El ‘Omega’ de Jesús Arias (y II): Un choque de planetas
Un genio se presenta en tu vida y no lo percibes. Nos quedamos, a veces, en lo accesorio, en lo superfluo y no vemos más allá. Y Jesús Arias pasó por nuestra vida derrochando toda la genialidad y portento creador. Nos queda su recuerdo, su trabajo, sus creaciones en múltiples facetas, como la música y el periodismo. Fue una referencia en las dos disciplinas. Y así apareció en numerosas publicaciones y películas documentales, sobre Joe Strummer, o la movida en Granada.. o en 'Omega', ahora nominado a los Goya. Muchos son los grupos y discos sobre los que dejó su influencia. Uno de ellos, el memorable 'Omega'. Él le dio sentido a la idea y al proyecto. Elaboró un documento de un centenar de páginas donde explicaba con todo detalle el proyecto musical Ω, para Enrique Morente y Lagartija Nick, tras analizar el poema. Y planteaba una propuesta sonora con poemas concretos y su posible musicalización. Imagen: Fotograma de 'Quiero tener una ferretería en Andalucía', de Carles Prats, sobre el paso de Joe Strummer por Granada y Almería.
Ω, el estudio clave
"El proyecto Omega debe ser una confluencia de estilos, de sensibilidades y de ritmos, no una fusión flamenco-rock. Se trata de crear"
Una de las páginas del estudio Ω, de Jesús Arias.
Entre los poemas que luego se materializarían en el disco, proponía 'Niña ahogada en el pozo', 'Ciudad sin sueño', 'Vals en las ramas' y, por supuesto, 'Omega'
Primer ensayo: aquello funcionaba
Un día sobre finales de agosto de 1995 quedaron todos al fin en La Caleta para ir a ensayar al local de Lagartija en el Puente de los Vados. Morente, recuerda Jesús, llegó con su modesto Peugeot 205, blanco, con su familia y sus managers de entonces. Los Lagartija estaban nerviosos porque “tener a Enrique Morente participando en el proyecto, era una mezcla de sensaciones, pero ante todo, como surrealista”, rememoraba.
Al llegar a local, "Antonio y yo le explicábamos la idea de la canción 'Omega' a Enrique". “Yo le decía que el cante iría así, un uy salvaje, un grito desgarrador, un ay brutal. Y Enrique, a su amor, asentía: 'Vamos a escuchar y a ver qué surge…'”
"Yo ya no quiero ser cantaor de flamenco nunca más. Desde hoy quiero ser cantante de rock. Rockero"
Al momento había una muralla de sonido tan bestial, que Enrique y sus dos managers se echaron como un resorte hacia atrás. Jesús Arias reflexionaba: “Ver a Lagartija Nick en directo es una experiencia, pero verlos en el ensayo es más que tremendo. Los amplificadores tienen tal potencia y la batería es de una brutalidad tan portentosa que tiemblan las paredes de tu estómago”, ejemplificaba Jesús.
"Era muy, muy fuerte todo aquello", señalaba con el paso del tiempo Jesús. El grupo era "pura dinamita". "Enrique, con el micrófono en mano nos dijo a todos: 'Acabo de pensarlo. Yo ya no quiero ser cantaor de flamenco nunca más. Desde hoy quiero ser cantante de rock. Rockero. Quiero ser el cantante de Lagartija Nick'”.
“Ese día fue brutal para todos. Al lado del local de ensayo había un bar, que frecuentábamos y allí que nos fuimos. Allí Enrique dijo que Omega no debería ser solo una canción, sino un disco entero. Y así fue. En alguno de los siguientes ensayos, pidió al grupo si podían hacer una versión del 'Pequeño vals vienés' de Federico, que cantaba Leonard Cohen", recordaba años después.
"Mi hermano Antonio -contaba- se ingenió en la canción un bajo que bajaba por escalas, que amí siempre me recordó al 'I want you' de los Beatles".
Primer concierto: tocan el cielo
15 de diciembre de 1995. Lagartija promociona su disco 'SU'. Y hablaron con Enrique para hacer varios temas en los que venían ensayando. Perfecto. La anécdota, que en el magistral documental de Omega, de José Sánchez Montes y Gervasio Sánchez, nominada a los Goya, recuerda Eirc Jiménez, guarda relación con los carteles en los que Enrique no se veía y que obligó a Eric a reeditar el cartel con un bien visible Lagartija Nick y Enrique Morente.
"Enrique , desgarrador, arrancó cantando 'Te amé en la mañana… 'Alargaba tanto el cante que el público comenzó a gritar de entusiasmo. 'Oye, esta no es manera de decir adiós…' y entró la distorsión de Largatija. La gente se quedó helada, petrificada”
Afinaban los músicos, con cierto nerviosismo, nada común en aquella banda. Y Eric inició con 'Esta no es manera de decir adiós'. Con un ritmo, recuerda Jesús, similar al de Five year de David Bowie.
“La guitarra flamenca pulsaba un acorde cuando, de pronto, Enrique , desgarrador, arrancó cantando 'Te amé en la mañana'… Alargaba tanto el cante que el público comenzó a gritar de entusiasmo. 'Oye, esta no es manera de decir adiós'… y entró la distorsión de Largatija. La gente se quedó helada, petrificada”.
Luego, la familia Morente se arrancó por bulerías, con un espectacular ritmo de palmas y voces. Allí estaban Aurora Carbonell, su hermano Antonio Carbonell, Estrella, Solea y Kiki, que apenas tendría 5 años, Miguel Ángel Cortés. a la guitarra.
Miguel Ángel Cortés “tocando de la hostia” y Enrique cantaba. “Estremecía”, relataba Jesús, quien tiene guardado en la memoria la expresión de su hermano, Antonio, que miraba fascinado aquel cuadro, porque estaba “viviendo un sueño”, como “todo el público”.
Acabó el tema con un redoble de guitarra y Eric, sin pausa, lanzó el inicio de la versión 'Dama Errante' de Leonard Cohen, con Lagartija, “a lo bestia”. “Brutal”, decía Jesús cerrando los ojos. “El contraste era tan increíble que la gente aullaba”. Y ahí que se arrancó una jovencísima Estrella Morente con un cante. “El público botando como si estuvieran viendo a los mismísimos Sex Pistols”.
“'Este vals, este vals, este vals...' Estaba rompiendo en directo todas las reglas del flamenco: estaba creando algo nuevo, poderoso, increíble y estábamos allí…”
Enrique presentó 'Pequeño vals vienés', que dedicó a Laura García Lorca, que estaba allí y declinó cortésmente subir al escenario a recitarlo. “La versión era buenísima, con los tresillos en la guitarra de Cortés y el ritmo de Lagartija. Morente lo cantaba como un dios sublime. Bajaba las escalas con su voz plena, llena de pasión”.
“Este vals, este vals, este vals... Estaba rompiendo en directo todas las reglas del flamenco: estaba creando algo nuevo, poderoso, increíble y estábamos allí…”, reflexionaba Jesús.
Luego tocaron 'Omega', que entusiasmó, y para terminar un brutal 'Aleluya'.
Jesús siempre recordó aquel concierto del 15 de diciembre de 1995 cuando por primera vez salían juntos en un escenario –el de Ifragra- Enrique Morente y Lagartija Nick: “Se me pone la piel de gallina”, solía decir al hablar del debut.
Y, con el éxito posterior de aquel disco, que ayudó decisivamente a engendrar, pasado el tiempo decía que siempre recordaría a aquellos “cuatro chalados”, el maestro Enrique Morente, Antonio Arias, Eric Jiménez, y el propio Jesús, para lanzar una de sus célebres frases: “Omega fue ante todo un choque de planetas. Y nosotros seguimos siendo lunas, creadas a partir de aquel choque, que tratan de recomponerse para volver a ser planetas”.
Allá donde estéis, maestro Enrique y genial Jesús, no dejéis de ser lunas…y de crear.
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