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Que nunca olvidemos la lucha del estudiante de la UGR, acribillado hace 40 años por pedir 'Pan, Trabajo y Libertad'

Homenaje a Javier Verdejo, asesinado en defensa de la Democracia y la Libertad

Cultura - J.I.P. - Lunes, 17 de Octubre de 2016
En agosto pasado se cumplieron 40 años del asesinato de Javier Verdejo Lucas, un estudiante de Biológicas de la Universidad de Granada que cayó abatido por un disparo de un guardia civil cuando pintaba en un muro en Almería “pan, ” y una “t”, de “trabajo”, a la que debió seguir “y libertad”, un mensaje aún hoy vigente, que no pudo terminar de escribir en el muro por una criminal acción que forma parte de la historia negra de la Transición.
Cartel del homenaje a Javier Verdejo en la Facultad de Ciencias.
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Cartel del homenaje a Javier Verdejo en la Facultad de Ciencias.


Un homenaje en la Facultad de Ciencias, organizado por el Seminario Otro pensamiento es posible, se celebrará esta tarde a las 19.00 horas, con el respaldo de la Coordinadora Sindical Estudiantil, la Plataforma Cívica por la República, Atrapasueños, Granada Laica, Granada Republicana UCAR, Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR Granada, Partido Comunista de los Pueblos de España, Colectivos de Jóvenes Comunistas CJC, Partido Comunista, UJCE, la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, Podemos y Uni Laica-Granada.
 
En la madrugada del 14 de agosto de 1976, Javier Verdejo, de 19 años, militante de la Joven Guardia Roja de España (JGRE), organización juvenil del entonces incipiente Partido del Trabajo de España (PTE), y otros dos compañeros se dirigieron a la calle de San Miguel del Zapillo, en la playa de Almería. Querían hacer una pintada con el lema “Pan, Trabajo y Dignidad”. Javier pintaría el muro, Los otros dos vigilarían.
 
Apenas había pintado sobre el muro de una caseta de baño “pan”, y la “t”, de trabajo, cuando salió huyendo alertado por los compañeros por la presencia de un guardia civil. Javier huyó hacia la playa pero una bala disparada por un guardia civil armado con su subfusil reglamentario le atravesó la garganta. Allí cayó abatido.

Una vergonzosa versión oficial

Como en tantas otras historias de jóvenes luchadores por la democracia y la libertad, en tiempos de reivindicación extrema, Javier era uno de los hijos de una familia conservadora. Su padre, Guillermo Verdejo Vivas, farmacéutico, fue alcalde de Almería durante la dictadura. Nadie de la familia denunció los hechos y les pudo más la vergüenza que la búsqueda de la verdad. El caso se cerró con una infame versión oficial que eximía de toda responsabilidad al guardia civil al atribuir el disparo a una acción fortuita: un “tropezón” del agente armado que hizo disparar el arma.
 
El vergonzoso informe oficial aseguraba que el guardia civil dio el alto a tres jóvenes sospechosos, que en lugar de detenerse huyeron. Entonces, el guardia civil “tropezó y su arma, un Z-62, se le disparó causando la muerte de uno de los que huían”. Punto y final.

La represión de un gobernador civil franquista que llegó al Constitucional

Por aquel entonces era jefe del Movimiento en Almería y gobernador civil de la provincia, Roberto García-Calvo, luego, juez ultraconservador que llegó hasta el Tribunal Constitucional con la democracia.
 
Nerviosos por la creciente protesta en la calles y asustados de que el entierro se convirtiera en una muestra contra el franquismo y por las libertades, ejerció una presión desmesurada amenazando a los líderes de la izquierda andaluza para no insistir en la reapertura del caso. La familia lo enterró en la intimidad para evitar manifestaciones.
 
García-Calvo fue destituido al año siguiente por Adolfo Suárez pero emprendió una carrera en la fiscalía y la judicatura apoyada por Alianza Popular y luego el PP. Fue ponente de la sentencia que condenó a la Mesa de HB y que en 1999 fue anulada por el Tribunal Constitucional. Su voto fue el único, frente a los otros 10 de la Sala Penal del Supremo, que el 8 de marzo de 2001 apoyó, sin éxito, la petición del Gobierno para que el Supremo se inhibiera en la aplicación del indulto al ex juez condenado por prevaricación Javier Gómez de Liaño.
 
Poco antes de morir en 2008, un joven le acusó de amenazarle con una pistola en una discusión de tráfico.
 

Un símbolo de la lucha

Pero Javier Verdejo nunca fue olvidado. Desde una gran concentración de jóvenes en la Plza de San Pedro, acciones de protesta por gobiernos extranjeros y expresiones de dolor, como las de Rafael Alberti, la del cantaor almeriense José Sorroche, la del grupo de sevillanas de Morón de la Frontera Gente del Pueblo, que le dedicarían una canción, o en pintura, las acuarelas de Jorge Castillo. 
 
En Granada, Juan de Loxa escribió los versos: "Pan y Trabajo, siempre se escapa el tiro pa los de abajo, que mala pata no les saliera el tiro por la culata".
 
Cada 16 de agosto se celebra un homenaje a su memoria en Almería. Es la única persona a la que se le ha reconocido muerto en defensa de la Democracia y la Libertad por el Gobierno de España.
 
Este año se estrena el documental ‘Muerte de un Rebelde. Caras de la Transición’ , sobre este trágico caso realizado por el almeriense Antonio Sarmiento.
 
Desde 1990 la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, donde Javier estudiaba Biología, celebra en coincidencia con la festividad de su patrón San Alberto Magno, un concurso de fotografía sobre Naturaleza y Medio Ambiente.
Hoy el homenaje merecido se incorpora al aula con un seminario de reflexión.
 
Que su lucha nunca quede en el olvido cuando hoy “Pan, Trabajo y Libertad” sigue vigente.

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