HABLADURÍAS 11+1 con José Sánchez Pérez, profesor de Derecho Laboral de la UGR: “Los ambientes tóxicos, junto a las lagunas legislativas favorecen la aparición del suicidio en el trabajo”
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“Los protocolos para afrontar el suicidio que se establecieron hace 20 años en Escocia e Inglaterra han provocado una caída de los suicidios en un 18-20%, si eso lo lleváramos a los números que hay en nuestro país, estamos hablando de la vida de 800 personas”
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“Tú puedes aplicar elementos preventivos ante la manifestación de un problema si conoces el problema. Pero si tú tapas el problema, ese problema, aparte de que no se visualiza, no puedes actuar para evitarlo. Eso ocurre con muchísima frecuencia en empresas y en las situaciones de relaciones laborales donde hay un entorno tóxico
Empieza diciendo que todo el mundo sabe o tiene conciencia de que el trabajo es uno de los factores donde se apoya la vida de las personas, uno de ellos en la familia y su entorno cercano y otro en el trabajo. Dice que si falla uno de esos dos pilares de forma relevante, puede aparecer evidentemente el riesgo de suicidio.
"Todos ellos son factores que inciden o pueden incidir de manera muy relevante en que una persona piense que ante un problema laboral grave no existe otra alternativa que escapar del sufrimiento de esa manera”
Sigue comentando que cualquier persona se ubica en un contexto social, en función inicialmente, del trabajo que tiene. Eso, en su opinión, determina también qué consideración tiene, a nivel social, (mejor, peor, media o alta) y también constituye su medio de vida, cosa que no es una cuestión secundaria.
Y apunta: “Cuando es una persona media tiene unos determinados ingresos y su vida está condicionada, por una hipoteca a 20, 25, 30 años, a tener unos ingresos regulares y de repente esa hipotética estabilidad laboral que proporciona los ingresos para vivir y para mantenerse, se tambalea por alguna circunstancia, como riesgo de pérdida del trabajo, hipotética amenaza de despido, crisis empresarial, todos ellos son factores que inciden o pueden incidir de manera muy relevante en que una persona piense que ante un problema laboral grave no existe otra alternativa que escapar del sufrimiento de esa manera”.
Sigue explicando José Sánchez: “Tú puedes aplicar elementos preventivos ante la manifestación de un problema si conoces el problema. Pero si tú tapas el problema, ese problema, aparte de que no se visualiza, no puedes actuar para evitarlo. Eso ocurre con muchísima frecuencia en empresas y en las situaciones de relaciones laborales donde hay un entorno tóxico”.
"Hubo más de 40, 50 intentos de suicidio y una parte bastante importante de ellos, lo consumaron porque la empresa en una situación de crisis optó por intentar buscar la solución más barata que fue presionar a los trabajadores con objetivos imposibles de conseguir"
Y apunta: “Si se produce finalmente el suicidio de un trabajador que sufre acoso laboral o una chica que sufre acoso sexual y tenemos una situación absolutamente desbordada, como ocurrió de manera muy significativa en el caso de France Telecom, que fue el detonante a nivel europeo del problema del suicidio en el trabajo, donde se suicidaron en un corto espacio de tiempo un número importante de personas. Además, hubo más de 40, 50 intentos de suicidio y una parte bastante importante de ellos, lo consumaron porque la empresa en una situación de crisis optó por intentar buscar la solución más barata que fue presionar a los trabajadores con objetivos imposibles de conseguir y eso provocó que muchísimos que tenían su vida sustentada en un pilar, que era la regularidad de los ingresos que tiene toda una empresa aparentemente buena, provocó una sucesión de suicidios en cadena que fue incluso perseguida desde el punto de vista penal, porque se entendió que fue una estrategia criminal por parte de la empresa”.
Explica la situación diciendo: “Lo que tenemos es un entorno tóxico que está vinculado única y exclusivamente, en estos casos, hacia el beneficio empresarial. Y en ese entorno tóxico, cuando el trabajador ve que no tiene otra alternativa, porque está en un callejón sin salida y lo que quiere es dejar de sufrir, opta por esa medida no deseada de suicidarse”.
"En un entorno tóxico, en una empresa que ha ejecutado un comportamiento acosador, lo que nos vamos a encontrar es un contexto absolutamente manipulado, en el que va a ser dificilísimo que se pueda acreditar que existe una causa en el trabajo que ha sido el detonante de la decisión suicida"
Y añade: “En un entorno tóxico, en una empresa que ha ejecutado un comportamiento acosador, lo que nos vamos a encontrar es un contexto absolutamente manipulado, en el que va a ser dificilísimo que se pueda acreditar que existe una causa en el trabajo que ha sido el detonante de la decisión suicida. El problema de esas situaciones también parte de una deficiente normativa vigente que hay en nuestro país que es bastante pobre en ese sentido, en la medida en que en muchos ámbitos del trabajo existe la posibilidad de recorrir a la seguridad social para que, de forma independiente, determine, a través de una resolución administrativa, si un problema es laboral o es extralaboral, o decir, que es derivado de la enfermedad común”.
Y aquí, nos dice: “Lamentablemente, no existe ese trámite administrativo protocolario que permitiría, en un momento dado, que si hay evidencia, en algunos casos la hay, de que hay una conexión directa entre suicidio y trabajo, la propia administración pudiera declarar que es accidente de trabajo. Como ese trámite no existe, lo único que tenemos es que el que puede ser responsable de esa contingencia, que en el 98% de los casos, más o menos, suele ser una mutua colaboradora de la seguridad social en la que coincide la condición de pagador y de responsable de responder a la petición de declaración de suicidio, pues tenemos que, en los 50 años que se vienen considerando que el suicidio puede derivar del trabajo, que hay las sentencias que hayan declarado que el suicidio puede ser accidente laboral, en ninguna de esos supuestos, la mutua ha reconocido que ha sido accidente de trabajo, obligando de esa manera, en un contexto absolutamente complejo y difícil, la ayuda tiene que intentar acreditar y aportar pruebas de que esa vinculación con el trabajo existe. Ahí radica, esencialmente, la gran dificultad que tienen estos casos, pese a que hay evidencia de que el número de fallecimientos en relación al trabajo es relativamente elevado”.
"Lamentablemente, no existe ese trámite administrativo protocolario que permitiría, en un momento dado, que si hay evidencia, en algunos casos la hay, de que hay una conexión directa entre suicidio y trabajo, la propia administración pudiera declarar que es accidente de trabajo"
Nos cuenta que apenas hay un número pequeño de sentencias cada año, que declaren esa existencia de la realizan entre suicidio y accidente de trabajo. Añade que, en otras culturas, si se ha demostrado el tratamiento del suicidio puede ser eficaz a nivel preventivo si se tutela de forma adecuada, como por ejemplo, en Japón, donde el suicidio tradicionalmente ha golpeado de manera durísima a los ciudadanos de este país, particularmente a los trabajadores. Pues allí nos dice José, “el despliegue de estrategias preventivas, afrontando ese problema, dentro del contexto del trabajo, permite llevar a cabo estrategias preventivas que salven vidas humanas, que a fin de cuentas es lo que se trata”.
Y hablamos del caso de Granada donde hace algún tiempo un señor se suicidó porque lo desahuciaban de la pequeña tienda de periódicos que tenía. O del asunto Iveco, donde una chica joven recién casada que tenía un hijo pequeño, que, dentro de su ambiente laboral de una empresa de camiones, empezó a circular un vídeo de hacía varios años en el que se la grababa en una relación sexual con una persona, lo que le generó una situación agobiante a su alrededor y pensó que la única manera de dejar de sufrir ante esa situación de encontrarse con risas en el trabajo, con miradas inoportunas y ofensivas, era suicidarse. O de situaciones de acoso laboral en las que se busca humillar por parte de la empresa haciéndole la vida imposible para que al final se vaya venir abajo y tenga que ir o a veces no encuentra otra alternativa para acabar con su sufrimiento, como es el suicidio. O el asunto de Santander en el que intervino José directamente, en la que hubo una falsa acusación de acoso dirigida a un señor que se suicidó, evidentemente abrumado por las hipotéticas consecuencias de una falsa acusación de acoso laboral. Además, comenta, la empresa lo presionó para que aceptara ser sancionado por ese conflicto laboral que había en la empresa y de alguna manera le hizo ver que podría ser responsable de un comportamiento delictivo.
Y hablamos del caso de Granada donde hace algún tiempo un señor se suicidó porque lo desahuciaban de la pequeña tienda de periódicos que tenía
Evidentemente, explica José, “el shock que sufre una persona al verse él y su familia en un procedimiento penal, casi nadie que lleve una vida normalizada puede asumir con naturalidad sus consecuencias al pensar que va a ser algo grave y que incluso puede acabar en la cárcel con el prestigio hecho trizas para su familia y para su entorno. Este fue un caso clarísimo, de quitarse la vida suicidándose. Esa es una situación que si hubiese habido un protocolo de prevención de riesgos laborales, de riesgos psicosociales adecuados, pues seguramente…. esa situación no se habría producido nunca, y lo que falla en la base es porque no se hubiera evaluado ese riesgo psicosocial y que la empresa, que era plenamente conocedora de que había un conflicto en el centro de trabajo, hubiera puesto a los medios no para volcar una falsa culpabilidad en un trabajador, sino para encontrar una salida de una situación en un conflictivo”.
Y apunta José que la cuestión de lo que pasa en él suicidio en las empresas es por un fallo multiorgánico porque hay muchísimos elementos
Y apunta José que la cuestión de lo que pasa en él suicidio en las empresas es por un fallo multiorgánico porque hay muchísimos elementos. Y se le añade el problema de que la mutua por sistema dice, que los sucesos no se pueden considerar accidentes de trabajo, a pesar de que hace más de 50 años que la jurisprudencia dice lo contrario. Y apunta: “La normativa te dice que cuando hay una enfermedad que es la que provoca el desequilibrio, está determinada por el trabajo, el tribunal supremo lo interpreta en el sentido de que va a estar vinculado. ¿Vas a establecer alguna conexión del conflicto de trabajo con el suicidio para determinar que sea laboral? ¿Cómo puedes decir que la norma no lo permite? La norma no es lo suficientemente clara. Si fuera más clara, se facilitaría las cosas”.
Si ese problema tiene un origen laboral, lo que es evidente es que es la calificación correcta del proceso de incapacidad temporal que se podría generar, necesariamente tiene que ser laboral
Y nos cuenta: “Tú tienes problemas en el trabajo de insomnio, de ansiedad, de estrés, de un trastorno adaptativo y tu médico de cabecera te prescribe la medicación oportuna para tratar el problema de fondo que tienes. Pero en ese momento, la vinculación con el trabajo puede no aparecer tan clara. Pero es que todas las bajas laborales comienzan así. La cuestión está en que sigue, se desencadena el problema y no se soluciona. Y eso genera un problema que va haciéndose cada vez más grave. Pues si ese problema tiene un origen laboral, lo que es evidente es que es la calificación correcta del proceso de incapacidad temporal que se podría generar, necesariamente tiene que ser laboral. Si en ese contexto se produce un suicidio en el trabajo, pues evidentemente la conexión estará evidenciada independientemente de que las bajas iniciales mantengan la condición de enfermedad común, lo que ocurre con relativa frecuencia”.
Comenta también otra situación durísima, de los hijos o la viuda o el viudo de tener la fuerza de ánimo para en un momento en el que está absolutamente abatido y hundido afrontar una acción judicial tan extraordinariamente compleja. Y además dice “te enfrentas con un entorno hostil. Ese entorno hostil suele ser si existe un ambiente tóxico por una empresa tóxica que va a presionar a los trabajadores para que mantenga una versión absolutamente distinta al tema. Y también dentro del ámbito judicial, hay que tener presente que estamos en un entorno de una sociedad con una religión tradicional monoteísta, en la que el suicidio siempre se ha asociado a algo pecaminoso donde la persona que se ha suicidado de alguna manera ha cometido una especie de pecado, ha actuado contra las leyes de Dios. Entonces, de alguna manera, se tiende, conscientemente a culpabilizar al suicida del acto que ha cometido, independientemente de que el mismo haya sido condicionado por la presión laboral injusta o por unas condiciones de trabajo absolutamente injustificadas en cuanto a la situación de conflicto que se pueda generar”.
Hay que abordar algo en lo que en nuestro país va muy lento, que es un plan nacional de la prevención del comportamiento suicida
A mi pregunta ¿Cuál sería tu planteamiento en ese sentido? Responde “en el global está clarísimo que hay que abordar algo en lo que en nuestro país va muy lento, que es un plan nacional de la prevención del comportamiento suicida. En la empresa, en el problema del suicidio vinculado en la empresa, es evidente que hay diversos factores que se pueden mejorar. Lo primero es el establecimiento de protocolos de riesgo en las empresas. Lo que no puede ser es que las evaluaciones de la salud se limiten exclusivamente a los aspectos físicos del trabajador, porque hay situaciones en las que el trabajador está absolutamente desbordado, con una presión inabordable. Se tienen que evaluar los riesgos psicosociales. Y es importantísimo también que las empresas sepan que tienen que reaccionar cuando el conflicto se ha desencadenado, que no pueden cruzarse de brazos a esperar que el problema estalle de alguna manera. Y luego también es un poquito triste que la inspección de trabajo cuando se produce un suicidio no investigue ni plantee más competencias suyas, cuando sí lo es, porque la evaluación de los riegos psicosociales es plena competencia de la expresión de trabajo. Probablemente falta mejorar la formación de los inspectores de trabajo y también evaluar los riesgos psicosociales. Hay que también ser consciente que algo tan primario como puede ser el estrés laboral está presente”.
El estrés laboral está en la base de la pirámide y eso es algo que hay que evaluar y que hay que adoptar medidas cuando sea un problema que se desborde. para eso hay que evaluar los riesgos psicosociales, hay que adoptar medidas cuando se aparezcan situaciones de posible acoso, de maltrato entre compañeros, de posibles comportamientos vejatorios, que afecten a la dignidad de las personas
Añade en la línea de hablar del estrés: “El estrés laboral está en la base de la pirámide y eso es algo que hay que evaluar y que hay que adoptar medidas cuando sea un problema que se desborde. para eso hay que evaluar los riesgos psicosociales, hay que adoptar medidas cuando se aparezcan situaciones de posible acoso, de maltrato entre compañeros, de posibles comportamientos vejatorios, que afecten a la dignidad de las personas, eso hay que tratarlo y hay que establecer protocolos para responder ante esas situaciones, porque hay personas en un momento dado en un contexto de esas características, donde se sufre humillación o rechazo o aislamiento por parte de sus compañeros, su vida se hunde, se viene abajo, entonces ante eso hay que responder y si ignoramos el problema estamos evitando la posibilidad de poner los medios necesarios para evitar que se desencaden el conflicto y en última mi instancia es que se suiciden más personas de las que en un momento dado se podrían intentar evitar”.
Y comenta: “Hay que ser conscientes de que esto no es palabrería, se sabe porque hay datos encima de la mesa, que los protocolos para afrontar el suicidio que se establecieron hace 20 años en Inglaterra han provocado una caída de los suicidios en un 18-20% y si eso lo lleváramos a los números que hay en nuestro país, estamos hablando de la vida de 800 personas, una cantidad que yo creo que merece la pena tener en consideración porque estamos hablando de la vida de muchas personas que están en juego y no se hace nada o se hace muy poco para intentar evitar que eso se produzca”.
Termina diciendo que “en ocasiones se busca como único criterio el beneficio y en ocasiones se olvida que el hecho de que los trabajadores, tu equipo de trabajo esté bien, eso favorecerá que la empresa pueda crecer”.
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