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EL PRIMERO EN TOMAR CERVEZA EN GRANADA

¿Una cervecita Alhambra Emperador 1526?

Ciudadanía - Gabriel Pozo Felguera - Domingo, 17 de Septiembre de 2023
¿Sabías que Carlos V fue el primero en tomar cerveza en Granada? Nos lo revela en un magnífico reportaje Gabriel Pozo Felguera quien nos descubre también la historia de las primeras empresas cerveceras, fábricas y bares para servirlas. A tu salud, por el mejor cronista de Granada, para degustar y compartir.
El joven Carlos V sostiene una copa en 'La Adoración de los Reyes', 1519, de Marco Cardisco.
El joven Carlos V sostiene una copa en 'La Adoración de los Reyes', 1519, de Marco Cardisco.
  • La primera cocina artesanal de cerveza duplabiera funcionó en el Monumento entre junio y diciembre de aquel año para suministrar a Carlos V y su Corte

  • Las primeras cerveceras industriales que abrieron en Granada fueron La Granadina (1858) y La Madrileña (1859)

  • Tres empresas de cerveza diferentes han llevado etiqueta con La Alhambra: en 1884-90; 1910-18 (en Cádiz); y la Alhambra actual (1925 en adelante)

La Alhambra es nombre de cerveza o la cerveza es sinónimo de La Alhambra. La primera cerveza que se bebió en Granada se hizo en la “cervecería” de la Alhambra, perteneciente a la cocción de 1526. Porque entre el 4 de junio y el 10 de diciembre de aquel año, el emperador Carlos V montó sus artilugios para fabricar su propia cerveza e invitar a la concurrencia que le visitaba. Aquella primera cerveza que se bebió en Granada era de la variedad duplabiera, es decir, un agua de cebada calificada como gruesa, con mucha cantidad de lúpulo. Excepto raras excepciones en conventos y para uso medicinal, no se volvió a beber cerveza (de importación) en Granada hasta el primer tercio el siglo XIX. No sería hasta 1858 cuando surgieron las dos primeras fábricas  artesanales de cerveza en la ciudad: La Granadina y La Madrileña.

La cerveza fue siempre la bebida preferida del rey Carlos V; fue un gusto que adquirió en su mocedad en Centroeuropa y se la trajo consigo a España a partir de 1517

La cerveza fue siempre la bebida preferida del rey Carlos V; fue un gusto que adquirió en su mocedad en Centroeuropa y se la trajo consigo a España a partir de 1517. Siempre viajó con sus barriles de cerveza en los desplazamientos cortos, o con su fabriquilla cervecera ambulante. Incluso en su retiro de Yuste se hizo montar una imponente cervecería en la Abadía.

Carlos I de España y V de Alemania casó en Sevilla con Isabel de Portugal. Era la primavera de 1526. Cuando vio que el calor hispalense apretaba y se le calentaba la cerveza, decidió buscar sitio más fresco para pasar el verano y, de paso, poder tomarse la cerveza más fresquita. No es que Granada sea mucho menos calurosa en la canícula, pero abundaba la nieve y el hielo en las cumbres altas de Sierra Nevada: el cronista Fray Prudencio de Sandoval escribió que “Salió, pues, el Emperador de Sevilla huyendo de los grandes calores de esta ciudad [Sevilla], para Granada... ”.  Así es que el 18 de mayo cogió a su numerosísima corte (de más de un millar de personas) y se encaminó a La Alhambra. Le antecedieron los aposentadores reales (Juan de San Vicente y Francisco de los Rúa y Anrique). Prepararon la casa real y muy especialmente la cocina y la fábrica artesanal de cerveza. Carlos V fue uno de los reyes más glotones y bebedores de cerveza que ha tenido España.

Y con ellos también se adelantó el maestro cervecero real traído desde Gante. Aquel hombre llegó hasta La Alhambra con su colección de cacharros

Y con ellos también se adelantó el maestro cervecero real traído desde Gante. Aquel hombre llegó hasta La Alhambra con su colección de cacharros: la caldera de latón rojo de seis arrobas para cocer cebada y trigo; una cuba grande para fermentarla; dos vaquetas para enfriarla y fermentarla; un juego de calderos de cobre; un embudo de madera con un caño de azófar; escudillas varias; dos horcas de palo y dos palas para remover; seis cestas para filtrado; una caldera de cobre blanco; un juego de toneles para decantación y reposo; etc.

Los bebedores principiantes solían decir que aquella bebida de bárbaros (alemanes) era amarga y había que beberse al menos una cuba hasta acostumbrarse

Conocemos a la perfección la parte de la ciudadela donde se alojó el Emperador, las habitaciones que llevan su nombre en La Alhambra, pero no la estancia exacta donde el maestro cervecero montó su cervecería artesanal. A partir del 4 de junio de 1526 quedó abierta la primera cervecería real en el monumento granadino. Para uso privado del monarca y también para agasajar a las primeras autoridades, consejeros y embajadores que solían acompañarle en comidas y ágapes. Seguro que el corregidor Alonso de Granada y el alcaide Marqués de Mondéjar probaron aquella cerveza por primera vez en sus vidas. Los bebedores principiantes solían decir que aquella bebida de bárbaros (alemanes) era amarga y había que beberse al menos una cuba hasta acostumbrarse. No entendían cómo el emperador se metía jarras fresquitas de media cuartilla entre pecho y espalda. El hielo ya lo ponía el Concejo granadino; la ciudad se gastó varios miles de escudos de oro en pagar tanto agasajo, adornos y fiestas a tan numerosa Corte; las cuentas se conservan en una detallada relación de sesenta hojas en el Archivo de la ciudad.

Primera hoja de los gastos para atender la estancia del Emperador en 1526; figuran gastos de vino, pero no de cebada para cerveza. AHMGRA.

La primera cerveza real que se degustó en La Alhambra no fue fabricada en Granada. Ya venía en toneles desde Sevilla; es imposible saber si era de las barricas que le llegaban periódicamente desde Flandes hasta la Corte ambulante o de la que elaboró artesanalmente el maestro cervecero en Sevilla. Pero lo que sí es seguro es que a partir del mes de julio ya empezaron a consumirse en los aposentos reales de La Alhambra las cervezas elaboradas con la cotizada cebada de los llanos de Albolote. Al emperador le volvían loco las cervezas más cremosas, tostadas y amargas. Es una pena que las crónicas de su estancia en Granada no nos aporten el nombre de su maestro cervecero de entonces; sí conocemos el que le acompañó siempre durante las últimas dos décadas de su vida: Enrique Van der Duysen. Carlos V alabó la calidad de la cerveza que le fabricaron en Granada debido a la fina agua que tomaban directamente del deshielo de Sulayr. La cerveza era el único líquido que solía saciarle la sed, en parte provocada por las pesadas digestiones de abundantes comilonas de carnes muy sazonadas y rebosantes de especias.

Pero el 10 de diciembre de 1526 quedó cerrada para siempre la Cervecería Real de la Alhambra

Pero el 10 de diciembre de 1526 quedó cerrada para siempre la Cervecería Real de la Alhambra. Cuenta Juan Negro, secretario del embajador veneciano Andrea Navagero, que los aposentadores desmontaron la cervecería y partieron hacia Madrid con varios toneles de cerveza joven, recién elaborada con el agua nival de Granada. Los conflictos en sus posesiones europeas aconsejaban trasladar la Corte más al centro de España. La marcha del emperador y su corte de Granada impidieron que arraigara en esta ciudad el gusto y costumbre por beber cerveza del método alemán (sólo agua pura, cebada y lúpulo, según marcaba la ley de pureza de la cerveza de 1516). En cambio, en Madrid sí comenzó a arraigar la costumbre de beber cerveza ya a partir de mediado el siglo XVI. Desde la capital empezó a extenderse su consumo por el resto de España. Pero no sería hasta finales del XVIII y principios del XIX cuando apareció tímidamente en Granada; los viajeros románticos sostenían que era mejor beber cerveza o vino en la ciudad que arriesgarse a tomar agua de más que dudosa calidad.

Se achaca a Carlos V y la corte que le acompañó desde Países Bajos de ser los introductores, tímidamente, del consumo de cerveza en España

Se achaca a Carlos V y la corte que le acompañó desde Países Bajos de ser los introductores, tímidamente, del consumo de cerveza en España. Carlos V continuó bebiéndola de la que le fabricaron en el país, o importada desde Centroeuropa. Uno de sus últimos deseos, ya retirado al Monasterio de Yuste, fue montar una fabriquilla de cerveza. Entre 1556 y 1558 estuvo funcionando. Hace dos décadas, la marca Heineken intentó recuperar aquella cerveza carolina a partir de la fórmula que guardan los monjes de la Abadía. Precisamente esa tirada, que no duró mucho tiempo en el mercado, llevó como marca Abadía 1558 (año de su fallecimiento).

En caso de que nuestro amigo Alfredo Dávila, director de Cervezas Alhambra, decida hacer una tirada de aquella duplabiera de 1526, el nombre de la marca ya lo tiene: Alhambra Emperador 1526. La ocasión del experimento podría ser 2025 con motivo del centenario de la empresa y 2026 con motivo del V centenario de la estancia de Carlos V en Granada. A ver cómo sabían las cervezas en el siglo XVI.

Cerveza de Heineken, fabricada en 2002, rememorando la de la fábrica montada por Carlos V en la Abadía de Yuste en 1556.

Ya no tenemos referencias concretas a que en Granada se bebiese cerveza de calidad y en cantidad similar a como se hizo durante la estancia del emperador en el segundo semestre de 1526

Ya no tenemos referencias concretas a que en Granada se bebiese cerveza de calidad y en cantidad similar a como se hizo durante la estancia del emperador en el segundo semestre de 1526. Lo que no descarta que puntualmente alguna casa nobiliaria, convento o abadía elaborasen servicia, agua de cebada, zumo de cerveza o cerveza de mijo. Pero se trataba de mejunjes más con fines medicinales y curativos que culinarios. Sólo conocemos que los frailes agustinos descalzos solían elaborar un tipo rudimentario de cerveza con los excedentes de cebada de sus posesiones en la Vega, hacia la segunda mitad del siglo XVIII. El vino fue durante muchos siglos el rey de las mesas y de los mesones granadinos.

A finales del siglo XVIII son nombradas varias fábricas cerveceras en Madrid, Santander, Barcelona y Cádiz. Ligadas seguramente a los puertos que mantenían contacto estrecho con Alemania e Inglaterra. En Granada, las pocas menciones que hay al consumo de cerveza se limitan al producto exótico “agua de cebada”, vendida en chuferías y cafés a 2 reales la botella de litro y a 12 cuartos la pequeña. Precios desorbitados para entonces, pues un pan de kilo solía venderse por 10 cuartos. Eso ocurría en la década de 1830-40. Curiosamente, en Madrid proliferaron las fábricas de cerveza en los alrededores de los pozos de nieve de la Puerta de Santa Bárbara (actual plaza Alonso Martínez). En cambio, en Granada, con un servicio diario de neveros, no cuajó el negocio de la cerveza hasta mucho tiempo después.

Primeras cerveceras de Granada

Seguro que en la primera mitad del siglo XIX hubo pequeñas fábricas artesanales de cerveza en Granada. Porque esta ciudad replicaba las costumbres madrileñas al instante. Y en Madrid había hasta ocho fabricantes en 1857. La primera fábrica de cerveza que tenemos documentada fehacientemente en la ciudad de Granada apareció a finales de 1858 y en la primavera de 1859 empezó a poner publicidad. En el mes de abril empezó a anunciarse en la prensa local (precisamente en el periódico La Alhambra) una cervecera con el nombre La Granadina. Nada conocemos de sus promotores, pero sí de los productos que vendía: estaba situada en la calle Varela, 15, muy cerca del almacén de los Neveros y al lado de los baños públicos; ofrecía la botella grande por el precio de dos reales, la pequeña por una peseta y la arroba por 26 reales. Las botellas iban cerradas con corcho y selladas con lacre. En la prensa solían aparecer críticas al excesivo precio de esta bebida; los fabricantes se justificaban por el elevado coste del envase de importación; si se devolvía el casco, se descontaba 0,25 reales.

La primera fábrica de cerveza que tenemos documentada fehacientemente en la ciudad de Granada apareció a finales de 1858 y en la primavera de 1859 empezó a poner publicidad

Unas semanas más tarde de fundar La Granadina, apareció otra empresa cervecera local, aunque promovida por un empresario llegado de Madrid. Le puso por nombre La Madrileña; estaba situada en la calle San Miguel Baja, número 3. Durante el verano de 1859 debieron tener bastante éxito aquellas primeras botellas de cerveza de estas dos primigenias marcas, pues se registró un aumento de la oferta de envases (con sus etiquetas y todo) y también subida de precios. Ver noticia y el anuncio adjuntos:

Nota de prensa de julio de 1859 en el periódico La Alhambra, que informaba del nacimiento de la segunda fábrica de cerveza en la ciudad.
Lista de precios vigentes de cervezas La Granadina durante el año 1860.

Tanto La Granadina de la calle Varela como La Madrileña de San José Baja continuaron anunciándose en los periódicos locales durante los años 1859 y 1860. Sabemos que todavía perduraron algunos años más, pues en la liquidación del impuesto de Consumos de 1863 aparecen establecidas las dos actividades, pero ya no aparecen en los listados fiscales de  1864. A partir de esas fechas dejaron de hacerlo. Es de suponer que cesaron en su actividad suministradora de cerveza. El vino continuaba siendo rey de las mesas y colmados granadinos.

'La Granadina' debió vender muy poca cerveza en 1858, el año de su nacimiento, pues solamente pagó el impuesto de Consumos por haber fabricado solamente 226 litros

La Granadina debió vender muy poca cerveza en 1858, el año de su nacimiento, pues solamente pagó el impuesto de Consumos por haber fabricado solamente 226 litros (frente a los casi 400.000 que se fabricaron en Madrid aquel mismo año). O es posible que ya existiese la picaresca de declarar menos de lo que se vendía.

1884: Primera cerveza La Alhambra

Hubo que esperar veinte años para que Granada volviese a tener una nueva fábrica de cerveza. Entre 1864 y 1884 se podía conseguir cerveza de importación o de otras marcas en la ciudad, pero no fabricada aquí. El bar La Perla, en Puerta Real, ofreció varios tipos de cerveza durante aquellos años, tanto de botella como de barril.

Anuncios de los dos restaurantes de La Perla, donde se ofrecían cervezas embotelladas o de grifo.

El 15 de agosto de 1884 aparecía en el diario El Defensor de Granada la noticia de que aquel día se inauguraba la fábrica de cerveza La Alhambra. Al día siguiente divulgó una completa crónica del acto social. La primera cervecera local con el nombre de La Alhambra había sido promovida por la familia Cos y Mermería. El capital fundacional fue aportado por el matrimonio José Cos y Nicanora Mermería; él originario de Pribat de Bas (Gerona) y ella de Cúllar (Baza). Al frente de la actividad se colocaron José Cos y Mermería (1853-1932) y Francisco Cos y Mermería (1864-1943). El primero de ellos había estudiado en la Escuela de Comercio; el segundo, Ciencias en la Facultad de la UGR. José hacía de gerente, mientras su hermano pequeño era un químico recién licenciado. Ambos nacieron y vivieron en la casa familiar de la calle Gracia.

La cervecera inauguró por todo lo alto: se disponía a distribuir por las provincias de Almería, Córdoba, Jaén y Granada, que no contaban con ninguna fábrica

Cerveza La Alhambra surgió en una casa de alquiler del barrio de la Magdalena, concretamente en el número 26 de la calle Jardines. La cervecera inauguró por todo lo alto: se disponía a distribuir por las provincias de Almería, Córdoba, Jaén y Granada, que no contaban con ninguna fábrica; decía la prensa que la maquinaria era muy moderna, con una caldera de cocción de 1.000 litros; empezaron por fabricar las variantes ligera de mesa (rubia española), Baviera, inglesa pale ale y alemana; los precios oscilaban entre 3 y 4,5 pesetas la docena de medias botellas. El cronista (Paula Valladar) calificó la fábrica de modesta y con mucho futuro.

Anuncio de La Alhambra, en 1886, recién trasladada a la calle Cruz. EL DEFENSOR.

Durante los dos primeros años también abrieron un bar-cervecería en el número 21 de la Carrera del Genil, donde se vendían las botellas

Aquella primera fábrica de cerveza La Alhambra estuvo funcionando en la calle Jardines hasta el 7 de abril de 1886, en que fue trasladada a la calle Cruz, 42. Durante los dos primeros años también abrieron un bar-cervecería en el número 21 de la Carrera del Genil, donde se vendían las botellas. Cervezas La Alhambra de la familia Cos y Mermería estuvo en marcha hasta la campaña 1889-90, en que decidió cerrar. Seguramente por falta de demanda. José, el hermano mayor, se trasladó a vivir a Jaén, donde trabajó como corredor de comercio a partir de 1892; después regentó varios negocios más, entre ellos un almacén de hierros. En 1905 aparece como vocal en la Cámara de Comercio de Jaén (contador); en 1911 fue alcalde de Jaén durante unos meses; y a partir de 1919 fue tesorero de la Cámara Agrícola Provincial de Jaén. Su hermano Francisco se trasladó a Madrid, donde se especializó en meteorología y astronomía; a finales del siglo XIX ya figuraba como profesor de estas asignaturas en la Universidad Central; después trabajó, hasta su jubilación en 1931, en el Observatorio Astronómico de Madrid.

1910: La Alhambra de Cádiz

Una nueva marca de cerveza tomó el relevo con la etiqueta de La Alhambra a partir de 1910. Se consumió en Granada y varias provincias más de Andalucía. Pero en esta ocasión la fábrica no estuvo ubicada en Granada, sino en el Puerto de Santa María (Cádiz); aunque tuvo un depósito en Granada desde el que también se repartía a la zona levantina. Era una de las variedades que embotellaba la Cervecera Portuense, del empresario Emilio Freire. En una etiqueta se veía sólo Alhambra y en otras Alhambra Freire. En 1913, la factoría de la Portuense fue trasladada a Cádiz, donde añadió la producción de hielo y gaseosas. Pero a esta cervecera le quedaban pocos años de vida: en 1918 su fábrica fue adquirida por la marca de automóviles Ford y dejó de envasar La Alhambra.

Etiqueta de cerveza Alhambra de Cádiz, en 1911.

1925: La Alhambra casi centenaria

La marca actual Cervezas La Alhambra (o Alhambra, sin artículo) nació en 1925 de la mano de dos inversores Carlos Bouvard  Dürr y Antonio  Knorr y Ortiz de Urbina. Por tanto, está a punto de cumplir su primer centenario de existencia ininterrumpida. Ha estado presente, con distintos inversores o ligada a grupos cerveceros más potentes (Damm y Cruzcampo en tiempos pasados), hasta incorporarse al conglomerado Mahou-San Miguel a finales del siglo XX. Para conocer con detalle su creación y su evolución, ver el siguiente enlace:

Para conocer el origen de la cerveza Alhambra, te invitamos a degustar el siguiente reportaje de Gabriel Pozo Felguera: