'La parábola de Jesús'

Cuando ahora nos empujan a la periferia, puesto que el centro no nos pertenece porque es de los turistas, pasear por La Chana es una magnífica opción. Guarda el barrio un tesoro que ni en días oscuros evita la luz que desprende, pese a su estado de avanzado deterioro.
Junto a la del universal Federico García Lorca, en Fuente Vaqueros, es de los pocos homenajes a personas brillantes, ya desaparecidas, en sus casas natales, por uno de los creadores más originales del arte urbano nacional e internacional.
Es el mural de Jesús Arias y sus hermanos, en la fachada del inmueble en el que vivieron sus días tempranos. Ocho años y cinco meses cumple la obra que en su memoria inmortalizó el Niño de las Pinturas. Una obra de arte, como todas las suyas, pero con un significado muy especial. Junto a la del universal Federico García Lorca, en Fuente Vaqueros, es de los pocos homenajes a personas brillantes, ya desaparecidas, en sus casas natales, por uno de los creadores más originales del arte urbano nacional e internacional.
La majestuosa pintura en el número 3 de la calle Veleta partió de la Asociación de Vecinos La Chana, Encina y Angustias, con motivo del 54 aniversario del nacimiento de Jesús Arias, al que dedicó su semana cultural. Al año siguiente, en 2018 se colocó una placa que subraya:
El mural, con Jesús Arias cantando y tocando la guitarra eléctrica y, debajo, a los hermanos Arias, Jesús, Ángel y Antonio, en la recreación de una fotografía del tiempo en el que vivían en la Chana, antes de mudarse al cercano barrio de Los Pajaritos, sería el inicio de un museo al aire libre con murales de arte urbano, con poco recorrido.
“Cómo una obra de arte semejante pueda presentar su lógico deterioro sin que el Ayuntamiento ordene su restauración inmediata. ¿Ni siquiera con la excusa de Granada 2031?”
Pero esta ciudad suele dormirse pensando en su pasado, muy poco en su presente y nada en el futuro y aquella idea se disipó, con el cambio de gobierno municipal, como suele pasar con las buenas iniciativas que se rechazan simplemente por que se les ocurrió a otros.
Recorrer la Carretera de Andalucía y detenerse ante el mural es un ejercicio doloroso. Se te cae el alma o los pies y te preguntas: “Cómo una obra de arte semejante pueda presentar su lógico deterioro sin que el Ayuntamiento ordene su restauración inmediata. ¿Ni siquiera con la excusa de Granada 2031?”.
Estado de deterioro evidente que presentaba el mural esta semana. IndeGranada.
Pasa el tiempo lentamente y el dolor por la pérdida de Jesús envejece como uno va envejeciendo. Dentro de ti. Reconoces en el mural su nombre, su gesto, y sus hechos. Los de un genio, brillante en todas las facetas a las que se dedicó
Pasa el tiempo lentamente y el dolor por la pérdida de Jesús envejece como uno va envejeciendo. Dentro de ti. Reconoces en el mural su nombre, su gesto, y sus hechos. Los de un genio, brillante en todas las facetas a las que se dedicó. El periodismo, la música, como compositor de todas las músicas, -desde el flamenco a cantatas antiguas, y el rock, el rock, el rock-, e ideológo del Omega -la cumbre de una fusion monumental enre Enrique Morente y Lagartija Nick- guitarrista, cantante. Como poeta excepcional.
Alguien tan especial que hizo de la bondad y empatía, una norma de estilo, conducta y aptitud para afrontar la vida y relacionarse con los demás. Alguien que con su verbo y su presencia dignificaba la belleza.
Todo ello y más era Jesús, quien ideó el sublime canto a la paz como, como fue el monumental poema sinfónico Los cielos cabizbajos, adaptada por David Montañés y Antonio Arias, que estrenaron Estrella Morente, Lagartija Nick, y el coro y el ensemble de la orquesta de la UGR, en un impresionante concierto, el 7 de junio de 2018, que queda para la historia.
Jesús Arias, que se fue el 1 de diciembre de 2015, mientras trabajaba en 'Los cielos cabizbajos' ('De civitabus in acres flammas deiectis'), un poema sinfónico con el que el excepcional compositor, músico y periodista quiso rendir homenaje a ciudades que, durante los siglos XX y XXI fueron devastadas desde el cielo, como un tornado de fuego
Jesús Arias, que se fue el 1 de diciembre de 2015, mientras trabajaba, precisamente en Los cielos cabizbajos (De civitabus in acres flammas deiectis), el poema sinfónico con el que quiso rendir homenaje a ciudades que, durante los siglos XX y XXI fueron devastadas desde el cielo, como un tornado de fuego. ¿Qué genialidad habría creado para denunciar el genocidio en Gaza?, me pregunto.
Antes, aún en vida, el 16 de abril de 2015, pudo ver el estreno en el Crucero del Hospital Real, la la cantata Mater Lux, que sólo él, pudo idear y materializar, sobre partituras y libreto, en una cantata medieval, interpretada por el Coro Canticum Novum, dirigido por Jorge Rodríguez Morata, enriquecida por el flamenco, con las espectaculares voces de Soleá Morente y Juan Pinilla, unirle una batería de juguete, con Eric Jiménez, recuperar el yunque, sumar el órgano, sonidos pregrabados del siglo XXI e insertar conversaciones de los astronautas del Apolo XVI, y homenajear a Stravinsky y Ligety, bien relacionados. Todo, estructurado en nueve números, que guardaba relación y con naturalidad completaban una obra única, que impresionó por su belleza, la magia que desprendía y las arrebatadoras actuaciones. Todo, tan dispar en apariencia, y todo con sentido.
Otro canto a la paz.
Cuántas veces ha solicitado la Junta Municipal de Distrito de La Chana al gobierno municipal la restauración del mural. Tantas como la respuesta ha sido el silencio
El amor hacia los demás y la paz universal que predicaba Jesús, de palabra, obra y acción, empleaba en su particular evangelio vocablos claros y transparentes que ahora se convierten en otras indescifrables en aquellos para los que lo más profundo de su ser es la piel, porque o no las leen o si se atreven no las entiende. Nunca las entenderán.
Cuántas veces ha solicitado la Junta Municipal de Distrito de La Chana al gobierno municipal la restauración del mural. Tantas como la respuesta ha sido el silencio.
La bondad no necesita motivo, el desprecio o el olvido, porque no puede ser la maldad, sí.
Jesús Arias fue un genio que iluminaba Granada, frente a la mediocridad que la oscurece.
Se merece, como figura clave de Granada, que se restaure su mural, para que siga dignificando la belleza.
Para que tambien su canto al amor y paz se extienda.
'Buenos días Hiroshima' - Lagartija Nick. Letra: Jesús Arias; Música: José Ángel Arias. Segundo corte de Los cielos cabizbajos.























