras y ámbitos. Plantea favorecer y fortalecer la Sanidad Pública y propone complementarla con parte del ámbito privado.

Igualmente, el artículo primero de esta normativa modifica la Ley 14/1986 General de Sanidad. Es en esta donde se identifica como modelo de gestión del SNS la gestión directa, la cual se refiere a aquella que se presta a través de las administraciones públicas o de entidades de entre las que se conforman el sector público institucional estatal, autonómico y local o mediante la creación de consorcios creados por varias administraciones públicas o entidades integrantes del sector público institucional, es decir, a partir de centros cuya titularidad es cien por cien pública.

Para poder usar esta modalidad, la normativa dispone de tres criterios que deben cumplirse. La utilización óptima de los recursos sanitarios propios en cuanto a las administraciones públicas, la insuficiencia de medios propios para dar respuesta a los servicios y prestaciones, y la necesidad de recurrir a fórmulas diferentes a la de gestión pública directa

Para poder usar esta modalidad, la normativa dispone de tres criterios que deben cumplirse. La utilización óptima de los recursos sanitarios propios en cuanto a las administraciones públicas, la insuficiencia de medios propios para dar respuesta a los servicios y prestaciones, y la necesidad de recurrir a fórmulas diferentes a la de gestión pública directa.

Y en ese entorno, la ley es más necesaria que nunca ante el informe de la FADSP de abril de 2023. Siendo la puntuación máxima de 142 puntos y la mínima de 33, con una media de 84,5 puntos, Andalucía obtiene una puntuación de 65 puntos, la menor de todas las CCAA, 43 puntos por debajo de Navarra que tiene la mayor puntuación, lo que demuestra la gran disparidad entre las diferentes CCAA.

Andalucía en los últimos años de gobierno del PP, ha ido evolucionando a peor año a año

Andalucía en los últimos años de gobierno del PP, ha ido evolucionando a peor año a año. En 2019 era la tercera por la cola y este 2023 es la última de todas, por detrás de Murcia, Valencia, Canarias y Madrid. En la cabeza, tras Navarra, está el País Vasco, Extremadura, Asturias y Aragón. En el último informe, suben 8 CCAA como son Aragón, Extremadura, Cataluña, Galicia, Navarra, Baleares, Canarias y Murcia.

¿Por qué Andalucía está en la cola?

Hay dos aspectos que marcan la puntuación tan negativa de Andalucía. Por un Iado, la opinión de la ciudadanía. Y por otro, las listas de espera, además de la baja financiación por habitante, solo superada en negativo por Murcia y principalmente Madrid. En cuanto a las camas del Sistema Nacional de Salud, Andalucía se vuelve a situar a la cola con 1,89 camas por mil habitantes, además de ser la última en el cómputo entre sanidad pública y privada, con 2,5 por millar.

En Andalucía hay casi 900.000 personas aguardando una cita con un especialista, la cifra más alta de España. Las tasas de espera quirúrgicas y de especialistas son mucho más altas en Andalucía que en el resto de España

A nivel de la opinión ciudadana, el informe sondea la satisfacción ciudadana con la sanidad. Si bien ninguna comunidad obtiene notable en una escala de 0 a 10, los que mejor la puntúan son los cántabros (6,8) y los vascos (6,6) mientras que la peor nota se la lleva Andalucía, donde la ciudadanía le otorga a su sanidad pública un 5,8.

En cuanto a listas de espera, el informe señala que la demora de listas de espera para un especialista oscila de los 123 días en Andalucía a los 48 del País Vasco. En Andalucía hay casi 900.000 personas aguardando una cita con un especialista, la cifra más alta de España. Las tasas de espera quirúrgicas y de especialistas son mucho más altas en Andalucía que en el resto de España.

En todas las comunidades autónomas más de la mitad de la población considera que sus servicios sanitarios funcionan bien, aunque requieren cambios necesarios. Andalucía necesita cambios mucho más importantes, mucho más profundos sin duda, que deben de ayudar a salir del furgón de cola y ser fuente de innovación para las mejoras de cara del conjunto del sistema nacional de salud que Ernest Lluch aprobó.

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