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EL PARENTESCO ENTRE LA CERVECERA GRANADINA, REFRESCOS KAS Y BITTER-KAS

Cervezas Alhambra nació a partir de las desavenencias en una familia vasca

Ciudadanía - Gabriel Pozo Felguera - Domingo, 26 de Octubre de 2025
Gabriel Pozo Felguera nos ofrece la historia nunca antes contada de cómo surgió la cervecera granadina, que cumple cien años. No te lo pierdas.
Román Knörr y su esposa Pilar Ortiz de Urbina, su hijo mayor Antonio, hacia 1910.
ARCHIVO FAMILIA KNÖRR.
Román Knörr y su esposa Pilar Ortiz de Urbina, su hijo mayor Antonio, hacia 1910.
  • El primogénito y maestro cervecero de los Knörr y La Esperanza de Vitoria se alejó de su familia y llegó a Granada para fundar la Cervecera que el 4 de noviembre cumple su Centenario

Seguramente Cervezas Alhambra hoy no existiría de no haber ocurrido una discrepancia familiar entre los cerveceros vitorianos Knörr. El distanciamiento entre la matriarca y el hijo primogénito hicieron que éste emigrase de su patria vasca en busca de mejor futuro. Buscó por España una ciudad mediana sin fábrica de cerveza para abrirla él. Y acabó en Granada. Aquí contactó con empresarios locales y en Cataluña con un potente inversor del ramo. El padre de la cerveza granadina y su principal motor se llamó Antonio Knörr Ortiz Urbina. El próximo 4 de noviembre de 2025 se conmemora el centenario de la fundación de Cervezas Alhambra. Habrá una magna exposición repartida entre la Carrera de la Virgen y el bulevar de la Constitución. También la publicación de un libro. Aprovecho este artículo para actualizar algunos datos no incluidos en esa muestra ni tampoco en la historia de los promotores de la cervecera granadina, además de aportar otros desconocidos de los principales fundadores. El principal de ellos, el “parentesco” que tiene la cerveza granadina con las marcas de refrescos KAS y BitterKas.

Casi todas las grandes empresas cerveceras españolas nacidas en el último tercio del XIX o principios del XX tienen apellido centroeuropeo

Casi todas las grandes empresas cerveceras españolas nacidas en el último tercio del XIX o principios del XX tienen apellido centroeuropeo. Y las que no, tuvieron que recurrir a maestros cerveceros alemanes para que las pusieran en marcha. El consumo de cerveza tenía poca tradición en España en aquellos tiempos; a lo sumo, se la consideraba una bebida exótica, de lujo o medicinal.

Muchos de aquellos alemanes y franceses que llegaron a España a finales del XIX lo hicieron huyendo de la inestabilidad política desatada con la guerra franco-prusiana que destruía su economía y mataba a los jóvenes en los frentes de batalla. Este fue el caso del joven Román Knörr Ptreif: trabajaba en el sector de la cerveza en su ciudad de nacimiento (Ulm, Alemania, 5 de agosto de 1863). Se estableció en Vitoria en 1884 para trabajar en una empresa de los vascos Ortiz de Urbina y Gómez de Balugera. Antes de un año ya era socio del dueño y se casó con su hija Pilar (10 de junio de 1886, en Vitoria). Él tenía 22 años y ella 20. Procrearon durante su matrimonio a once hijos.

Dos imágenes de la fábrica de cerveza de los Knörr en Vitoria. ARCH. FAMILIA KNÖRR

Con los conocimientos de cerveza que traía el alemán y el capital del suegro vitoriano, pronto empezaron a montar actividades relacionadas con la cerveza y otras bebidas

Con los conocimientos de cerveza que traía el alemán y el capital del suegro vitoriano, pronto empezaron a montar actividades relacionadas con la cerveza y otras bebidas. Centradas en torno a la zona fabril que tenía la familia en el Camino de Ali (actual Beato Tomás de Zumárraga). Los hijos mayores se fueron incorporando a esas actividades industriales a medida que iban creciendo. Los once hijos, por orden de nacimiento, se llamaron: Antonio Knörr Ortiz de Urbina (nacido el 18 de abril de 1887, el que más nos interesa para esta historia); Román, Catalina, Nicolás, María, Benito, Ascensión, Martina, Marcelo Jesús, José y Regina.

Familia Knörr Ortiz de Urbina, hacia 1910. Román Knörr Ptreif (P), Pilar Ortiz de Urbina (M), Antonio (1), Román (2), Catalina (3), Nicolás (4), María (5), Benito (6), Ascensión (7), Martina (8), Marcelo (9), José (10 y Regina (11). ARCHIVO FAMILIA KNÖRR.

El primogénito Antonio Knörr se presentaba como el sucesor natural y relevo del padre en cuanto llegase el momento. Fue enviado a Alemania a formarse en fábricas de cerveza. La familia Knörr explotaba en Vitoria las marcas Knörr y La Esperanza. Antonio contrajo matrimonio en Logroño (en 1916) con María Josefa Riehle Rico, nueve años más joven que él y también descendiente de otro alemán llamado Agustín Riehle Falk. La joven pareja se estableció en Vitoria, donde él trabajaba en la cervecera familiar. Y en Vitoria nació su primera hija, María Pilar (19 de septiembre de 1917).

En teoría, correspondía a Antonio Knörr como primogénito ponerse al frente de los negocios familiares. Pero a todas luces no fue así; al frente de todo empezó a aparecer la viuda Pilar Ortiz de Urbina, y en segundo plano su segundogénito Román.

Justo tres meses antes (el 27 de junio de 1917) se había producido la muerte prematura del patriarca alemán, Román Knörr, con sólo 53 años de edad. En teoría, correspondía a Antonio Knörr como primogénito ponerse al frente de los negocios familiares. Pero a todas luces no fue así; al frente de todo empezó a aparecer la viuda Pilar Ortiz de Urbina, y en segundo plano su segundogénito Román.

No conocemos la causa de aquel distanciamiento del primogénito. Su familia se trasladó a Logroño, donde residían sus suegros; allí nació su segundo hijo, Antonio (en 1920), en tanto que Antonio Knörr empezó a emprender negocios por su cuenta. Siempre con la ayuda del capital de su suegro Agustín Riehle Falk. Como lo que conocía bien era la industria de la cerveza, intentó montar una cervecera en Mallorca, sin concreción. Sabemos que volvió a intentarlo en otros lugares de España. Hasta que analizó el mercado andaluz para ver en qué lugar establecerse; deseaba una ciudad y provincia de mediana población que no tuviera fábrica de cerveza propia. En Sevilla estaba la Cruz del Campo; en Cádiz, Maier; en Córdoba, La Mezquita… y Granada estaba vacante, era tierra de conquista de las anteriores. Sin duda, la capital de la Alhambra se presentaba como el lugar idóneo.

A Granada llegó con su proyecto de fábrica de cerveza bajo el brazo a mediados de 1925. Contactó con el presidente de la Cámara de Comercio para pedirle consejo y ayuda. La obtuvo, ya que Juan Leyva Narváez (presidente de esa corporación entre 1924-47) decidió él mismo invertir en cerveza

A Granada llegó con su proyecto de fábrica de cerveza bajo el brazo a mediados de 1925. Contactó con el presidente de la Cámara de Comercio para pedirle consejo y ayuda. La obtuvo, ya que Juan Leyva Narváez (presidente de esa corporación entre 1924-47) decidió él mismo invertir en cerveza; buscó a alguno más, entre ellos a Manuel Reyes Sáenz y a la familia López Sáez. Estos últimos eran propietarios del mercado de cerdos que había por encima de la ermita de San Isidro; el lugar tenía varias naves para guardarlos y almacenes de piensos, relativamente nuevos porque habían sido levantados en 1902. Y lo más importante: disponían de un caudaloso manantial de agua, el Pozo del Callejón del Poco Trigo. Recuérdese que por entonces Granada no tenía red de agua potable, su población se abastecía principalmente de las acequias Aynadamar, San Juan, Romayla y Gorda.

Inscripción de escritura notarial en el Registro Mercantil de Granada.

El 4 de noviembre de 1925 constituyeron los tres primeros (Antonio, Juan y Manuel) la sociedad anónima Cervezas La Alhambra, ante el notario Felipe Campos de los Reyes. Unas semanas más tarde (22 de diciembre) la inscribieron en el Registro Mercantil. Su objeto social sería la fabricación de cervezas y hielo. El capital era de 501.000 pesetas, repartido en acciones de 500. Meses más tarde, cuando se celebró la junta constitutiva de la sociedad ya vemos por sus actas que se incorporaron otros pocos socios más, la mayoría de ellos minoritarios. Pero destacaba uno que acumulaba en sus manos la mayoría absoluta del capital social: Carlos Bouvard Dürr, un francés de Lyon establecido en Cataluña. Éste era propietario de la empresa maltera La Moravia (fundada en 1905), con fábrica principal en Barcelona y almacenes de cebada en Lérida. Los principales paquetes accionariales a partir de abril de 1926 quedaron configurados de la siguiente forma: La Moravia (480 participaciones); Carlos Bouvard (200); Antonio Knörr (120); Manuel Reyes (20); Agustín Riehle, suegro de Knörr (20); Benito Knörr, hermano de Antonio (14); Miguel López Sáez (vendedor de los terrenos, 5); y varios franceses socios de Carlos Bouvard que tomaron paquetes de 10 acciones.

Carlos Bouvard acumulaba en sus manos la mayoría absoluta del capital, con 680 acciones sumando las de su maltera y las personales. A pesar de eso, no ocupó la presidencia de Cervezas Alhambra los primeros años, sino que cedió el puesto a Agustín Riehle, el suegro de Antonio Knörr y socio de mayor edad

Como se ve, Carlos Bouvard acumulaba en sus manos la mayoría absoluta del capital, con 680 acciones sumando las de su maltera y las personales. A pesar de eso, no ocupó la presidencia de Cervezas Alhambra los primeros años, sino que cedió el puesto a Agustín Riehle, el suegro de Antonio Knörr y socio de mayor edad.

La fábrica de Cervezas La Alhambra no fue levantada de la noche a la mañana en las naves del mercado de cerdos, aunque las reaprovecharon en buena parte. Estuvieron en obra civil hasta el mes de agosto de 1926 en que empezó a llegar la maquinaria. En buena parte era de segunda mano desmontada de otras cerveceras más potentes. También abrieron una carpintería para hacer cajas, una tonelería y los servicios auxiliares precisos en aquel momento. El capital fundacional de 501.000 pesetas resultó insuficiente, ya que todo el montaje se alargó hasta superar ampliamente los 2 millones de pesetas. Fueron financiados con préstamos personales de los socios franceses y de algunos bancos.

Reportaje de las instalaciones de Cervezas Alhambra publicado a finales de 1926. GRANADA GRÁFICA.

Pero era evidente que Alhambra sonaba mejor e identificaba a la cerveza con la ciudad de origen

Una curiosidad: aunque en el momento de escriturar la empresa tomaron el nombre de la que fue otra cervecera granadina (La Alhambra, 1884-90), al constituirse el consejo de administración en abril de 1926 barajaron la posibilidad de llamar su producto, la cerveza, como San Carlos. No queda claro si fue en homenaje al mayor accionista (Carlos Bouvard) o a que la creación de la empresa ocurrió el 4 de noviembre, onomástica de San Carlos Borromeo. Quizás copiaran de la San Miguel de Málaga. Pero era evidente que Alhambra sonaba mejor e identificaba a la cerveza con la ciudad de origen.  

Una de las primeras botellas utilizada (sin letras en 1926); las primeras botellas con la marca en relieve (a partir de 1927); y una de las cubas de madera de 30 litros. COL. FRANCISCO J. GALLEGOS.

Al principio hubo que utilizar cubas de madera de segunda mano y botellas genéricas, sin serigrafiar ni etiquetas personalizadas. No había dado tiempo a que llegaran desde Inglaterra las primeras botellas que encargaron con bajorrelieve con el nombre de La Alhambra. Granada. Fábrica de Cervezas

Por fin, el 1 de noviembre de 1926 se pudo consumir la primera cerveza de la marca La Alhambra en Granada. Al principio hubo que utilizar cubas de madera de segunda mano y botellas genéricas, sin serigrafiar ni etiquetas personalizadas. No había dado tiempo a que llegaran desde Inglaterra las primeras botellas que encargaron con bajorrelieve con el nombre de La Alhambra. Granada. Fábrica de Cervezas.

Mientras Carlos Bouvard residía en Barcelona y atendía allí sus principales inversiones, Antonio Knörr se convirtió en la clave sobre la que pivotó el funcionamiento de Cervezas Alhambra hasta su jubilación en 1958. Era el gerente, el maestro cervecero y el director de la empresa. Construyó una casa por encima de la fábrica; a ella se trasladó pronto a vivir su familia (formada ya por sus hijos María Pilar y Antonio Knörr Riehle, más sus suegros Agustín Riehle y su suegra Juana Rico Calderón. También la cuñada soltera). En el año 1932 les nació, ya en Granada, su tercera hija, llamada María Soledad Knörr Riehle.

Antonio Knörr Riehle, vestido de militar tras acabar la guerra civil. Era el sucesor natural que no quiso dedicarse al negocio familiar. Dcha., el presidente de Damm-Cervezas Alhambra, la vicepresidenta, el director Francisco Morales y Antonio Knörr (flecha), en 1961. ARCHIVO UGR/HOJA DEL LUNES.

Antonio Knörr Ortiz de Urbina ya permaneció el resto de sus días en Granada, siempre ligado a la dirección de Cervezas Alhambra, incluso tras su jubilación

Además, la residencia de Antonio Knörr por encima de la fábrica también acogió a varios de sus hermanos y sobrinos Knörr de Vitoria que vinieron a estudiar a la Universidad de Granada en los años siguientes (Vitoria era una ciudad pequeña, de menos de 40.000 habitantes por entonces; hoy se equipara a Granada). Fueron los casos de José Félix y de Marcelo Jesús Knörr Ortiz de Urbina que se matricularon en Medicina el primero (1925) y en Física el segundo (1926-7). Aunque ninguno de ellos acabó aquí sus carreras; regresaron al País Vasco. Otra sobrina de la familia, María del Pilar Weigand Knörr, sobrina del cervecero, se hizo enfermera en la Facultad de Medicina de Granada (en 1955).

Antonio Knörr Ortiz de Urbina ya permaneció el resto de sus días en Granada, siempre ligado a la dirección de Cervezas Alhambra, incluso tras su jubilación. Igual ocurrió con sus suegros: tanto Agustín Riehle (muerto en 1944) como su suegra Juana Rico (1953) envejecieron en Granada, aquí murieron y en su cementerio están enterrados. Los cuatro juntos en la misma fosa. Antonio Körr murió en 1974 y su esposa le sobrevivió hasta 1982.

Nicho en el Patio de las Angustias del cementerio de Granada donde yace el fundador de Cervezas Alhambra con sus suegros y su mujer.

Con las sucesivas ampliaciones de capital y las entradas de DAMM y Cruzcampo en el accionariado, el porcentaje de las acciones de los pequeños propietarios se fue diluyendo

Con las sucesivas ampliaciones de capital y las entradas de DAMM y Cruzcampo en el accionariado, el porcentaje de las acciones de los pequeños propietarios se fue diluyendo. También perdieron valor en la crisis de 1995. La familia Knörr Riehle se trasladó a vivir a la calle Fray Leopoldo cuando fue derribada su casa junto a la fábrica para construir la nueva factoría en 1963-4. Para entonces ya había comenzado la dispersión de los hijos: Antonio Knörr Rielhe se casó con Encarnación Sobils Tuca y se fue a vivir a Barcelona (falleció allí en 1997); María Pilar murió sin descendencia en 1992 y está enterrada en Granada. La tercera hija, María Soledad, casó con el gaditano Carlos Aparicio Rivero y acabaron estableciéndose en Quebec (Canadá). Queda descendencia del fundador de Cervezas Alhambra por Barcelona, EE UU, Canadá, Reino Unido, Pamplona, etc. Pero creo que ninguno en Granada, al menos que yo conozca.

La ayuda imprescindible de La Moravia

El caso de Carlos Bouvard Dürr es muy diferente al del vasco Knörr. Nació en Lyon en 1884 y llegó a Cataluña a finales del siglo XIX. Estaba casado con María Virginia Burgeois Chaber. En el año 1905 ya tenía montada una fábrica de tostado de cebada cervecera en el Paralelo barcelonés; también gestionaba la compra de cereales en la provincia de Lérida. Suministraba malta tostada cerca del puerto de Barcelona y lúpulo alemán para servir a las cerveceras que surgían por todos los puntos de España. Por tanto, mantenía estrecha relación comercial con el sector cervecero.

Fábrica de malta La Moravia en el Paralelo barcelonés, en años sesenta y en 1977. INTERNET.

En 1906 introdujo motores de gas en su fábrica La Moravia (ocupaba una extensa parcela con límites a las antiguas calles de la Fortuna, San Juan y Marqués del Duero, en el barrio de Sans). En 1917 patentó un horno de corriente aérea para el secado y torrefacción de cebada y otros granos utilizados en el cocimiento de la cerveza y café. Fue un hombre muy imbricado en la sociedad barcelonesa de principios del siglo XX, hasta el punto de presidir la sociedad empresarial La Agrícola e Industrial S. A. También fue presidente de las Escuelas Francesas en Cataluña.

Por eso recurrió a él Antonio Knörr, para que entrara en su sociedad granadina como principal accionista, primer proveedor de materia prima (malta y lúpulo) y respaldo de capital para comprar la maquinaria

Para el otoño de 1925 en que Antonio Knörr se movía en Granada con intención de montar su pequeña fábrica de cerveza La Alhambra, el francés-catalán Carlos Bouvard ya era un empresario de éxito. Por eso recurrió a él Antonio Knörr, para que entrara en su sociedad granadina como principal accionista, primer proveedor de materia prima (malta y lúpulo) y respaldo de capital para comprar la maquinaria. Ambos barajaron la idea de abrir otras cerveceras cuando estuviese consolidada la granadina.

Carlos Bouvard nunca fijó su residencia en Granada, aunque se hizo construir el chalé en la esquina baja de la parcela. Lo ocupaba en sus esporádicas estancias en Granada, al igual que lo hacía su viuda cuando siguió viniendo a la fábrica. De ahí que los trabajadores llamaran a la casa el chalé de Madame Bouvard; en realidad, sirvió de residencia a altos ejecutivos de Cervezas Alhambra hasta que se decidió demolerlo a principios de la década de los años setenta y destinar su solar a almacén de reparto.

El presidente vitalicio y principal accionista tuvo poca presencia institucional en Granada, más allá de la relacionada con su empresa. No así Antonio Knörr que, al ser gerente y director, es el que aparece en los documentos administrativos, actos sociales y referencias de prensa

El presidente vitalicio y principal accionista tuvo poca presencia institucional en Granada, más allá de la relacionada con su empresa. No así Antonio Knörr que, al ser gerente y director, es el que aparece en los documentos administrativos, actos sociales y referencias de prensa. En cuanto a María Virginia Burgeois, continuó muy ligada a Cervezas Alhambra hasta su fallecimiento (25 de febrero de 1973), ya que siempre fue consejera, vicepresidenta e incluso presidenta de honor de la empresa. Venía a Granada a las juntas generales y a la entrega de los premios anuales instituidos en recuerdo de su marido fallecido.

Retrato (retocado) de Carlos Bouvard en su madurez. Dcha., inauguración de la nueva fábrica de Cervezas Alhambra en abril de 1964. Madame Bouvard está sentada (flecha). IDEAL.
Esquelas de las muertes de Carlos Bouvard (en La Vanguardia, 1954) y Virginia Burgeois (en Ideal 1973).

Carlos Bouvard y María Virginia Burgeois fallecieron en Barcelona. El primero en 1954. Ambos fueron enterrados en Lyon. Tuvieron una única hija.

El resto de la historia es de sobra conocida; se puede saber más a fondo en la exposición que estará montada en la Carrera de la Virgen y el bulevar de la Avenida de la Constitución a partir del 4 de noviembre

Como se ve por estos apuntes biográficos de los confundadores de Cervezas Alhambra, ninguno de sus descendientes dio continuidad a aquella sociedad cervecera casi familiar surgida en 1925. A la muerte de Bouvard fue la cervecera catalana Damm la que relevó a Carlos Bouvard al frente de la gestión de la granadina, pues para esa fecha ya se había hecho con la mayoría del capital de La Moravia. Después, en 1979, Damm intercambió participaciones con Cruzcampo y esta empresa sevillana entró a formar parte de Cervezas Alhambra con el 27%. El resto de la historia es de sobra conocida; se puede saber más a fondo en la exposición que estará montada en la Carrera de la Virgen y el bulevar de la Avenida de la Constitución a partir del 4 de noviembre.

Los Knörr de KAS y BitterKas

La amplia familia de los Knörr Ortiz de Urbina que quedaron en Vitoria continuaron con los negocios a la muerte del patriarca alemán, cuando falleció en 1917. En ausencia de primogénito, fue el segundo hijo ─Román─ el que hacía cabeza al frente de las empresas, bajo la batuta de su madre viuda (hasta su fallecimiento en 1948). Pronto crearon La Sucursal, Gaseosas As (en 1926) y kioscos-txokos de venta de bebidas. Todas ellas bajo la matriz, la empresa Cervezas Knörr. Esta familia vitoriana se encontraba entre las que mayores impuestos por encabezamiento pagaban a su ayuntamiento.

Sería su hijo José María Knörr Elorza (sobrino del fundador de Cervezas Alhambra) el que en el año 1952 inventó una bebida llamada KAS. No era otra cosa que la unión de sus gaseosas As más la K del apellido alemán

Román Knörr contrajo matrimonio con Isabel Elorza. Román falleció relativamente joven, pero dejó varios descendientes. Sería su hijo José María Knörr Elorza (sobrino del fundador de Cervezas Alhambra) el que en el año 1952 inventó una bebida llamada KAS. No era otra cosa que la unión de sus gaseosas As más la K del apellido alemán.

Aquella bebida creada por los “primos-sobrinos” vitorianos de los cerveceros de Alhambra surgió justo cuando llegó la Coca Cola a España, de la mano de varias familias que recibieron concesiones para envasarla en sus respectivas comarcas. KAS era una bebida con sabor a frutas y gas añadido. Empezó como lo había hecho Cervezas Alhambra, con carácter provincial; pero pronto se fue extendiendo al resto de España, hasta llegar a tener una docena de fábricas. Con el tiempo surgirían la tónica y el bitter sin alcohol. Aquella marca tuvo el gran acierto de basarse en el márquetin para su lanzamiento y expansión, tanto en televisión como patrocinando uno de los equipos ciclistas más potentes del momento. [El equipo ciclista KAS ganó seis vueltas a España entre los años 1958-88; hizo dos segundos puestos en el Giro y dos terceros en el Tour. Aquel equipo ciclista fue el mejor clasificado en el Ranking UCI durante los años 1986,87 y 88. En él corrió el granadino Joaquín Galera y ganó una etapa en el Tour de 1965].

Joaquín Galera, corredor de KAS, escapado en la etapa de Gap a Briançon (1965).
Román (hijo) y Román (padre) bebiendo unas cervezas en los años diez, poco antes de fallecer el segundo. ARCH. FAMILIA KNÖRR.
Pilar Elorza y Román Knörr, hermano del fundador de Cervezas Alhambra, los continuadores de la cervecera vasca familiar y padres de inventores de  KAS. ARC. FAMILIA KNÖRR.
Envase de La Esperanza (Knörr) de Vitoria y fábrica de refrescos KAS, hacia los años setenta del siglo pasado. ARCH. FAMILIA KNÖRR.

Para afrontar su crecimiento y expansión (a partir de 1971) la familia Knörr no tuvo más remedio que recurrir a financiación de bancos industriales. La banca fue haciéndose poco a poco con mayores cuotas en el accionariado hasta conseguir el control absoluto. KAS llegó a ser en aquellos momentos la mayor empresa española de bebidas refrescantes. El Banco de Bilbao, mayor accionista, no tenía entre sus cometidos la gestión de empresas industriales, con lo cual la vendió (en 1993) al grupo Pepsico. KAS continúa existiendo dentro de la multinacional americana de Pepsicola, aunque ha cedido mucho terreno a otras marcas.

Los nueve Knörr que hay empadronados en Granada capital no tienen nada que ver con el cervecero alemán que huyó de su país para dar origen a las fábricas de cerveza de Vitoria y Granada

La inmensa mayoría de descendientes de aquel alemán que se hizo vasco (Román Knörr) a finales del XIX continúan ligados a actividades industriales en Euskadi. Son un gavillón por provenir de una familia de once hijos. El INE dice que hay 141 personas que llevan Knörr como primer apellido y otros 67 que lo llevan como segundo, especialmente en Álava y Vizcaya. Los nueve Knörr que hay empadronados en Granada capital no tienen nada que ver con el cervecero alemán que huyó de su país para dar origen a las fábricas de cerveza de Vitoria y Granada. Ni con el vasco que emigró de Vitoria para hacerse granadino y crear una de las mejores cerveceras.