Investigan al dueño de una carnicería cuyos productos no tienen acreditados los controles sanitarios
La Guardia Civil investiga al dueño de una carnicería por un posible delito contra la salud pública, después de que fueran localizados en la trastienda de su establecimiento productos sin etiquetado ni documentación que acredite que han pasado los controles sanitarios necesarios para su venta al consumidor.
Los hechos se desencadenaron a raíz de una inspección rutinaria que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil junto con personal del Servicio Andaluz de Salud (SAS) realizó en una carnicería de una localidad del poniente granadino.
En la inspección realizada se encontraron dos canales de cabrito sin que estas tuviesen los sellos, marchamo o etiquetado correspondientes al matadero donde fueron sacrificados, así como 31 kilos de embutidos sin etiquetado alguno y un bidón con huesos salados, según informa en una nota el Instituto Armado.
Al no poder acreditarse la procedencia de los productos y por consiguiente no existir documentos que sirvan para el seguimiento de su trazabilidad, un veterinario del SAS procedió a su inmovilización cautelar.
Los hechos podrían ser constitutivos de un delito contra la salud pública, al no quedar suficientemente acreditado que las carnes y embutidos hayan pasado los necesarios controles sanitarios para su venta al consumidor.