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OPINIÓN

'12 de octubre: los genocidios no se celebran'

Política - Paco Vigueras - Domingo, 12 de Octubre de 2025
Paco Vigueras, periodista y coordinador de Granada Abierta, firma este artículo de opinión sobre el significado de la festividad del 12 de octubre.
Imagen de archivo de un desfile del mestizaje en Granada.
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Imagen de archivo de un desfile del mestizaje en Granada.

La Diputación de Granada pretende crear un museo dedicado a Cristóbal Colón, en Santa Fe, e intenta justificarlo con el siguiente bulo histórico: “Sante Fe es un lugar cargado de historia, donde se gestó uno de los hitos más importantes de la humanidad, el viaje de Colón, que dio origen al encuentro entre dos mundos”. La Diputación intenta blanquear así el genocidio cometido contra los pueblos indígenas de América. En todo caso, dicho museo debería explicar la verdad sobre el mal llamado “descubrimiento” de América: que fue en realidad una conquista a sangre y fuego, es decir, con la espada y con las hogueras de la Inquisición.

No olvidemos que el fraile Diego de Landa, obispo de Mérida (México), acompañó a los conquistadores españoles y siguió el mismo método inquisitorial del cardenal Cisneros, que en 1499 redujo a cenizas la Biblioteca de la Madraza, en Granada. Landa ordenó igualmente quemar los códices de la cultura maya por considerarlos obra de satanás: “A los indígenas que se resistían, los desollaban a latigazos y los quemaban vivos”.  Un triste episodio que nos recuerda el genocidio y saqueo de las civilizaciones precolombinas.

Como dice Fernando Bermúdez López, teólogo, misionero y defensor de los derechos humanos: “Los conquistadores europeos -españoles, portugueses, ingleses y franceses- llegaron al nuevo continente apoderándose de sus riquezas, apropiándose de sus tierras y explotando a los nativos”

Como dice Fernando Bermúdez López, teólogo, misionero y defensor de los derechos humanos: “Los conquistadores europeos -españoles, portugueses, ingleses y franceses- llegaron al nuevo continente apoderándose de sus riquezas, apropiándose de sus tierras y explotando a los nativos”. Cristóbal Colón dirigió en persona la campaña militar contra los indígenas de la Dominicana. Multitud de indígenas de Abya Yala (nombre que los pueblos originarios daban al continente americano), mataban a sus hijos y se suicidaban en masa, antes de caer en manos de los invasores blancos”, tal y como señala Eduardo Galeano en su obra Las venas abiertas de América Latina.

“Para los indígenas no había alternativa: o someterse, abandonando sus creencias y tradiciones, o sufrir la violencia de las armas”

Bermúdez López, añade: “A medida que los españoles avanzaban en la conquista, leían un documento llamado Requerimiento, convocando a los indios para que abandonaran a sus dioses y aceptaran a la Iglesia y al rey de Castilla, como señor de sus tierras. Si lo rechazaban, se les sometería a esclavitud. Para los indígenas no había alternativa: o someterse, abandonando sus creencias y tradiciones, o sufrir la violencia de las armas. Unos se sometieron a los invasores para salvar sus vidas. Otros ofrecieron una heroica resistencia a la dominación. Pero la superioridad militar de los europeos con las armas de fuego y la caballería condujo pronto a la total ocupación de su territorio. En pocos meses, millones de indígenas perecieron por las masacres o por enfermedades transmitidas por los invasores”.

No obstante, hubo también misioneros como fray Bartolomé de las Casas, Antonio Montesinos, Valdivieso o Juan del Valle, que salieron en defensa de los indígenas. Denunciaron la crueldad y la tiranía de los invasores. El obispo Valdivieso llegó a decir: “Los esclavizáis y matáis para robarles sus tierras y adquirir oro cada día”. Esta denuncia le costó la vida, pues sería asesinado por un soldado español al salir de una iglesia en Managua. 

Españoles y portugueses exterminaron a más de 60 millones de indios

Las crónicas de la conquista son desgarradoras. El cronista uruguayo Daniel Vidart nos dice que los capitanes de la conquista advertían a la población indígena sobre las consecuencias de no convertirse a la santa fe católica: “Si no lo hiciereis, yo entraré poderosamente contra vosotros y os haré la guerra. Os sujetaré al yugo y obediencia de la iglesia y de su Majestad, y tomaré vuestras mujeres e hijos y los haré esclavos”. Incluso, Francisco López de Gomara, cronista de guerra que acompañaba a los conquistadores, confiesa: “Denuncié en numerosas ocasiones los excesos de violencia y de codicia de los soldados españoles y su comportamiento contrario a los principios cristianos”.

Los conquistadores españoles buscaron alianzas con tribus sometidas a los imperios Inca y Azteca y les prometieron la libertad a cambio de su apoyo militar. Pero engañaron a los indígenas descontentos. Primero, los utilizaron como carne de cañón en la guerra colonial y, después, los esclavizaron

Los conquistadores españoles buscaron alianzas con tribus sometidas a los imperios Inca y Azteca y les prometieron la libertad a cambio de su apoyo militar. Pero engañaron a los indígenas descontentos. Primero, los utilizaron como carne de cañón en la guerra colonial y, después, los esclavizaron. En México, Hernán Cortes sitió la entonces capital mexicana, Tenochtitlán, en nombre del rey Carlos I. Durante el asedio, provocó la muerte de más de 100.000 aztecas y de su emperador Moctezuma. Aunque existen varias versiones, la que cuenta con más consenso es la del historiador Matthew Restall: “Moctezuma fue asesinado mediante una paliza, estrangulamiento y una puñalada, victima de un magnicidio planificado por los capitanes españoles”.

Y en el caso de Perú, Francisco Pizarro capitaneó la conquista y expolio de aquella tierra, en nombre del rey Felipe II. Buscaba el oro de los Incas y, con este fin, asesinó al emperador Atahualpa. Pero no se conformó con ejecutarlo mediante el garrote vil, instrumento de tortura preferido por la Inquisición, sino que dio también la orden de decapitarlo y descuartizarlo, exhibiendo sus restos para público escarmiento. De esta forma, los indígenas supieron lo que les pasaba a los rebeldes. Este episodio brutal es innegable y una sociedad democrática no debe celebrarlo.

John Maximino Muñoz Telles, especialista en Cultura Indígena Latinoamericana, añade que, en el siglo XVI, españoles y portugueses exterminaron a más de sesenta millones de indios

John Maximino Muñoz Telles, especialista en Cultura Indígena Latinoamericana, añade que, en el siglo XVI, españoles y portugueses exterminaron a más de sesenta millones de indios: “La mayor masacre en la historia de la humanidad. Eso ocurrió aquí, en nuestra Latinoamérica, y no hay ni un triste museo del holocausto indígena”. Por tanto, la conquista de América es la historia del genocidio y saqueo que sufrieron las comunidades precolombinas. Y cuando la población indígena quedó gravemente diezmada por la explotación y las epidemias traídas por los conquistadores del viejo continente, entonces fue sustituida por esclavos procedentes de África.

Parece que instituciones democráticas, como el Ayuntamiento o la Diputación de Granada, y el propio Gobierno central, han olvidado el genocidio cometido contra las comunidades indígenas, durante la conquista de América. Sólo así se entiende que la figura de Cristóbal Colón presida calles y plazas en nuestras ciudades, que un monumento rinda homenaje al conquistador Francisco Pizarro en Trujillo o que una escultura, dedicada a Hernán Cortés en Medellín, recuerde como un héroe a quien fue un exterminador de indios. Tampoco se entiende que la máxima condecoración del Ministerio de Asuntos Exteriores lleve el nombre de Isabel la Católica, la reina de la Inquisición que expulsó a judíos y moriscos, persiguió a los gitanos, y en cuyo reinado empezó la conquista y el saqueo de América. 

Granada Abierta considera necesario cambiar el significado del 12 de octubre. Proponemos un acto de solidaridad con los pueblos indígenas de América, y la lectura de un manifiesto

Granada Abierta considera necesario cambiar el significado del 12 de octubre. Proponemos un acto de solidaridad con los pueblos indígenas de América, y la lectura del siguiente manifiesto: “Consideramos que los genocidios no se celebran y enviamos un mensaje de respeto y convivencia a los pueblos hermanos de América Latina. Apostamos por convertir el 12 de octubre en una jornada de diálogo intercultural con los inmigrantes latinoamericanos que nos han devuelto la visita. Vecinos nuestros, que viven y trabajan con nosotros, para dar prosperidad a esta tierra. Quinientos años después, ha llegado el momento de reconciliarnos con ellos y recordar el 12 de octubre de 1492 con espíritu de reencuentro y desde la igualdad”. El 12 de octubre debe ser un día para reflexionar y no para celebrar.

Paco Vigueras es periodista y coordinador de Granada Abierta